Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA EN EL A.T. PARA HOY 3 DE Octubre, Isaías 27,28, 

Liberación y regreso de Israel

27

1En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.

2En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. 3Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. 4No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.

6Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. 7¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? 8Con medida lo castigarás en sus vástagos. El los remueve con su recio viento en el día del aire solano. 9De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. 10Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas. 11Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.

12Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. 13Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.
Condenación de Efraín


28

1¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino! 2He aquí, Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.

5En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.

7Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. 8Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio. 9¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; 11porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. 13La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.


 Amonestación a Jerusalén


14Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. 15Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; 16por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. 17Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 18Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados. 19Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente espanto el entender lo oído. 20La cama será corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse. 21Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. 22Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.

23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo. 29También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría. Amen.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 3 DE Octubre, Efesios 5

Andad como hijos de luz

5

1Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

3Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 4ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7No seáis, pues, partícipes con ellos. 8Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10comprobando lo que es agradable al Señor. 11Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. 14Por lo cual dice:

Despiértate, tú que duermes,

Y levántate de los muertos,

Y te alumbrará Cristo.

15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

 Someteos los unos a los otros

21Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. Amen. Rv.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 3 DE Octubre, Isaías 27,28

Capítulo 27


27.1 «Aquel día» es una referencia sobre el fin del mundo malvado que conocemos. En la literatura siria antigua, el leviatán era un monstruo de siete cabezas, el enemigo del orden creado por Dios. Por lo tanto, Isaías compara la masacre de los malvados con la conquista de un gran enemigo. Si bien el mal es un enemigo poderoso, Dios lo aplastará y lo eliminará de la tierra para siempre.

27.2–6 La viña hollada del capítulo 5 se restaurará en la nueva tierra de Dios. Él protegerá y cuidará la viña, su pueblo. Ya no producirá frutos sin valor, sino que producirá suficiente fruto bueno para todo el mundo. Los gentiles conocerán a Dios a través de Israel.

27.9 Solo Dios puede limpiar el pecado, pero removerlos de su tierra sería el castigo que purificaría al pueblo de Dios. Deuteronomio 28.49–52, 64 explica la advertencia de Dios acerca de estas consecuencias.

27.11 Isaías compara el estado de la vida espiritual de Israel con las ramas secas que se quiebran y se usan como combustible. Los árboles en las Escrituras a menudo representan la vida espiritual. El tronco es el canal de fuerza que proviene de Dios; las ramas son las personas que lo sirven. Las ramas de un árbol en ocasiones se mecen y silban con el viento. Como Israel, pueden secarse debido a la podredumbre interna y volverse inútiles para cualquier cosa excepto producir fuego. ¿Qué clase de rama es usted? Si está marchitándose espiritualmente, analice si sus raíces están firmemente arraigadas en Dios.

27.12 «Trillará» significa «juzgar». El propósito de Dios al juzgar la tierra no es venganza, sino purificación. Quiere corregirnos y conducirnos de nuevo a Él. Dios no nos castiga por el pecado solo para hacernos sufrir, sino para que el fiel esté mejor preparado para un servicio fructífero.


Capítulo 28


28.1 Efraín representa el reino del norte de Israel, gobernado por una sucesión de reyes malvados. Cuando Israel se dividió después del reinado de Salomón, Jerusalén quedó en el reino del sur. Los líderes del reino del norte, deseando permanecer separados por completo de sus parientes del sur, levantaron ídolos para evitar que el pueblo fuera al templo de Jerusalén a adorar (véase 1 Reyes 12). Esto llevó al pueblo del reino del norte a la idolatría. Isaías dio este mensaje a Israel para amonestarlo, así como también a Judá para instarlo a arrepentirse antes de que recibiera el mismo castigo que el reino del norte recibió solo unos años después.

28.9-14 Estos versículos ponen de manifiesto la reacción del pueblo ante Isaías. Es más, decían: «Isaías nos habla como un maestro de escuela lo hace a los niños pequeños. No necesitamos que nos enseñen. Nosotros decidiremos». Por tener esta actitud, Isaías les profetizó que los asirios les enseñarían de una manera que les gustaría mucho menos.

28.15 Judá temía a los asirios, «el turbión del azote». En vez de confiar en Dios, se volvió a otras fuentes de seguridad. Dios la acusó de negociar con la muerte. Se usa esto para significar la tumba o el estado de la muerte. Quizás este pasaje se refiera a la alianza que Ezequías hizo con el rey Tirhaca (faraón de la XXV dinastía, la etíope, de Egipto) en contra de Asiria (2 Reyes 19.9; Isaías 37.9). Dios cancelaría este acuerdo. Egipto no ayudaría cuando Asiria atacara. ¿Vale la pena vender nuestras creencias por una protección temporal en contra de un enemigo? Si quiere una protección perdurable, vuélvase al único que puede salvarlo de la muerte eterna: Dios.

28.16 Si va a construir algo, necesita una base firme. Isaías habla de una piedra angular, que se colocará en Sion. Esta piedra angular es el Mesías, el cimiento sobre el que construimos nuestras vidas. ¿Está su vida construida sobre la base frágil de sus propios éxitos o sueños? ¿O está establecida sobre un cimiento firme (véanse Salmo 118.22; 1 Pedro 2.8)?

28.21 Dios luchó a favor de Josué en el valle de Gabaón (Josué 10.1–14) y a favor de David en Baal-perazim (2 Samuel 5.20). Pero ahora lucharía en contra de Israel, su pueblo, en estos mismos lugares.

28.23-29 El agricultor utiliza herramientas especiales para sembrar y cosechar las plantas delicadas para no destruirlas. Se preocupa de su fragilidad. Toma en cuenta todas nuestras circunstancias y debilidades personales. Debemos seguir su ejemplo cuando tratemos a otros. Cada persona necesita un trato diferente. Identifíquese con las necesidades de quienes lo rodean y el trato especial que quizás les haga falta.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 3 DE Octubre en el N. T.  Efesios 5

Capítulo 5

5.1,2 Así como los hijos imitan a sus padres, también debiéramos imitar a Cristo. Su gran amor lo condujo a sacrificarse por nosotros de manera que pudiéramos vivir. Nuestro amor por otros debiera ser de la misma clase, un amor que va más allá del afecto, a un servicio de autosacrificio.

5.4 Las obscenidades o las vulgaridades son tan comunes que empezamos a aceptarlas. La advertencia de Pablo, sin embargo, indica que el vocabulario perverso no será parte del diálogo cristiano porque no refleja la presencia de Dios en nosotros. ¿Cómo podemos alabar a Dios y recordarle a los demás sus bondades cuando nos dedicamos a hablar en forma liviana?

5.5–7 Pablo no prohibe el contacto con los inconversos. Jesús enseñó a sus seguidores a ser amigo de pecadores para conducirlos a Él (Lucas 5.30–32). Más bien Pablo se refiere a pasar por alto o adoptar la forma de vida de quienes se amparan en excusas para conductas negativas y trasmitirlas a otros mientras están en la iglesia o fuera de ella. Ese tipo de personas pueden contaminar con rapidez la iglesia y poner en peligro su unidad y propósito. Debemos ser amigos de los incrédulos si vamos a guiarlos a Cristo, pero debemos actuar con cautela con los viciosos, inmorales o los que se oponen a todo lo que el cristianismo postula. Esa clase de personas tienden más a influir en nosotros con lo malo que lo que podamos hacer para influir en ellos con lo bueno.

5.8 Como hijos de luz sus acciones debieran reflejar su fe. Debiéramos llevar vidas morales de modo que reflejemos la bondad de Dios en favor de otros. Esto es lo que destacó Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 5.15.16).

5.10-14 Es importante evitar «las obras infructuosas de las tinieblas» (todo placer o actividad que derive en pecado), pero debemos ir un poco más allá. Pablo nos instruye a reprenderlos y denunciarlos ya que a menudo nuestro silencio puede interpretarse como aprobación. Dios necesita personas que defiendan lo bueno. Dondequiera que esté, hable con amabilidad de lo que es bueno y verdadero.

5.14 Esta no es una referencia directa de las Escrituras, sino que quizás se tomó de un himno muy conocido por los efesios. Tal parece que el himno se basa en Isaías 26.19; 51.17; 52.1; 60.1 y Malaquías 4.2. Pablo apela a los efesios a que despierten y se den cuenta de la condición peligrosa en la que algunos duermen.

5.15,16 Al decir «los días son malos», Pablo comunica su sentido de urgencia debido a lo sutil que es lo malo. Necesitamos el mismo sentido de urgencia porque también nuestros días son difíciles. Debemos mantener nuestras normas en alto, actuar sabiamente y hacer lo bueno, tanto como nos sea posible.

5.18 Pablo contrasta la embriaguez con vino, lo que produce una «alegría» temporal, con estar llenos del Espíritu, lo que produce un gozo duradero. La embriaguez con vino se relaciona a la antigua manera de vivir y a los deseos egoístas. En Cristo tenemos un gozo mejor, más alto y perdurable para curar nuestra depresión, monotonía o tensión. Lo que importa no es la cantidad del Espíritu que tengamos, sino cuánto de nosotros tiene de Espíritu Santo. Debemos someternos cada día a su dirección y sumergirnos en su poder.

5.20 Cuando se halla decaído es muy difícil dar gracias. Anímese, Dios obra siempre para bien si le amamos y encajamos en sus planes (Romanos 8.28). Gracias a Dios, no por sus problemas, sino por la firmeza que se edifica en usted mediante las experiencias difíciles que le tocan enfrentar. Puede estar seguro de que el amor perfecto de Dios lo ayudará.

5.21, 22 A menudo, la palabra sumisión se usa mal. No significa convertirse en un una persona de poco carácter. Cristo, ante quien se doblará «toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra» (Filipenses 2.10), sometió su voluntad al Padre y honramos a Cristo al seguir su ejemplo. Cuando nos sometemos a Dios, tenemos buena disposición de obedecer sus mandamientos relacionados con someternos a otros, o sea, subordinar nuestros derechos a los de ellos. En una relación conyugal, ambos esposos tienen el llamado a someterse. Para la esposa, esto significa sujetarse voluntariamente al liderazgo de su esposo en Cristo. Para el esposo significa echar a un lado sus intereses a fin de cuidar a su esposa. La sumisión rara vez es un problema en hogares en los que los esposos mantienen una sólida relación con Cristo y en el que cada uno está interesado en la felicidad del otro.

5.22–24 En los tiempos de Pablo, la mayoría de las mujeres, hijos y esclavos permanecían sumisos a la cabeza de la familia, los esclavos hasta la obtención de su libertad, los hijos varones hasta que crecían y las mujeres toda su vida. Pablo enfatiza la igualdad de los creyentes en Cristo (Gálatas 3.28), pero no sugiere rebelarse contra la sociedad romana para lograrlo. En cambio, aconseja someterse unos a otros por elección: las esposas a los esposos y también los esposos a las esposas; los esclavos a los amos y también los amos a los esclavos, los hijos a los padres y también los padres a los hijos. Este tipo de mutua sumisión preserva el orden y la armonía en la familia, mientras incrementa el amor y el respeto entre los que la integran.

5.22-24 Aunque algunos distorsionaron las enseñanzas de Pablo relacionadas con la sumisión, dando poder sin límites a los esposos, no podemos dar rodeos aquí; Pablo dice a las esposas que deben someterse a sus esposos. El hecho de que una enseñanza no sea popular no es una razón para descartarla. De acuerdo a la Biblia, el hombre es la cabeza espiritual de la familia y su esposa lo acompaña en el liderazgo. Pero el verdadero liderazgo espiritual es servicio. Así como Cristo sirvió a sus discípulos, aun al punto de lavar los pies de ellos, también el esposo debe servir a su esposa. Un esposo sabio que honra a Cristo no sacará ventaja de su papel, y una esposa sabia que honra a Cristo no procurará menospreciar el liderazgo de su esposo. Si esto se toma en cuenta, se evitará la desunión y la fricción en el matrimonio.

5.22–28 ¿Por qué Pablo dice a las esposas que se sometan y a los esposos que amen? Quizás porque las mujeres cristianas, nuevas en Cristo, hallaban que la sumisión era difícil; y los hombres cristianos, a la usanza romana, daban poder sin límites a la cabeza de la familia, motivando que las esposas no se trataran con respeto y amor. Naturalmente, tanto esposos como esposas, debieran someterse (5.21) y amarse entre sí.

5.25ss Algunos cristianos piensan que la enseñanza de Pablo fue negativa en relación con el matrimonio debido al consejo que dio en 1 Corintios 7.32–38. Estos versículos en Efesios, sin embargo, muestran una visión elevada del matrimonio. Aquí el matrimonio no es una necesidad práctica ni una cura para el deseo sexual, sino una figura de la relación entre Cristo y su Iglesia. ¿Por qué la aparente diferencia? El consejo de Pablo en 1 Corintios se señala debido a un estado de emergencia durante tiempos de persecución y crisis. El consejo de Pablo a los efesios es más el ideal bíblico para el matrimonio. El matrimonio, para Pablo, es una unión santa, un símbolo viviente, una preciosa relación que merece amor, atención autosacrificial.

5.25–30 Pablo reitera a los esposos que amen a sus esposas, lo que no hace al pedir a las esposas que se sometan a sus esposos. ¿Cómo debiera amar un hombre a su esposa? (1) Debiera estar dispuesto a sacrificar cualquier cosa por ella. (2) Debiera buscar su felicidad como asunto de primera importancia. (3) Debiera cuidarla como cuida su cuerpo. Ninguna esposa necesita temer someterse a un hombre que la trata así.

5.26, 27 La muerte de Cristo santifica y purifica la Iglesia. Él nos limpia de la vieja manera de vivir del pecado y nos aparta para un servicio santo especial (Hebreos 10.29; 13.12). Cristo limpia la iglesia por el «lavamiento» del bautismo. A través del bautismo nos preparamos para formar parte de la iglesia, así como las novias del Cercano Oriente antiguo se preparaban para el matrimonio con un baño ceremonial. Es la Palabra de Dios la que nos limpia (Juan 17.17; Tito 3.5).

5.31–33 La unión de esposa y esposo combina dos personas de tal manera que lo insignificante no puede afectar a uno sin que también afecte al otro. La unidad en el matrimonio no significa pérdida de personalidad en la personalidad del otro. En cambio, significa cuidar del cónyuge como se cuida uno mismo, incluye captar las necesidades del otro por anticipado, es ayudar a que la otra persona llegue a ser la totalidad de lo que pueda llegar a ser. La historia de la creación narra el plan de Dios, en el que los esposos debieran ser uno (Génesis 2.24) y también Jesús se refiere a este plan (Mateo 19.4–6). Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.


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