LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 4 DE Octubre, Isaías 29,30,
Ariel y sus enemigos
29
1¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, las fiestas sigan su curso. 2Mas yo pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel. 3Porque acamparé contra ti alrededor, y te sitiaré con campamentos, y levantaré contra ti baluartes. 4Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo. 5Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento. 6Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor. 7Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel, y todos los que pelean contra ella y su fortaleza, y los que la ponen en apretura. 8Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion.
Ceguera e hipocresía de Israel
9Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra. 10Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes. 11Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado. 12Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer.
13Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.
15¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?! 16Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
Redención de Israel
17¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque? 18En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. 19Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. 20Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad, 21los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad.
22Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido; 23porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de ellos, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel. 24Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.
La futilidad de confiar en Egipto
30
1¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! 2Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. 3Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en verg:uenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. 4Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus embajadores lleguen a Hanes, 5todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para verg:uenza y aun para oprobio.
6Profecía sobre las bestias del Neguev: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho. 7Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.
8Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre. 9Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; 10que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halag:ueñas, profetizad mentiras; 11dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. 12Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; 13por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente. 14Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo.
15Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, 16sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. 17Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.
Promesa de la gracia de Dios a Israel
18Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
20Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. 22Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.
23Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y ping:ue; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. 24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. 25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.
El juicio de Jehová sobre Asiria
27He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume. 28Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar.
29Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. 30Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo. 31Porque Asiria que hirió con vara, con la voz de Jehová será quebrantada. 32Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos. 33Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 4 DE Octubre, Efesios 6
6
1Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
5Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; 7sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, 8sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
La armadura de Dios
10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Salutaciones finales
21Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, 22el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones.
23Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 24La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén. Rv.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 4 DE Octubre, Isaías 29,30
Capítulo 29
29.1 Ariel es un nombre especial para Jerusalén, la ciudad de David. Puede significar «el león de Dios» (Jerusalén es fuerte como un león) o «el altar de Dios» (Jerusalén es el lugar del altar en el templo. Véase 29.2; Ezequiel 43.15, 16).
29.13, 14 El pueblo clamaba pertenecer a Dios, pero desobedecieron y solo cumplían los ritos externos. Por lo tanto, Dios traería juicio sobre ellos. La religión se convirtió rutinaria en vez de algo real. Cuando habló a los escribas y los fariseos de su época, Jesús citó la condenación de la hipocresía de Israel que hizo Isaías (Mateo 15.7–9; Marcos 7.6, 7). Todos somos capaces de ser hipócritas. A menudo caemos en una rutina de formas cuando adoramos y descuidamos dar a Dios nuestro amor y devoción. Si queremos que se nos llame pueblo de Dios, debemos ser obedientes y adorarle con sinceridad.
29.15 Al pensar que Dios no los veía ni sabía lo que sucedía, el pueblo de Jerusalén trató de ocultarle sus planes. Qué extraño resulta el hecho de que tanta gente piense que puede ocultarse de Dios. En el Salmo 139 aprendemos que Dios nos ha examinado y conoce todo acerca de nosotros. ¿Se avergonzaría usted si sus mejores amigos conocieran sus pensamientos personales? Recuerde que Dios los conoce todos.
29.17-24 El mundo descrito aquí, bajo el gobierno de Cristo, será muy diferente al mundo en que vivimos hoy. No habrá más violencia ni oscuridad. Este nuevo mundo se caracterizará por el gozo, entendimiento, justicia y alabanza a Dios.
Capítulo 30
30.1 «Los hijos que se apartan» son el pueblo de Judá (véase 1.2), los que se han rebelado contra Dios. Las negociaciones para una alianza estaban en camino e Isaías condenó sus planes torcidos. El pueblo de Judá buscó el consejo de todos menos el de Dios. Cuando el miedo nos impulsa, tendemos a buscar consuelo, consejos y alivio en todas partes, esperando encontrar una salida fácil para los problemas. En vez de ello, debemos consultar a Dios. Si bien Él nos da una ayuda de emergencia en tiempos de crisis, prefiere ser nuestro guía a través de nuestra vida. Al leer su Palabra y al procurar con denuedo hacer su voluntad, mantenemos el vínculo que nos proporciona estabilidad por grande que sea la crisis que enfrentemos.
30.2ss El rey Ezequías andaba en busca de una alianza defensiva con Egipto en contra de Senaquerib de Asiria (véase 2 Reyes 18.21).
30.6 Esta profecía se titula «sobre las bestias del Neguev», pero está dirigida a los que llevaron soborno a Egipto a través del desierto en la región del Neguev.
30.10,11 Quizás algunas personas en Judá buscaron refugio en Egipto. En su deseo de seguridad, quisieron escuchar buenas noticias. No recibieron con agrado la verdad que proclamaban los profetas de Dios. A menudo la verdad nos incomoda. Preferimos mentiras e ilusiones cuando nos hacen sentir más seguros. Es mucho mejor enfrentar la realidad que vivir una mentira. No se sienta a gusto con algo que lo haga sentir bien, pero que no es verdad.
30.15 Dios advirtió a Judá que volverse a Egipto y a otras naciones para adquirir fuerza militar, no la salvaría. Solo Dios podía hacerlo. Debieron esperar en Él «en quietud y en confianza». Ninguna cantidad de palabras imprudentes ni actividades precipitadas podía acelerar el gran designio de Dios. No tenemos otra cosa que decir a Dios que gracias. La salvación viene solo de Él. Debido a que nos ha salvado, podemos confiar en Él y permanecer tranquilos con la confianza de que nos dará las fuerzas para enfrentar las dificultades de la vida. Deberíamos echar a un lado nuestro esfuerzo interminable por cuidarnos y permitirle actuar a Él.
30.20 El Señor dio a su pueblo pan de congoja y agua de angustia, pero prometió estar con ellos, enseñarles y guiarles durante los tiempos difíciles. Dios espera mucho de nosotros y en múltiples ocasiones seguirlo quizás sea doloroso, pero Él lo hace por amor a nosotros. La próxima vez que enfrente un tiempo difícil trate de apreciar la experiencia y crecer a partir de ella al aprender lo que Dios quiere enseñarle. Tal vez Dios le esté mostrando su amor al caminar pacientemente con usted a lo largo de la adversidad.
30.21 Cuando el pueblo de Jerusalén abandonaba la senda de Dios, Él los corregía. Hará lo mismo por nosotros. ¡Pero cuando escuchemos su voz de corrección, debemos estar dispuestos a seguirla!
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 4 DE Octubre, Efesios 6
Capítulo 6
6.1,2 Hay una diferencia entre obedecer y honrar. Obedecer significa cumplir lo ordenado; honrar significa mostrar respeto y amor. Los hijos no están obligados a desobedecer a Dios en obediencia a sus padres. A los hijos adultos no se les pide que se subordinen a padres dominantes. Los hijos obedecerán hasta que dejen de estar bajo el cuidado de sus padres, pero la responsabilidad de honrarlos es para siempre.
6.1-4 Si nuestra fe en Cristo es real, por lo general se probará en el hogar, en nuestra relación con quienes nos conocen mejor. Los hijos y los padres tienen responsabilidades mutuas. Los hijos deben honrar a sus padres aun si estos son exigentes e injustos. Los padres deben cuidar de sus hijos con dulzura, a pesar de que sean desobedientes y molestos. Por supuesto que el ideal es que padres e hijos cristianos se relacionen con solicitud y amor. Esto será así si padres e hijos anteponen sus intereses a los del otro, en otras palabras, si se someten entre sí.
6.3 Algunas sociedades honran a sus ancianos, respetan su sabiduría, dan deferencia a su autoridad y buscan su comodidad y satisfacción. Así es como los cristianos deben actuar. Donde los ancianos se respetan, la larga vida es una bendición, no un peso.
6.4 El propósito de la disciplina paterna es ayudar en el crecimiento de los hijos, no herir ni desanimarlos (véanse también Colosenses 3.21). La paternidad no es fácil, requiere mucha paciencia para formar a los hijos en amor, de manera que honre a Cristo. La frustración y el enojo no deben motivarlos a disciplinar. En cambio, los padres deben actuar en amor, tratando a sus hijos como Cristo trató a las personas que amó. Esto es vital en el desarrollo de los hijos y en el concepto que tengan del Señor.
6.5 Los esclavos jugaron un papel importante en la cultura romana. Se estima que hubo varios millones de ellos en el Imperio Romano en este tiempo. Debido a que muchos dueños de esclavos y esclavos llegaron a ser cristianos, la iglesia primitiva tuvo que enfrentar directamente el asunto de las relaciones amo/esclavo. La declaración de Pablo no condena ni condona la institución de la esclavitud. Más bien dice a los amos y a los esclavos cómo vivir juntos en una casa cristiana. En los días de Pablo, las mujeres, los hijos y los esclavos tenían pocos derechos. En la iglesia, sin embargo, disfrutaban libertades que la sociedad les negaba. Pablo dio direcciones firmes a los responsables de estos grupos: esposos, padres y amos.
6.6-8 Las instrucciones de Pablo estimulan responsabilidad e integridad en el trabajo. Los empleados cristianos debieran cumplir con sus tareas como si Jesucristo fuera el supervisor, y los empleadores cristianos debieran tratar a sus empleados con amabilidad y respeto. ¿Se le ha confiado una tarea en la que debe hacer lo mejor que pueda aunque su jefe no se encuentre? ¿Trabaja duro y con entusiasmo? ¿Trata a sus empleados como personas o máquinas? Recuerde, no importa para quién trabaje ni quién trabaja para usted, la única persona a la que en verdad debe querer agradar es a su Padre que está en los cielos.
6.9 Aunque los cristianos pueden estar en diferentes niveles en la sociedad humana, somos iguales delante de Dios. Él no tiene favoritos, nadie es más importante que el otro. La carta de Pablo a Filemón destaca el mismo punto. Filemón, el amo, y Onésimo, su esclavo, eran hermanos delante de Dios.
6.10–17 En la vida cristiana batallamos en contra de fuerzas malignas poderosas, encabezadas por Satanás, un luchador vicioso (véase 1 Pedro 5.8). Para contrarrestar sus ataques, debemos depender de la fortaleza de Dios y usar cada pieza de la armadura. Pablo no solo da este consejo a la Iglesia, el cuerpo de Cristo, sino también a cada individuo dentro de ella. Todo el cuerpo necesita armarse. Cuando usted lucha contra los «gobernadores de las tinieblas», hágalo en la fortaleza de la Iglesia, cuyo poder viene del Espíritu Santo.
6.12 Estos gobernantes malignos, seres satánicos y príncipes de las tinieblas, no son personas sino ángeles caídos a los que Satanás controla. No son simples fantasías, son reales. Enfrentamos un ejército poderoso que tiene por meta destruir la Iglesia de Cristo. Cuando creemos en Cristo y nos unimos a su Iglesia, estos seres vienen a ser nuestros enemigos y emplean todo tipo de ardides para apartarnos de Cristo y hacernos pecar otra vez. Aunque estamos seguros de la victoria, debemos batallar hasta que Cristo venga, porque Satanás lucha constantemente en contra de todos los que están del lado del Señor. Requerimos de poder sobrenatural para vencer a Satanás y Dios nos lo puede dar a través del Espíritu Santo que está en nosotros y su armadura que nos rodea. Si se siente desanimado, recuerde las palabras de Jesús a Pedro: «Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16.18).
6.18 ¿Cómo una persona puede orar en todo tiempo? Una de las maneras es mediante oraciones breves, una respuesta habitual para cada situación que enfrente cotidianamente. Otra forma de hacerlo es ordenar su vida alrededor de los deseos de Dios y de sus enseñanzas, al grado que toda su vida viene a ser una oración. No necesita aislarse de otras personas ni de las actividades diarias para orar sin cesar. Puede convertir la oración en su vida y su vida en oración mientras vive en un mundo que necesita la influencia poderosa de Dios. «Súplica por todos los santos» significa orar por los creyentes en Cristo, también orar por los cristianos que conoce y por la iglesia alrededor del mundo.
6.19,20 Sin sentirse desanimado ni derrotado, Pablo escribió poderosas cartas de estímulo desde la prisión. Pablo no pidió a los efesios que oraran que sus cadenas se les quitaran, sino para que siguiera hablando con denuedo de Cristo a pesar de ellas. Dios puede usarnos en cualquier circunstancia para hacer su voluntad. Aunque pidamos que cambie nuestras circunstancias, debiéramos orar también para que Dios haga realidad su plan a través de nosotros en el lugar en que estemos. Conociendo el propósito eterno de Dios para nuestras vidas, no debemos temer las dificultades.
6.21 Tíquico también se menciona en Hechos 20.4; Colosenses 4.7, 2 Timoteo 4.12 y Tito 3.12.
6.24 Esta carta se escribió a la iglesia en Éfeso, pero también sirvió como circular entre otras iglesias. En esta carta, Pablo destaca la supremacía de Cristo, informa acerca de la naturaleza de la Iglesia, así también de la manera en que los miembros de la iglesia deben vivir y subraya la unidad de todos los creyentes: hombres, mujeres, padres, hijos, amos, esclavos, más allá del sexo, nacionalidad o rango social. El hogar y la iglesia son lugares difíciles para llevar una vida cristiana, porque nuestro verdadero yo se manifiesta ante los que nos conocen bien. La relación cercana entre personas imperfectas puede conducir a problemas o incrementar la fe y la dependencia profunda en Dios. Podemos edificar la unidad en la iglesia mediante una sumisión voluntaria al liderazgo de Cristo y un servicio humilde a los demás. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.
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