LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE. Daniel 5,6
La
escritura en la pared
5
1El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus
príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. 2Belsasar, con el
gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que
Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen
en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. 3Entonces
fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios
que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus
mujeres y sus concubinas. 4Bebieron vino, y alabaron a los dioses de
oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.
5En aquella misma hora aparecieron los dedos de una
mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la
pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía. 6Entonces
el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y
sus rodillas daban la una contra la otra. 7El rey gritó en alta voz
que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de
Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación,
será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el
tercer señor en el reino. 8Entonces fueron introducidos todos los
sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su
interpretación. 9Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y
palideció, y sus príncipes estaban perplejos.
10La reina, por las palabras del rey y de sus
príncipes, entró a la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te
turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. 11En tu reino hay
un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu
padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los
dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre
todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, 12por cuanto fue
hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños
y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso
por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la
interpretación.
13Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo
el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá,
que mi padre trajo de Judea? 14Yo he oído de ti que el espíritu de
los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor
sabiduría. 15Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y
astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretación; pero
no han podido mostrarme la interpretación del asunto. 16Yo, pues, he
oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora
puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura,
y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino.
17Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey:
Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al
rey, y le daré la interpretación. 18El Altísimo Dios, oh rey, dio a
Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. 19Y
por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y
temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida;
engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. 20Mas cuando
su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue
depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. 21Y fue
echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de
las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer
como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció
que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone
sobre él al que le place. 22Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado
tu corazón, sabiendo todo esto; 23sino que contra el Señor del cielo
te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú
y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de
esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y
de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida,
y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
24Entonces de su presencia fue enviada la mano que
trazó esta escritura. 25Y la escritura que trazó es: MENE, MENE,
TEKEL, UPARSIN. 26Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó
Dios tu reino, y le ha puesto fin. 27TEKEL: Pesado has sido en
balanza, y fuiste hallado falto. 28PERES: Tu reino ha sido roto, y
dado a los medos y a los persas.
29Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura,
y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor
del reino.
30La misma noche fue muerto Belsasar rey de los
caldeos. 31Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos
años.
Daniel en el foso de los leones
6
1Pareció bien a Darío constituir sobre el reino
ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. 2Y sobre
ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas
diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. 3Pero Daniel
mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un
espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino. 4Entonces
los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo
relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él
era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. 5Entonces
dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para
acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.
6Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron
delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre vive! 7Todos
los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han
acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que
cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios
u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones. 8Ahora,
oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme
a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 9Firmó,
pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.
10Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado,
entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia
Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de
su Dios, como lo solía hacer antes. 11Entonces se juntaron aquellos
hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios. 12Fueron
luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que
cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre
fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey
diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede
ser abrogada. 13Entonces respondieron y dijeron delante del rey:
Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh
rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su
petición.
14Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera,
y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.
15Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que
es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme
puede ser abrogado.
16Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le
echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien
tú continuamente sirves, él te libre. 17Y fue traída una piedra y
puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el
anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.
18Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de
música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.
19El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue
apresuradamente al foso de los leones. 20Y acercándose al foso llamó
a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente,
el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los
leones? 21Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para
siempre. 22Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los
leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y
aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. 23Entonces se
alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y
fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había
confiado en su Dios. 24Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos
hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones
ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso,
cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.
25Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos,
naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
26De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi
reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es
el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás
destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. 27El salva y libra,
y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel
del poder de los leones.
28Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y
durante el reinado de Ciro el persa. Amen.
LECTURA DE LA
PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE 1Juan 4
El
Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo
4
1Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo. 2En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que
confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3y todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y
este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y
que ahora ya está en el mundo. 4Hijitos, vosotros sois de Dios, y
los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en
el mundo. 5Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo
los oye. 6Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el
que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el
espíritu de error.
Dios es amor
7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de
Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El
que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9En esto se
mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito
al mundo, para que vivamos por él. 10En esto consiste el amor: no en
que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a
su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11Amados, si Dios nos
ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12Nadie
ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,
y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
13En esto conocemos que permanecemos en él, y él en
nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14Y nosotros hemos
visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
15Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en
él, y él en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y creído el amor que
Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él. 17En esto se ha perfeccionado el
amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como
él es, así somos nosotros en este mundo. 18En el amor no hay temor,
sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí
castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19Nosotros
le amamos a él, porque él nos amó primero. 20Si alguno dice: Yo amo
a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano
a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y
nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su
hermano. Amen. Rv.
COMENTARIO
DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE. Daniel 5,6
Capítulo 5
5.1 Han pasado sesenta y seis años desde el
capitulo 1, que nos habla de cuando Nabucodonosor atacó Jerusalén en 605 a.C.
Nabucodonosor murió en 562 a.C. después de reinar cuarenta y tres años. Su
hijo, Evil-merodac gobernó desde el año 562 al 560 a.C.; su cuñado Neriglisar
reinó durante cuatro años desde 560 hasta 556 a.C. Después del reinado de dos
meses de Labasi-merodac en el año 556 a.C., el imperio babilónico continuó
desde el año 556 al 539 a.C. bajo el mando de Nabónido. Belsasar era el hijo de
Nabónido. Reinó juntamente con su padre desde el año 553 hasta 539 a.C. Aquí se
habla de que Nabucodonosor era su «padre», pero término bien pudo traducirse
«antepasado».
5.1 Recientemente, los arqueólogos han descubierto
el nombre de Belsasar en diversos documentos. Gobernó junto con su padre
Nabónido. Se quedaba en la capital a cargo los asuntos del reino mientras su
padre trataba de reabrir las rutas de comercio tomadas por Ciro y los persas.
Belsasar estaba al mando cuando Ciro capturó a Babilonia.
5.7 Belsasar sirvió como corregente de su padre
Nabónido. Nabónido era el primer señor y su hijo Belsasar, el segundo. La
persona que pudiera leer la escritura sería el tercero.
5.8 Si bien la escritura que estaba sobre la pared
eran sólo tres palabras en arameo, una lengua que los babilónicos conocían, no
podían determinar su significado profético. Dios dio únicamente a Daniel la
capacidad de interpretar el mensaje de fatalidad para Babilonia.
5.10 Esta reina era o la esposa de Nabónido o la
esposa de uno de sus antepasados, quizás el mismo Nabucodonosor. No era la
esposa de Belsasar, ya que sus esposas estaban con él en el banquete.
5.17 El rey ofreció a Daniel hermosos presentes y
gran poder si explicaba la escritura, pero Daniel lo rechazó. No estaba
mostrando falta de respeto al rechazar los presentes, sino que sabía que
tendrían corta vida y quería mostrar que estaba ofreciendo una interpretación
imparcial al rey. Hacer lo correcto debe tener prioridad para nosotros, no el
obtener recompensas. ¿Ama tanto a Dios que hace lo que es correcto aunque
signifique renunciar a ganancias personales?
5.21-23 Belsasar conocía la historia de Babilonia,
y por lo tanto sabía la forma en que Dios había humillado a Nabucodonosor. No
obstante, su banquete fue un desafío a la autoridad de Dios. Nadie que entienda
que Dios es el Creador del universo es tan necio de desafiarlo.
5.22 A veces los reyes mataban a los portadores de
malas noticias. Pero Daniel no temió decirle la verdad al rey aunque a este le
desagradara. Debemos tener el valor de decir la verdad a toda costa.
5.24,27 La escritura que estaba en la pared era
para Belsasar. Si bien Belsasar tenía poder y riqueza, su reino era totalmente
corrupto y no podía resistir el juicio de Dios. La hora del juicio de Dios le
llega a todas las personas. Vuélvase de su pecado ahora, pida a Dios que lo
perdone y comience a vivir de acuerdo a Sus normas de justicia.
5.28 Los medos y los persas unieron fuerzas para
derrotar a Babilonia. Este hecho comenzó la segunda fase del sueño de
Nabucodonosor del capitulo 2: el pecho y los brazos de plata.
5.31 Darío y sus soldados entraron en Babilonia
desviando el río que corría a través de la ciudad, y caminando luego sobre el
lecho seco del río.
5.31 Este Darío no debe confundirse con Darío I,
mencionado en Esdras, Hageo y Zacarías, ni con Darío II (el persa), mencionado
en Nehemías. Darío el medo se menciona sólo en el libro de Daniel. Otros
registros no mencionan ningún rey entre Belsasar y Ciro. Por lo tanto, Darío
puede haber sido: (1) designado por Ciro para gobernar Babilonia como provincia
de Persia, (2) otro nombre de Ciro o de su hijo Cambises, o (3) un descendiente
de Asuero a quien por lo general se le llama Jerjes I.
Capítulo 6
6.1-3 Daniel ya tenía más de ochenta años y era uno
de los tres altos funcionarios de Darío. Estaba trabajando con personas que no
creían en su Dios, y era más eficiente y capaz que los demás. El rey pagano se
fijó en él, y Daniel se ganó un lugar de respeto. Una de las mejores formas de
influenciar a los patrones que no son cristianos es trabajando bien. ¿Cómo
representa usted a Dios ante su patrón?
6.4,5 Los oficiales celosos no pudieron encontrar
nada de qué criticar a Daniel, por lo que atacaron su religión. Si usted
encuentra criticas envidiosas debido a su fe, alégrese de que estén criticando
esa parte de su vida. Quizás no hallen más remedio que concentrarse en su
religión. Su respuesta debe ser seguir creyendo y viviendo como se debe. Luego
recuerde que Dios tiene las riendas y está peleando esa batalla por usted.
6.8, 9 En Babilonia, la palabra del rey era la ley.
Sin embargo, cuando se creaba una ley en el imperio medopersa, ni siquiera el
rey podía cambiarla. Darío era un buen gobernante, pero tenía un defecto fatal:
era soberbio. Al apelar a su soberbia, los hombres le hicieron firmar una ley
en la que se autonombraba dios durante treinta días. Esta ley no podía ser
quebrantada ni siquiera por un funcionario tan importante como Daniel. Otro
ejemplo de la naturaleza irrevocable de las leyes de los medos y persas aparece
en Ester 8.8.
6.10 A pesar de que Daniel conocía la ley en contra
de la oración, siguió orando tres veces al día «como de costumbre». Daniel
tenía una vida de oración disciplinada. Nuestras oraciones a menudo son
interrumpidas no por amenazas, sino simplemente por la presión de nuestras
agendas. No permita que las amenazas ni las presiones interrumpan su tiempo de
oración. Ore con regularidad, sin importar lo que suceda, porque la oración es
su conexión vital con Dios.
6.16 Los leones rondaban la campiña y los bosques
de Mesopotamia, y los antiguos les tenían gran respeto. Algunos reyes cazaban
leones por deporte. Los persas capturaban leones, y los mantenían en grandes
parques en donde se les alimentaba y atendía. También utilizaban a los leones
para ejecutar a las personas. Pero Dios tiene formas de librar a su pueblo
(6.22) que uno ni se imagina. Es siempre prematuro ceder antes las presiones de
los incrédulos porque Dios tiene poderes que desconocen. Hasta puede cerrar
bocas de leones.
6.16 Aun los incrédulos notaron la firmeza de
Daniel. Durante su vida de servicio, Daniel había demostrado fiel devoción a
Dios. ¿Qué pueden los incrédulos decir de su vda?
6.21-23 La persona que confía en Dios y le obedece
es intocable hasta que Dios se la lleve. Confiar en Dios equivale a tener una
paz inmensurable. Dios, que libró a Daniel, lo librará a usted. ¿Confía en él
hasta la muerte?
6.25-27 Nabucodonosor creyó en Dios por la
fidelidad de Daniel y sus amigos. Darío también estaba convencido del poder de
Dios debido a que Daniel fue fiel y Dios lo rescató. A pesar de que Daniel
estaba cautivo en una tierra extraña, su devoción a Dios fue un testimonio ante
poderosos gobernantes. Si usted se encuentra en lugares nuevos, aproveche la
oportunidad para hablar del poder de Dios en su vida. Sea fiel a Dios para que
Dios pueda utilizarlo para alcanzar a otros.
COMENTARIO
DE LA PALABRA PARA HOY 5 DE DICIEMBRE 1Juan 4
Capítulo 4
4.1, 2 «No creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus» significa que no debemos creer a todo lo que escuchamos porque
alguien diga que se trata del mensaje inspirado de Dios. Hay muchas formas de
probar a los maestros para descubrir si su mensaje viene realmente de Dios. Una
manera es comparar sus palabras con lo que Dios dice en la Biblia. Otras
pruebas tienen que ver con su entrega al cuerpo de creyentes (2.19), su forma
de vida (3.23, 24) y el fruto de su ministerio (4.6). Pero la mejor de las pruebas,
dice Juan, es lo que creen acerca de Cristo. ¿Enseñan que Jesucristo es
totalmente Dios y totalmente hombre? Nuestro mundo está lleno de voces que
afirman que hablan de parte de Él. Aplique esas pruebas para ver si en realidad
exponen la verdad de Dios.
4.1–3 Algunas personas creen todo lo que leen o escuchan. Desafortunadamente,
muchos conceptos que se imprimen o enseñan no son verdaderos. Los cristianos
deben tener fe pero no deben ser crédulos. Verifique cada mensaje que usted
escucha, a pesar de que la persona que lo diga afirme que es de Dios. Si el
mensaje es realmente de Dios, será compatible con las enseñanzas de Cristo.
4.3 El anticristo será una persona que resuma todo
lo que es malo, y será recibido rápidamente por un mundo malvado. Se le
describe más ampliamente en 2 Tesalonicenses 2.3–12 y Apocalipsis 13. El
«espíritu del anticristo» ya está aquí (véase la nota en 2.18–23).
4.4 Es muy fácil atemorizarse por la perversidad
que vemos a nuestro alrededor y agobiarnos por los problemas que tenemos que
afrontar. Es obvio que la maldad es más fuerte que nosotros. Juan nos asegura,
sin embargo, que Dios es mucho más poderoso. El vencerá todo lo malo ¡y su
Espíritu y su Palabra moran en nuestro corazón!
4.6 Los falsos maestros son populares con el mundo
porque, al igual que los falsos profetas del Antiguo Testamento, dicen lo que
la gente quiere oír. Juan advierte que los cristianos que enseñan con fidelidad
la Palabra de Dios no ganarán ninguna competencia de popularidad en el mundo.
La gente no quiere que se denuncie su pecado ni quiere escuchar las exigencias
de que cambie su conducta. Un falso maestro será bien recibido por los que no
son cristianos.
4.7ss Todos creen que el amor es importante, pero
por lo general pensamos que solo es un sentimiento. En realidad, el amor es una
elección y una acción, como lo muestra 1 Corintios 13.4–7. Dios es la fuente de
nuestro amor: nos amó de tal manera que sacrificó a su Hijo por nosotros.
Jesucristo es nuestro ejemplo de lo que significa amar; cada cosa que Él hizo
en su vida y en su muerte fue amor supremo. El Espíritu Santo nos da el poder
para amar; Él vive en nuestro corazón y nos hace más semejantes a Cristo. El
amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor debe ser
como el de Él. ¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y
las acciones que realiza?
4.8 Juan dice: «Dios es amor» no dice «Amar es
Dios». Nuestro mundo, con su visión trivial y egoísta del amor, ha tergiversado
esas palabras y ha contaminado nuestra comprensión del amor. El mundo piensa
que amor es lo que nos hace sentir bien, y está dispuesto a sacrificar
principios morales y los derechos de los demás a fin de obtener dicho «amor».
Pero en realidad eso no es amor, sino todo lo contrario al amor; es egoísmo. Y
Dios no es esa clase de «amor». El verdadero amor es como Dios: santo, justo y
perfecto. Si de veras conocemos a Dios, debemos amar como Él ama.
4.9 Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios. Aunque
todos los creyentes son hijos de Dios, solo Jesucristo vive en esa relación de
unidad (véase Juan 1.18; 3.16).
4.9, 10 El amor explica (1) por qué Dios crea: como
Él ama, crea personas para amarlas; (2) por qué Dios se interesa: como las ama,
se interesa en las personas pecadoras; (3) por qué tenemos libertad para
escoger: Él espera una reacción de amor de nuestra parte;. (4) por qué Cristo
murió: su amor por nosotros hizo que buscara una solución al problema del
pecado; y (5) por qué recibimos vida eterna: su amor es una expresión eterna.
4.10 Nada pecaminoso ni perverso puede existir en
la presencia de Dios. Él es absolutamente bueno. Él no puede pasar por alto,
tolerar ni excusar el pecado como si no se hubiera cometido. Él nos ama, pero
su amor no lo convierte en una persona de moralidad indiferente. Por lo tanto,
si confiamos en Cristo, no tenemos que sufrir el castigo de nuestros pecados (1
Pedro 2.24). Podemos ser absueltos (Romanos 5.18) por su sacrificio expiatorio.
4.12 Si a Dios nadie lo vio jamás, ¿cómo podremos
conocerlo? Juan expresa en su Evangelio: «El unigénito Hijo, que está en el
seno del Padre, Él le ha dado a conocer» (Juan 1.18). Jesucristo es la perfecta
manifestación de Dios en forma humana y se ha revelado a nosotros. Cuando nos
amamos unos a otros, el Dios invisible se revela a los demás, por medio de
nosotros, y se perfecciona su amor.
4.12 Algunas personas disfrutan de la compañía de los demás. Hacen amistad con
los extraños con facilidad y frecuencia, y están rodeados de muchos amigos.
Otras personas son tímidas o reservadas. Tienen pocos amigos y se sienten
incómodas cuando hablan con personas que no conocen o se mezclan entre la
multitud. Las personas tímidas no tienen que ser extrovertidas a fin de amar a
los demás. Juan no dice a cuántas personas debemos amar sino cuanto debemos
amar a las personas que ya conocemos. Nuestra tarea es amar con fidelidad a las
personas que Dios nos ha dado para amar, sean dos o doscientos. Si Dios ve que
estamos listos para amar a otros, Él se encargará de traerlos hacia nosotros.
Por muy tímidos que seamos, no debemos temer al mandamiento del amor. Dios nos
da la fortaleza para hacer lo que nos pide.
4.13 Cuando llegamos a ser cristianos, recibimos al
Espíritu Santo. La presencia de Dios en nuestra vida es una prueba de que de
veras somos de Él y nos da el poder para amar (Romanos 5.5; 8.9; 2 Corintios
1.22). Dependa de ese poder para llevar el mensaje de Dios a los demás. Cuando
lo haga, adquirirá confianza. Véase también Romanos 8.16.
4.17 El día del juicio es el día final en que
estaremos delante de Cristo y daremos cuenta de nuestros actos. Con Dios en
nosotros por medio de Cristo, no tenemos razón para temer aquel día, porque
hemos sido librados del castigo. Por el contrario, debemos mirar hacia
adelante, al día del juicio, porque significará el fin del pecado y el comienzo
de la relación cara a cara con Jesucristo.
4.18 Si seguimos siendo presa del temor a la
eternidad, al cielo o al juicio de Dios, debemos acordarnos del amor de Dios.
Sabemos que nos ama perfectamente (Romanos 8.38, 39). Podemos resolver nuestros
temores concentrándonos en su amor inmensurable por nosotros, luego
permitiéndole amar a otros por medio de nosotros. Su amor calmará nuestros
temores y nos dará confianza.
4.19 El amor de Dios es la fuente de todo amor
humano, y se esparce como el fuego. Al amar a sus hijos, Él enciende una llama
en sus corazones. Como respuesta, ellos aman a otros, los que son aceptados por
el amor de Dios por medio de ellos.
4.20,21 Es fácil decir que amamos a Dios cuando no
nos cuesta nada más que asistir semanalmente a los cultos. Pero la verdadera
prueba de nuestro amor a Dios consiste en cómo tratamos a quienes están delante
de nosotros: los miembros de nuestra familia y los amigos creyentes. No podemos
amar a Dios si somos negligentes al amar a quienes fueron creados a su imagen.
Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.

No hay comentarios:
Publicar un comentario