Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE. Daniel 5,6

La escritura en la pared

5

1El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. 2Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. 3Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. 4Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.

5En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía. 6Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra. 7El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino. 8Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación. 9Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos.

10La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. 11En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, 12por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación.

13Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea? 14Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría. 15Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretación; pero no han podido mostrarme la interpretación del asunto. 16Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino.

17Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación. 18El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. 19Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. 20Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. 21Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. 22Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; 23sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.

24Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. 25Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. 26Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. 27TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. 28PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.

29Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino.

30La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. 31Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.

 Daniel en el foso de los leones

6

1Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. 2Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. 3Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino. 4Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. 5Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.

6Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre vive! 7Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones. 8Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 9Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.

10Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. 11Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios. 12Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 13Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición.

14Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle. 15Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.

16Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. 17Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase. 18Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.

19El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. 20Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? 21Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. 22Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. 23Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios. 24Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.

25Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. 26De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. 27El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.

28Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa. Amen.

 

LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE 1Juan 4

El Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo

4

1Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.

 Dios es amor

7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

13En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. Amen. Rv.

 

 

COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE. Daniel 5,6

Capítulo 5

5.1 Han pasado sesenta y seis años desde el capitulo 1, que nos habla de cuando Nabucodonosor atacó Jerusalén en 605 a.C. Nabucodonosor murió en 562 a.C. después de reinar cuarenta y tres años. Su hijo, Evil-merodac gobernó desde el año 562 al 560 a.C.; su cuñado Neriglisar reinó durante cuatro años desde 560 hasta 556 a.C. Después del reinado de dos meses de Labasi-merodac en el año 556 a.C., el imperio babilónico continuó desde el año 556 al 539 a.C. bajo el mando de Nabónido. Belsasar era el hijo de Nabónido. Reinó juntamente con su padre desde el año 553 hasta 539 a.C. Aquí se habla de que Nabucodonosor era su «padre», pero término bien pudo traducirse «antepasado».

5.1 Recientemente, los arqueólogos han descubierto el nombre de Belsasar en diversos documentos. Gobernó junto con su padre Nabónido. Se quedaba en la capital a cargo los asuntos del reino mientras su padre trataba de reabrir las rutas de comercio tomadas por Ciro y los persas. Belsasar estaba al mando cuando Ciro capturó a Babilonia.

5.7 Belsasar sirvió como corregente de su padre Nabónido. Nabónido era el primer señor y su hijo Belsasar, el segundo. La persona que pudiera leer la escritura sería el tercero.

5.8 Si bien la escritura que estaba sobre la pared eran sólo tres palabras en arameo, una lengua que los babilónicos conocían, no podían determinar su significado profético. Dios dio únicamente a Daniel la capacidad de interpretar el mensaje de fatalidad para Babilonia.

5.10 Esta reina era o la esposa de Nabónido o la esposa de uno de sus antepasados, quizás el mismo Nabucodonosor. No era la esposa de Belsasar, ya que sus esposas estaban con él en el banquete.

5.17 El rey ofreció a Daniel hermosos presentes y gran poder si explicaba la escritura, pero Daniel lo rechazó. No estaba mostrando falta de respeto al rechazar los presentes, sino que sabía que tendrían corta vida y quería mostrar que estaba ofreciendo una interpretación imparcial al rey. Hacer lo correcto debe tener prioridad para nosotros, no el obtener recompensas. ¿Ama tanto a Dios que hace lo que es correcto aunque signifique renunciar a ganancias personales?

5.21-23 Belsasar conocía la historia de Babilonia, y por lo tanto sabía la forma en que Dios había humillado a Nabucodonosor. No obstante, su banquete fue un desafío a la autoridad de Dios. Nadie que entienda que Dios es el Creador del universo es tan necio de desafiarlo.

5.22 A veces los reyes mataban a los portadores de malas noticias. Pero Daniel no temió decirle la verdad al rey aunque a este le desagradara. Debemos tener el valor de decir la verdad a toda costa.

5.24,27 La escritura que estaba en la pared era para Belsasar. Si bien Belsasar tenía poder y riqueza, su reino era totalmente corrupto y no podía resistir el juicio de Dios. La hora del juicio de Dios le llega a todas las personas. Vuélvase de su pecado ahora, pida a Dios que lo perdone y comience a vivir de acuerdo a Sus normas de justicia.

5.28 Los medos y los persas unieron fuerzas para derrotar a Babilonia. Este hecho comenzó la segunda fase del sueño de Nabucodonosor del capitulo 2: el pecho y los brazos de plata.

5.31 Darío y sus soldados entraron en Babilonia desviando el río que corría a través de la ciudad, y caminando luego sobre el lecho seco del río.

5.31 Este Darío no debe confundirse con Darío I, mencionado en Esdras, Hageo y Zacarías, ni con Darío II (el persa), mencionado en Nehemías. Darío el medo se menciona sólo en el libro de Daniel. Otros registros no mencionan ningún rey entre Belsasar y Ciro. Por lo tanto, Darío puede haber sido: (1) designado por Ciro para gobernar Babilonia como provincia de Persia, (2) otro nombre de Ciro o de su hijo Cambises, o (3) un descendiente de Asuero a quien por lo general se le llama Jerjes I.

Capítulo 6

6.1-3 Daniel ya tenía más de ochenta años y era uno de los tres altos funcionarios de Darío. Estaba trabajando con personas que no creían en su Dios, y era más eficiente y capaz que los demás. El rey pagano se fijó en él, y Daniel se ganó un lugar de respeto. Una de las mejores formas de influenciar a los patrones que no son cristianos es trabajando bien. ¿Cómo representa usted a Dios ante su patrón?

6.4,5 Los oficiales celosos no pudieron encontrar nada de qué criticar a Daniel, por lo que atacaron su religión. Si usted encuentra criticas envidiosas debido a su fe, alégrese de que estén criticando esa parte de su vida. Quizás no hallen más remedio que concentrarse en su religión. Su respuesta debe ser seguir creyendo y viviendo como se debe. Luego recuerde que Dios tiene las riendas y está peleando esa batalla por usted.

6.8, 9 En Babilonia, la palabra del rey era la ley. Sin embargo, cuando se creaba una ley en el imperio medopersa, ni siquiera el rey podía cambiarla. Darío era un buen gobernante, pero tenía un defecto fatal: era soberbio. Al apelar a su soberbia, los hombres le hicieron firmar una ley en la que se autonombraba dios durante treinta días. Esta ley no podía ser quebrantada ni siquiera por un funcionario tan importante como Daniel. Otro ejemplo de la naturaleza irrevocable de las leyes de los medos y persas aparece en Ester 8.8.

6.10 A pesar de que Daniel conocía la ley en contra de la oración, siguió orando tres veces al día «como de costumbre». Daniel tenía una vida de oración disciplinada. Nuestras oraciones a menudo son interrumpidas no por amenazas, sino simplemente por la presión de nuestras agendas. No permita que las amenazas ni las presiones interrumpan su tiempo de oración. Ore con regularidad, sin importar lo que suceda, porque la oración es su conexión vital con Dios.

6.16 Los leones rondaban la campiña y los bosques de Mesopotamia, y los antiguos les tenían gran respeto. Algunos reyes cazaban leones por deporte. Los persas capturaban leones, y los mantenían en grandes parques en donde se les alimentaba y atendía. También utilizaban a los leones para ejecutar a las personas. Pero Dios tiene formas de librar a su pueblo (6.22) que uno ni se imagina. Es siempre prematuro ceder antes las presiones de los incrédulos porque Dios tiene poderes que desconocen. Hasta puede cerrar bocas de leones.

6.16 Aun los incrédulos notaron la firmeza de Daniel. Durante su vida de servicio, Daniel había demostrado fiel devoción a Dios. ¿Qué pueden los incrédulos decir de su vda?

6.21-23 La persona que confía en Dios y le obedece es intocable hasta que Dios se la lleve. Confiar en Dios equivale a tener una paz inmensurable. Dios, que libró a Daniel, lo librará a usted. ¿Confía en él hasta la muerte?

6.25-27 Nabucodonosor creyó en Dios por la fidelidad de Daniel y sus amigos. Darío también estaba convencido del poder de Dios debido a que Daniel fue fiel y Dios lo rescató. A pesar de que Daniel estaba cautivo en una tierra extraña, su devoción a Dios fue un testimonio ante poderosos gobernantes. Si usted se encuentra en lugares nuevos, aproveche la oportunidad para hablar del poder de Dios en su vida. Sea fiel a Dios para que Dios pueda utilizarlo para alcanzar a otros.

 

COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE 1Juan 4

Capítulo 4

 

4.1, 2 «No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus» significa que no debemos creer a todo lo que escuchamos porque alguien diga que se trata del mensaje inspirado de Dios. Hay muchas formas de probar a los maestros para descubrir si su mensaje viene realmente de Dios. Una manera es comparar sus palabras con lo que Dios dice en la Biblia. Otras pruebas tienen que ver con su entrega al cuerpo de creyentes (2.19), su forma de vida (3.23, 24) y el fruto de su ministerio (4.6). Pero la mejor de las pruebas, dice Juan, es lo que creen acerca de Cristo. ¿Enseñan que Jesucristo es totalmente Dios y totalmente hombre? Nuestro mundo está lleno de voces que afirman que hablan de parte de Él. Aplique esas pruebas para ver si en realidad exponen la verdad de Dios.


4.1–3 Algunas personas creen todo lo que leen o escuchan. Desafortunadamente, muchos conceptos que se imprimen o enseñan no son verdaderos. Los cristianos deben tener fe pero no deben ser crédulos. Verifique cada mensaje que usted escucha, a pesar de que la persona que lo diga afirme que es de Dios. Si el mensaje es realmente de Dios, será compatible con las enseñanzas de Cristo.

4.3 El anticristo será una persona que resuma todo lo que es malo, y será recibido rápidamente por un mundo malvado. Se le describe más ampliamente en 2 Tesalonicenses 2.3–12 y Apocalipsis 13. El «espíritu del anticristo» ya está aquí (véase la nota en 2.18–23).

4.4 Es muy fácil atemorizarse por la perversidad que vemos a nuestro alrededor y agobiarnos por los problemas que tenemos que afrontar. Es obvio que la maldad es más fuerte que nosotros. Juan nos asegura, sin embargo, que Dios es mucho más poderoso. El vencerá todo lo malo ¡y su Espíritu y su Palabra moran en nuestro corazón!

4.6 Los falsos maestros son populares con el mundo porque, al igual que los falsos profetas del Antiguo Testamento, dicen lo que la gente quiere oír. Juan advierte que los cristianos que enseñan con fidelidad la Palabra de Dios no ganarán ninguna competencia de popularidad en el mundo. La gente no quiere que se denuncie su pecado ni quiere escuchar las exigencias de que cambie su conducta. Un falso maestro será bien recibido por los que no son cristianos.

4.7ss Todos creen que el amor es importante, pero por lo general pensamos que solo es un sentimiento. En realidad, el amor es una elección y una acción, como lo muestra 1 Corintios 13.4–7. Dios es la fuente de nuestro amor: nos amó de tal manera que sacrificó a su Hijo por nosotros. Jesucristo es nuestro ejemplo de lo que significa amar; cada cosa que Él hizo en su vida y en su muerte fue amor supremo. El Espíritu Santo nos da el poder para amar; Él vive en nuestro corazón y nos hace más semejantes a Cristo. El amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor debe ser como el de Él. ¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y las acciones que realiza?

4.8 Juan dice: «Dios es amor» no dice «Amar es Dios». Nuestro mundo, con su visión trivial y egoísta del amor, ha tergiversado esas palabras y ha contaminado nuestra comprensión del amor. El mundo piensa que amor es lo que nos hace sentir bien, y está dispuesto a sacrificar principios morales y los derechos de los demás a fin de obtener dicho «amor». Pero en realidad eso no es amor, sino todo lo contrario al amor; es egoísmo. Y Dios no es esa clase de «amor». El verdadero amor es como Dios: santo, justo y perfecto. Si de veras conocemos a Dios, debemos amar como Él ama.

4.9 Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios. Aunque todos los creyentes son hijos de Dios, solo Jesucristo vive en esa relación de unidad (véase Juan 1.18; 3.16).

4.9, 10 El amor explica (1) por qué Dios crea: como Él ama, crea personas para amarlas; (2) por qué Dios se interesa: como las ama, se interesa en las personas pecadoras; (3) por qué tenemos libertad para escoger: Él espera una reacción de amor de nuestra parte;. (4) por qué Cristo murió: su amor por nosotros hizo que buscara una solución al problema del pecado; y (5) por qué recibimos vida eterna: su amor es una expresión eterna.

4.10 Nada pecaminoso ni perverso puede existir en la presencia de Dios. Él es absolutamente bueno. Él no puede pasar por alto, tolerar ni excusar el pecado como si no se hubiera cometido. Él nos ama, pero su amor no lo convierte en una persona de moralidad indiferente. Por lo tanto, si confiamos en Cristo, no tenemos que sufrir el castigo de nuestros pecados (1 Pedro 2.24). Podemos ser absueltos (Romanos 5.18) por su sacrificio expiatorio.

4.12 Si a Dios nadie lo vio jamás, ¿cómo podremos conocerlo? Juan expresa en su Evangelio: «El unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer» (Juan 1.18). Jesucristo es la perfecta manifestación de Dios en forma humana y se ha revelado a nosotros. Cuando nos amamos unos a otros, el Dios invisible se revela a los demás, por medio de nosotros, y se perfecciona su amor.
4.12 Algunas personas disfrutan de la compañía de los demás. Hacen amistad con los extraños con facilidad y frecuencia, y están rodeados de muchos amigos. Otras personas son tímidas o reservadas. Tienen pocos amigos y se sienten incómodas cuando hablan con personas que no conocen o se mezclan entre la multitud. Las personas tímidas no tienen que ser extrovertidas a fin de amar a los demás. Juan no dice a cuántas personas debemos amar sino cuanto debemos amar a las personas que ya conocemos. Nuestra tarea es amar con fidelidad a las personas que Dios nos ha dado para amar, sean dos o doscientos. Si Dios ve que estamos listos para amar a otros, Él se encargará de traerlos hacia nosotros. Por muy tímidos que seamos, no debemos temer al mandamiento del amor. Dios nos da la fortaleza para hacer lo que nos pide.

4.13 Cuando llegamos a ser cristianos, recibimos al Espíritu Santo. La presencia de Dios en nuestra vida es una prueba de que de veras somos de Él y nos da el poder para amar (Romanos 5.5; 8.9; 2 Corintios 1.22). Dependa de ese poder para llevar el mensaje de Dios a los demás. Cuando lo haga, adquirirá confianza. Véase también Romanos 8.16.

4.17 El día del juicio es el día final en que estaremos delante de Cristo y daremos cuenta de nuestros actos. Con Dios en nosotros por medio de Cristo, no tenemos razón para temer aquel día, porque hemos sido librados del castigo. Por el contrario, debemos mirar hacia adelante, al día del juicio, porque significará el fin del pecado y el comienzo de la relación cara a cara con Jesucristo.

4.18 Si seguimos siendo presa del temor a la eternidad, al cielo o al juicio de Dios, debemos acordarnos del amor de Dios. Sabemos que nos ama perfectamente (Romanos 8.38, 39). Podemos resolver nuestros temores concentrándonos en su amor inmensurable por nosotros, luego permitiéndole amar a otros por medio de nosotros. Su amor calmará nuestros temores y nos dará confianza.

4.19 El amor de Dios es la fuente de todo amor humano, y se esparce como el fuego. Al amar a sus hijos, Él enciende una llama en sus corazones. Como respuesta, ellos aman a otros, los que son aceptados por el amor de Dios por medio de ellos.

4.20,21 Es fácil decir que amamos a Dios cuando no nos cuesta nada más que asistir semanalmente a los cultos. Pero la verdadera prueba de nuestro amor a Dios consiste en cómo tratamos a quienes están delante de nosotros: los miembros de nuestra familia y los amigos creyentes. No podemos amar a Dios si somos negligentes al amar a quienes fueron creados a su imagen. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.

 

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