LECTURA DE LA PALABRA EN EL A.T. PARA HOY 19 DE DICIEMBRE. Miqueas 1,2,3
MIQUEAS
Lamento sobre Samaria y Jerusalén
1
1Palabra
de Jehová que vino a Miqueas de Moreset en días de Jotam, Acaz y Ezequías,
reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.
2Oíd,
pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y Jehová el Señor, el
Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros. 3Porque he
aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.
4Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como
la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio. 5Todo
esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es
la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá?
¿No es Jerusalén? 6Haré, pues, de Samaria montones de ruinas, y
tierra para plantar viñas; y derramaré sus piedras por el valle, y descubriré
sus cimientos. 7Y todas sus estatuas serán despedazadas, y todos sus
dones serán quemados en fuego, y asolaré todos sus ídolos; porque de dones de
rameras los juntó, y a dones de rameras volverán.
8Por
esto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré aullido como de
chacales, y lamento como de avestruces. 9Porque su llaga es
dolorosa, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta
Jerusalén. 10No lo digáis en Gat, ni lloréis mucho; revuélcate en el
polvo de Bet-le-afra. 11Pásate, oh morador de Safir, desnudo y con
vergüenza; el morador de Zaanán no sale; el llanto de Betesel os quitará su
apoyo. 12Porque los moradores de Marot anhelaron ansiosamente el
bien; pues de parte de Jehová el mal había descendido hasta la puerta de
Jerusalén. 13Uncid al carro bestias veloces, oh moradores de Laquis,
que fuisteis principio de pecado a la hija de Sion; porque en vosotros se
hallaron las rebeliones de Israel. 14Por tanto, vosotros daréis
dones a Moreset-gat; las casas de Aczib serán para engaño a los reyes de
Israel. 15Aun os traeré nuevo poseedor, oh moradores de Maresa; la
flor de Israel huirá hasta Adulam. 16Ráete y trasquílate por los
hijos de tus delicias; hazte calvo como águila, porque en cautiverio se fueron
de ti.
¡Ay de los que oprimen a los pobres!
2
1¡Ay
de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la
mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2Codician las
heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al
hombre y a su heredad. 3Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo
pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni
andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. 4En aquel tiempo
levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo:
Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos
quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. 5Por tanto,
no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.
6No
profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les
alcanzará vergüenza. 7Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado
el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que
camina rectamente? 8El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como
enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que
pasaban, como adversarios de guerra. 9A las mujeres de mi pueblo
echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua
alabanza. 10Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo,
pues está contaminado, corrompido grandemente. 11Si alguno andando
con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de
sidra; este tal será el profeta de este pueblo.
12De
cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo
reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán
estruendo por la multitud de hombres. 13Subirá el que abre caminos
delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su
rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.
Acusación contra los dirigentes de Israel
3
1Dije:
Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a
vosotros saber lo que es justo? 2Vosotros que aborrecéis lo bueno y
amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; 3que
coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos,
y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes
en olla.
4Entonces
clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro
en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.
5Así
ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman:
Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman
guerra contra él: 6Por tanto, de la profecía se os hará noche, y
oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se
entenebrecerá sobre ellos. 7Y serán avergonzados los profetas, y se
confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay
respuesta de Dios. 8Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de
Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel
su pecado. 9Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes
de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;
10que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11Sus
jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas
adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre
nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. 12Por tanto, a causa de
vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de
ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque. Amen.
LECTURA DE LA
PALABRA PARA HOY 19 DE DICIEMBRE Apocalipsis 10
El ángel
con el librito
10
1Vi
descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris
sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de
fuego. 2Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho
sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; 3y clamó a gran voz,
como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.
4Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir;
pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos
han dicho, y no las escribas. 5Y el ángel que vi en pie sobre el mar
y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, 6y juró por el que vive
por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y
la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él,
que el tiempo no sería más, 7sino que en los días de la voz del
séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se
consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
8La
voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que
está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la
tierra. 9Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me
dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como
la miel. 10Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí;
y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi
vientre. 11Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Amen. Rv
COMENTARIO
DE LA PALABRA PARA HOY 19 DE DICIEMBRE. Miqueas 1,2,3
MIQUEAS
Capítulo 1
1.1 Miqueas e Isaías vivieron en la misma época, aproximadamente del año
750 al 680 a.C. Sin duda alguna se conocieron. Miqueas dirigió su mensaje
principalmente a Judá, el reino del sur, pero también tuvo algunas palabras
para Israel, el reino del norte. Judá disfrutó de gran prosperidad en esta
época. De los tres reyes mencionados, Jotam (750–735) y Ezequías (715–686)
trataron de seguir a Dios (2 Reyes 15.32–38; 18–20); pero Acaz fue uno de los
reyes más perversos que reinara en Judá (ver 2 Reyes 16).
1.3–6 Jerusalén era la capital de Judá (el Reino del Sur); Samaria era
la ciudad capital de Israel (el reino del norte). La destrucción de Samaria se
cumplió literalmente durante la vida de Miqueas, en 722 a.C. (2 Reyes 17.1–18),
tal y como él lo había predicho.
1.5 Existen dos pecados identificados en el mensaje de Miqueas: la
perversión de la adoración (1.7, 3.5–7, 11; 55.12, 13) y la injusticia hacia
los demás (2.1, 2, 8, 9; 3.2, 3, 9–11; 7.2–6). Estos pecados se infiltraron de
forma flagrante en las ciudades capitales e infectaron la nación entera.
1.9 Los pecados de Samaria ya eran incurables; y el castigo de Dios
sobre ella ya había comenzado. Su pecado no era como un rasguño en la piel,
sino como una puñalada en un órgano vital. El pecado había ocasionado una
herida que pronto se tornaría mortal. (En realidad Samaria fue destruida a
principios del ministerio de Miqueas). En forma trágica, el pecado de Samaria
influyó en Jerusalén y el castigo llegó a sus propias puertas. Esto
probablemente se refiere al sitio de Senaquerib en el año 701 a.C. (ver 2 Reyes
18, 19).
1.10–16 Existe un juego de palabras, en hebreo, de estos versículos.
Miqueas denuncia con amargura cada pueblo utilizando las palabras Shafir que
suena como la palabra hebrea «belleza», Zaanan suena como el verbo «marchar
hacia adelante» y Betesel suena como la palabra «cimiento». Lea 1.11 en voz
alta, sustituyendo el significado del nombre de cada ciudad, y usted notará el
efecto que provocan la elección de vocablos que hizo Miqueas.
1.13 El pueblo de Laquis influyó a muchos para que siguieran su ejemplo
de maldad. A menudo hacemos lo mismo cuando pecamos. Sea usted un líder o no,
los demás observan sus acciones y sus palabras diarias más de lo que usted
cree. Y ellos pueden decidir imitar su conducta, ya sea que usted lo sepa o no.
1.14 Moreset era la tierra natal de Miqueas (1.1).
1.15 Este versículo también puede traducirse, «la gloria de Israel
entrará a Adulam». El terreno que rodeaba a Adulam tenía numerosas cuevas.
Miqueas estaba advirtiendo que cuando el enemigo se acercara, los príncipes
soberbios de Judá se verían forzados a huir y esconderse en estas cuevas.
1.16 Miqueas describió el dolor devastador de los padres al ver que sus
hijos serían llevados como esclavos a una tierra lejana. Esto sucedía con
frecuencia, tanto en Israel como en Judá, pero sería de una forma mucho más
terrible cuando las dos naciones fueran completamente conquistadas. Sucedió
así: Israel fue conquistada en el año 722 a.C. y Judá en el año 586 a.C.
Un sinnúmero de personas son víctimas en la actualidad de intentos
carentes de ética por quitarles lo poco que tienen y dárselo a otros que son
más poderosos. Algunas de estas acciones pueden estar legalmente permitidas,
pero no son moralmente aceptables ante Dios. El hecho de ser legales no
significa que son correctas.
Capítulo 2
2.1, 2 Miqueas advirtió en contra de los que usan su posición para
aprovecharse de los demás. Poco menos de un siglo antes, el rey Acab de Israel
se enojó porque no pudo obtener la viña de Nabot. Y por ellos su esposa Jezabel
hizo que mataran a Nabot para poder entregar el jardín a Acab (1 Reyes
21.1–15). Esta clase de inmoralidad se había extendido a lo largo de Judá y,
como una enfermedad, estaba destruyendo la nación desde el interior.
2.1,2 Miqueas habló en contra de los que durante la noche planeaban
hacer el mal y se levantaban al amanecer para llevarlo a cabo. Los pensamientos
de una persona reflejan su carácter. ¿Qué es lo que piensa usted cuando se
acuesta a dormir? ¿Sus deseos son codiciosos o pasan por encima de los demás
para alcanzar sus metas? Los pensamientos malvados nos llevan a acciones
malvadas de una forma tan segura como la mañana sigue a la noche.
2.6,7 Si el mensaje de este libro nos parece severo, debemos recordar
que Dios no quería vengarse de Israel, sino llevarlo al buen camino. La dura
realidad es que el pueblo había rechazado lo que era verdadero y correcto, y
necesitaba una disciplina firme. Los niños pueden pensar que la disciplina es
dura, pero ésta ayuda a mantenerlos en el camino correcto. Si solo queremos que
Dios nos dé mensajes consoladores, quizá perdamos lo que Él tiene para
nosotros. Escuche cualquier cosa que Dios le diga, incluso cuando sea un
mensaje difícil de aceptar.
2.11 La gente preferían a los falsos profetas que les decían lo que
quería escuchar. Miqueas habló en contra de los profetas que alentaban a la
gente a sentirse cómoda con su estilo de vida de pecado. Los predicadores son
populares cuando no piden demasiado de nosotros, y nos dicen que no nos
preocupemos por el infierno. Pero un verdadero maestro de Dios nos habla la
verdad, sin importar lo que los oyentes quieran escuchar.
2.12,13 La profecía de Miqueas se enfocó en dos grandes sucesos: el
regreso de Judá del cautiverio en Babilonia y la gran reunión de todos los
creyentes cuando regrese el Mesías. Dios dio a sus profetas visiones de
diversos acontecimientos futuros, pero no siempre les dio la capacidad de
discernir cuándo ocurrirían. Por ejemplo, no podían ver el gran período entre
el cautiverio babilónico y la venida del Mesías, pero podían ver claramente que
el Mesías iba a venir. El propósito de esta profecía no era predecir con
exactitud cómo ocurriría esto, sino que ocurriría. Esto dio al pueblo esperanza
y lo ayudó a volverse de su pecado.
Capítulo 33.1ss Miqueas denunció los pecados de los líderes, sacerdotes
y profetas. Estos tenían el deber de enseñar al pueblo lo bueno y lo malo. Los
ancianos, quienes se suponían que vivían entre el pueblo, se habían trasladado
a Jerusalén y se convirtieron en una clase especial de gobierno. Los líderes,
quienes debían haber conocido la ley y debían enseñarla al pueblo; la habían
echado a un lado y llegaron a ser los peores pecadores. Se aprovecharon del
mismo pueblo al que debían servir. Todo pecado es malo, pero el pecado que
descarría a los demás es el peor de todos.
3.1,2 La línea divisoria entre el bien y el mal a menudo parece confusa,
pero los líderes espirituales tienen el deber de ayudar a que los demás la
vean. La Biblia es el manual de Dios para mostrarnos la forma en que podemos
distinguir entre bien y mal. Los líderes deben entender los principios bíblicos
y enseñarlos a los demás. Los líderes no pueden forzar a la gente a hacer el
bien, pero deben dirigirlos hacia esa dirección por medio de su enseñanza y
ejemplo.
3.3,4 Los líderes no tuvieron compasión ni respeto por aquellos a los
que debían servir. Trataron al pueblo de una manera terrible para poder
satisfacer sus propios deseos, y luego cuando se vieron en problemas tuvieron
el descaro de pedir la ayuda de Dios. Nosotros, al igual que los líderes, no
debemos tratar a Dios como un interruptor de luz para encenderlo solo cuando lo
necesitemos. Por el contrario, siempre debemos depender de Él.
3.5-7 Miqueas permaneció fiel a su llamamiento y proclamó la Palabra de
Dios. En contraste, los mensajes de los falsos profetas se adaptaban a los
favores que recibían. No todos aquellos que declaran tener mensajes que
proceden de Dios realmente los tienen. Miqueas profetizó que un día los falsos
profetas serían avergonzados por sus acciones.
3.8 Miqueas atribuyó el poder de su ministerio al Espíritu de Dios.
Nuestro poder proviene de la misma fuente. Jesús dijo a sus seguidores que
recibirían poder para testificar acerca de Él cuando llegará a ellos el
Espíritu Santo (Hechos 1.8). Usted no puede testificar de una manera eficaz si
confía en su propia fuerza, porque el miedo le impedirá hablar en el nombre de
Dios. Solo al confiar en el poder del Espíritu Santo podrá vivir y testificar
para Él.
3.11 Miqueas condenó severamente a los líderes religiosos que
ministraban solo si les pagaban. Jesús vino para servir, no para promover un
gran negocio con el evangelio. Cuando la gente «ministra» para obtener un
beneficio personal, se pierde la bendición. La predicación y la enseñanza nunca
debe ser motivada por la promesa de un beneficio personal. Cuando Dios lo llame
a realizar algo, obedézcalo, incluso cuando no haya recompensa monetaria.
Miqueas advirtió a los ministros de sus días que evitaran el soborno. Los
pastores aceptan sobornos cuando permiten que aquellos que contribuyen en
grandes cantidades controlen la iglesia. Si el temor de perder dinero influye
en un pastor para permanecer en silencio cuando debe hablar lo que es correcto,
la iglesia está en peligro. Recordemos que Judá fue finalmente destruida debido
al comportamiento de sus líderes religiosos. Una advertencia similar debe
dirigirse a aquellos que tienen dinero: nunca utilicen sus recursos para
influenciar o manipular a los ministros de Dios. Eso es soborno.
3.12 Jerusalén sería destruida del mismo modo en que lo fue Samaria
(1.6). Esto ocurrió en el año 586 a.C., cuando Nabucodonosor y el ejército
babilónico atacó la ciudad (2 Reyes 25). A pesar de que Miqueas culpó a los
líderes corruptos, el pueblo no era inocente. Ellos permitieron que la
corrupción continuara, sin volverse a Dios ni clamar por justicia.
COMENTARIO
DE LA PALABRA PARA HOY 19 DE DICIEMBRE Apocalipsis 10
Capítulo 10
10.1–6 El propósito de este ángel poderoso es claro: anunciar el
juicio final en la tierra. Su pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra
(10.2) indica que sus palabras tienen que ver con toda la creación, no solo con
una parte limitada como en el caso de los juicios anunciados por el sello y la
trompeta. La séptima trompeta (11.15) anunciará la séptima copa del juicio, lo
que traerá consigo el final del mundo presente. Cuando se produzca este juicio
universal ha de prevalecer la verdad de Dios.
10.2 Vemos dos rollos en Apocalipsis. El primero contiene una
revelación de juicio contra la maldad (5.1ss). No se indica el contenido del
segundo rollo, pero también podría contener una revelación de juicio.
10.4 A través de la historia, la gente se ha preguntado qué sucederá
en el futuro, y Dios revela algo de eso en este libro. Pero se le impidió a
Juan que revelara ciertas partes de su visión. Un ángel también le dijo al
profeta Daniel que algunas cosas que había visto no se les debía revelar
todavía a nadie (Daniel 12.9), y Jesús les dijo a sus discípulos que el tiempo
del fin solamente lo conocía Dios (Marcos 13.32, 33). Dios ha revelado todo lo
que necesitamos saber para vivir hoy para Él. En nuestro deseo de estar
preparados para el fin, no debemos dar más énfasis a la especulación acerca de
los últimos días que al vivir para Dios mientras esperamos.
10.7 Cuando se revele por completo el plan de Dios para la historia
humana, se habrán cumplido todas las profecías. Habrá llegado el final de los
tiempos (véanse 11.15 y Efesios 1.9, 10).
10.9, 10 El profeta Ezequiel tuvo una visión en la que se le dijo que
debía tragar un rollo lleno de juicios en contra de la nación de Israel
(Ezequiel 3.1ss). El gusto fue dulce en su boca, pero su contenido trajo
destrucción, muy parecido al rollo que se le dijo a Juan que comiera. La
Palabra de Dios es dulce para los creyentes, porque anima; pero amarga a
nuestro estómago por el juicio venidero que debemos pronunciar sobre los
incrédulos. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.

LOS AMO MUCHO PERO JESUCRISTO MOS AMA MUCHO MAS
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