LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE OCTUBRE. Jeremías 17,18,19.
El pecado escrito en el corazón de Judá
17
1El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, 2mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus imágenes de Asera, que están junto a los árboles frondosos y en los collados altos, 3sobre las montañas y sobre el campo. Todos tus tesoros entregaré al pillaje por el pecado de tus lugares altos en todo tu territorio. 4Y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá.
5Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. 6Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
7Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
9Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
11Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato.
12Trono de gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario. 13¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
14Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza. 15He aquí que ellos me dicen: ¿Dónde está la palabra de Jehová? ¡Que se cumpla ahora! 16Mas yo no he ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia. 17No me seas tú por espanto, pues mi refugio eres tú en el día malo. 18Avergüéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo; asómbrense ellos, y yo no me asombre; trae sobre ellos día malo, y quebrántalos con doble quebrantamiento.
Observancia del día de reposo
19Así me ha dicho Jehová: Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte en todas las puertas de Jerusalén, 20y diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas. 21Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo,* y de meterla por las puertas de Jerusalén. 22Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo,* ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo,* como mandé a vuestros padres. 23Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección.
24No obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en el día de reposo,* sino que santificareis el día de reposo,* no haciendo en él ningún trabajo, 25entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre. 26Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová. 27Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo,* y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo,* yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará.
La señal del alfarero y el barro
18
1Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. 7En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. 8Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, 9y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. 10Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle.
11Ahora, pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras. 12Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón.
13Por tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel. 14¿Faltará la nieve del Líbano de la piedra del campo? ¿Faltarán las aguas frías que corren de lejanas tierras? 15Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado, 16para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza. 17Como viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.
Conspiración del pueblo y oración de Jeremías
18Y dijeron: Venid y maquinemos contra Jeremías; porque la ley no faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras.
19Oh Jehová, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo. 20¿Se da mal por bien, para que hayan cavado hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira. 21Por tanto, entrega sus hijos a hambre, dispérsalos por medio de la espada, y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada en la guerra. 22Oigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos. 23Pero tú, oh Jehová, conoces todo su consejo contra mí para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu enojo.
La señal de la vasija rota
19
1Así dijo Jehová: Ve y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes; 2y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré. 3Dirás, pues: Oíd palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oyere, le retiñan los oídos. 4Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes. 5Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. 6Por tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza. 7Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 8Pondré a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará sobre toda su destrucción. 9Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas.
10Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van contigo, 11y les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una vasija de barro, que no se puede restaurar más; y en Tofet se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar. 12Así haré a este lugar, dice Jehová, y a sus moradores, poniendo esta ciudad como Tofet. 13Las casas de Jerusalén, y las casas de los reyes de Judá, serán como el lugar de Tofet, inmundas, por todas las casas sobre cuyos tejados ofrecieron incienso a todo el ejército del cielo, y vertieron libaciones a dioses ajenos.
14Y volvió Jeremías de Tofet, adonde le envió Jehová a profetizar, y se paró en el atrio de la casa de Jehová y dijo a todo el pueblo: 15Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE OCTUBRE. 1Timoteo 6
6
1Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina. 2Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio. Esto enseña y exhorta.
Piedad y contentamiento
3Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. 6Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
La buena batalla de la fe
11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
17A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
Encargo final de Pablo a Timoteo
20Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE OCTUBRE. Jeremías 17,18,19.
Capítulo 17
17.1 El pueblo de Dios siguió pecando a pesar de que tenían la Ley, los profetas de Dios y una historia llena de sus milagros. ¿Cómo pudieron hacerlo? ¿Por qué continuamos amando el pecado aun cuando entendemos las consecuencias eternas? Jeremías dice que el corazón es engañoso (17.9) y «el pecado de Judá escrito está[...] en la tabla de su corazón». Los hebreos simbolizaron los aspectos variados de una persona al localizarlos en ciertos órganos físicos. El corazón era el órgano de la razón, inteligencia y voluntad. Es tan profunda nuestra tendencia al pecado que solo la redención de Dios puede liberarnos.
17.5–8 Aquí se contrastan dos clases de personas: los que confían en el ser humano y los que confían en Dios. El pueblo de Judá confiaba en dioses falsos y en alianzas militares y no en Dios. Por lo tanto, fueron áridos y sin frutos. En contraste, los que confían en el Señor florecen como árboles plantados junto al agua (Salmo 1). En tiempos difíciles, quienes confían en el ser humano se empobrecerán y serán débiles espiritualmente, así que no tendrán fuerzas a las que recurrir. Sin embargo, quienes confían en el Señor tendrán abundante fortaleza, no solo para sus necesidades, sino para las de los demás. ¿Está satisfecho de no llevar frutos o, como un árbol bien regado, tiene fuerzas para los tiempos de crisis y algo más para dar a otros mientras usted lleva fruto para el Señor?
17.9,10 Dios aclara por qué pecamos: es un asunto del corazón. Nuestros corazones han estado inclinados hacia el pecado desde el momento en que nacimos. Es fácil caer en la rutina de olvidar y abandonar a Dios. Pero aún podemos decidir si continuamos o no en pecado. Podemos ceder a una tentación específica, o podemos pedir ayuda a Dios para resistir la tentación cuando esta llegue.
17.11 Hay un buen camino y un mal camino para realizar cualquier tarea. Jeremías dice que el hombre que se enriquece mediante el engaño terminará insensato y pobre. Ya sea en el trabajo, en la escuela o en el juego, debemos luchar por ser honestos en nuestros tratos. Obtener un ascenso, pasar un examen o ganar prestigio con injusticia nunca traerá bendición de Dios ni felicidad duradera.
17.19–27 El pueblo usaba el día de reposo, su día de descanso (Éxodo 20.8–11), para trabajar. Consideraban que hacer dinero era más importante que cumplir la Ley de Dios. Si se arrepentían y ponían a Dios en el primer lugar de sus vidas, Dios prometía honrarlos entre las naciones. Un siglo más tarde, cuando Nehemías guió a los cautivos hacia Jerusalén, una de sus más importantes reformas fue la de volver a instituir el día de reposo (Nehemías 13.15–22).
17.26 El Neguev es la parte sur de Judá.
Capítulo 18
18.1–19.15 Las parábolas de estos capítulos, quizás escritas durante los primeros años del reinado de Joacim, ilustran la soberanía de Dios sobre la nación. Dios tiene poder sobre el barro (Judá) y Él sigue trabajando para convertirlo en una vasija útil. Sin embargo, Judá debía arrepentirse pronto o el barro se endurecería en la forma equivocada. Entonces carecería de valor y lo quebrarían y destruirían.
18.6 Conforme el alfarero moldeaba o daba forma a la vasija de barro en su rueda, a menudo iban apareciendo los defectos. El alfarero tenía poder sobre el barro, para dejar los defectos o para volver a moldear la vasija. Asimismo, Dios tenía poder para volver a dar forma a la nación y conformarla según sus propósitos. Nuestra estrategia no debería ser volvernos inconscientes ni pasivos (un aspecto del barro), sino con voluntad y receptivos al impacto de Dios en nosotros. En la medida que se lo permitimos, Dios vuelve a darnos forma para que seamos vasijas valiosas
8.12 Nuestra sociedad admira la agresividad, independencia y desafío a la autoridad. En una relación con Dios estas cualidades se transforman en testarudez, presunción y resistencia a escuchar o cambiar. Si no se controla, la testarudez se convierte en un estilo de vida hostil a Dios.
18.18 Las palabras y las acciones de Jeremías fueron un reto para la conducta social y moral del pueblo. Habló abiertamente sobre reyes, príncipes, sacerdotes y profetas, escribas y sabios (4.9; 8.8, 9). No temía hacer una crítica poco popular. El pueblo podía decidir si obedecerlo o silenciarlo. Eligieron lo último. No pensaron que necesitaban a Jeremías, sus falsos profetas les decían lo que querían escuchar. ¿Cómo responde usted a la crítica? Escuche con cuidado, quizás Dios esté tratando de decirle algo.
Capítulo 19
19.6 El valle del hijo de Hinom era el basurero de Jerusalén y donde se sacrificaban los niños al dios Moloc. También se menciona en 7.31, 32. Tofet estaba localizado en el valle que significa «ardiendo» y tal vez era el lugar donde se quemaban a los niños sacrificados.
19.7–13 La horrible carnicería que predijo Jeremías sucedió en dos ocasiones, durante la invasión babilónica bajo el gobierno de Nabucodonosor en el año 586 a.C. y en el 70 d.C., cuando Tito destruyó Jerusalén. Durante el sitio babilónico, la comida escaseó tanto que la gente se volvió caníbal, incluso se comían a sus hijos. (Si desea más información sobre profecías relacionadas con esto, véanse Levítico 26.29; Deuteronomio 28.53–57; y véase 2 Reyes 6.28, 29; Lamentaciones 2.20; 4.10 donde se narran los sucesos actuales.)
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE OCTUBRE. 1Timoteo 6
Capítulo 6
6.1, 2 En la cultura de Pablo había una gran brecha social y legal que separaba a los amos de los esclavos. Pero como cristianos, los amos y los esclavos llegaron a ser espiritualmente iguales, hermanos y hermanas en Cristo Jesús (Gálatas 3.28). Pablo no habló contra la esclavitud, pero dio pautas para los esclavos cristianos y los amos cristianos. Su consejo para la relación amo/esclavo puede ser aplicado a la relación empleador/empleado de hoy en día. Los empleados deben trabajar con ahinco, mostrando respeto por sus empleadores. A su vez, los empleadores deben ser justos (Efesios 6.5–9; Colosenses 3.22–25). Nuestro trabajo debe reflejar nuestra fidelidad y amor a Cristo.
6.3-5 Pablo le dijo a Timoteo que se apartara de aquellos que predicaban solo para hacer dinero, y de aquellos que se desviaban de las sanas enseñanzas del evangelio y se involucraban en discusiones que causaban disensión en la iglesia. El conocimiento de una persona acerca de detalles en materia teológica no debería convertirse en la base para enseñorearse sobre otros o para hacer dinero. Manténgase alejado de las personas que sólo quieren discutir.
6.6 Esta afirmación es la clave para el crecimiento espiritual y la satisfacción personal. Debemos honrar a Dios y centrar nuestros deseos en Él («piedad», véase Mateo 6.33), y debemos contentarnos con lo que Dios está haciendo en nuestras vidas (véase Filipenses 4.11–13).
6.6–10 A pesar de la abrumadora evidencia en sentido contrario, la mayoría de la gente todavía cree que el dinero trae la felicidad. Gente rica que ansía ser más rica puede ser atrapada en un ciclo sin fin que sólo termina en ruina y destrucción. ¿Cómo puede usted mantenerse alejado del amor al dinero? Pablo nos da algunas instrucciones: (1) Tome conciencia que un día todas las riquezas desaparecerán (6.7, 17); (2) conténtese con lo que tiene (6.8); (3) cuídese con lo que esté pensando hacer para tener más dinero (6.9, 10); (4) ame a la gente más que al dinero (6.11); (5) ame la obra de Dios más que al dinero (6.11); (6) comparta libremente con otros lo que tiene (6.18). (Véase Proverbios 30.7–9 para más información de cómo evitar el amor al dinero.)
6.8 Con frecuencia ayuda distinguir entre necesidades y deseos. Puede que tengamos todo lo que necesitamos para vivir, pero nos volvemos ansiosos y desconformes por lo que simplemente deseamos. Como Pablo, podemos decidir estar contentos sin tener todo lo que deseamos. La única alternativa es ser esclavos de nuestros deseos.
6.10 La avaricia conduce a toda clase de maldad: problemas matrimoniales, robo, disputa entre socios. Para gobernar la avaricia debe controlarla en sus raíces. Despójese del deseo de ser rico.
6.11,12 Pablo utiliza verbos activos y enérgicos para describir la vida cristiana: huir, perseguir, pelear, echar mano. Algunos piensan que el Cristianismo es una religión pasiva que prefiere esperar hasta que Dios actúe. Pero debemos tener una fe activa, obedeciendo a Dios con valor y hacer lo que sabemos que es correcto. ¿Es tiempo de que entre en acción? ¡No espere, actúe!
6.13 El juicio de Jesús ante Pilato se registra en los Evangelios: Mateo 27.11–26; Marcos 15.1–15; Lucas 23.1–25; Juan 18.28–19.16.
6.13–16 Pablo concluye exhortando a Timoteo a que guarde «el mandamiento», refiriéndose a los mandamientos que Cristo ha dado a su iglesia, o quizás a la promesa de Timoteo de servir a Cristo. La propia confesión de fe de Timoteo es comparada a la de Cristo ante Pilato.
6.17-19 Éfeso era una ciudad opulenta y la iglesia allí probablemente tenía muchos miembros ricos. Pablo aconseja a Timoteo tratar con cualquier problema potencial enseñando que la posesión de riquezas involucra una gran responsabilidad. Los que tienen dinero deben ser generosos, pero no deben ser arrogantes solo porque tienen mucho que dar. Deben tener cuidado en no poner, para su seguridad, su esperanza en el dinero, sino en el Dios viviente. Aun si no tenemos riqueza material, podemos ser ricos en buenas obras. No importa cuán pobres seamos, siempre tenemos algo para compartir con alguien.
6.21 El libro de 1 Timoteo provee instrucciones para las iglesias locales, incluyendo normas para la adoración pública y requisitos para los supervisores (ancianos y pastores), diáconos y obreros especiales de la iglesia (viudas). Pablo dice a los líderes de la iglesia que deben corregir doctrinas erróneas y que deben tratar a todos con justicia y amor. La iglesia no ha sido organizada para el beneficio de la organización, sino para que Cristo sea honrado y glorificado en medio de ella. Mientras estudia estas directrices, no pase por alto los aspectos más importantes en la vida de la iglesia: conocer a Dios, trabajar juntos en armonía fraterna y llevar las buenas nuevas de Dios al mundo. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.
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