Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 16 DE OCTUBRE. Isaías 59,60,61.

Confesión del pecado de Israel

59

1He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. 3Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. 4No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. 5Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras. 6Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. 7Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. 8No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.

9Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. 10Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. 11Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros. 12Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: 13el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira. 14Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. 15Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. 16Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. 17Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto, 18como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. 19Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. 20Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.

21Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.

 La futura gloria de Sion

60

1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.

4Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. 5Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. 6Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. 7Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.

8¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? 9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.

10Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. 12Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. 13La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. 14Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel.

15En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 16Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

17En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 18Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.

19El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. 20No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. 21Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. 22El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.

 Buenas nuevas de salvación para Sion

61

1El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 4Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.

5Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. 6Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. 7En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo.

8Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. 9Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová.

10En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. 11Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 16 DE OCTUBRE. 1Tesalonicenses 4

La vida que agrada a Dios

4

1Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. 2Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; 3pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 7Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 8Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

9Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; 10y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más; 11y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

 La venida del Señor

13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 16 DE OCTUBRE. Isaías 59,60,61.

Capítulo 59

59.1-14 El pecado ofende a nuestro Dios santo y nos separa de Él. Debido a que Él es santo, no puede pasar por alto, disculpar ni tolerar el pecado como si no importara. El pecado separa a la gente de Dios, forma un muro que aísla a Dios de la gente que Él ama. No nos cabe duda por qué esta larga lista de pecados despreciables provoca la ira de Dios y lo obliga a mirar hacia otro lado. La gente que muere con pecados sin perdonar se aparta para siempre de Él. Dios quiere que vivan con Él para siempre, pero no puede llevarlos ante su santa presencia a menos que sean limpios de sus pecados. ¿Ha confesado sus pecados a Dios permitiéndole que lo limpie de ellos? El Señor puede salvarlo si usted se vuelve a Él.

59.15 Debido a la rebelión intencional y persistente de Israel (capítulos 56–59), la nación se volvió incapaz de tomar medidas en contra de sus pecados. El pecado llena el vacío dejado cuando la verdad de Dios ya no satura nuestras vidas. Solo Dios puede derrotar el pecado.

59.16, 17 Dios rescataría a la nación de los ejércitos enemigos (Asiria y Babilonia) y también castigaría a los israelitas malvados. Además, rescataría a su pueblo del pecado. Ya que esta es una tarea imposible para cualquier humano, Dios mismo, como el Mesías, vendría personalmente para ayudarlos (Romanos 11.26, 27). Ya sea que pequemos una sola vez o muchas veces, por rebelión o desconocimiento, nuestro pecado nos separa de Dios y seguirá así hasta que Él nos perdone y lo borre.

59.21 Cuando el Espíritu Santo habita en su pueblo, este cambia. Sus deseos anteriores ya no los seducen, ahora su meta principal es agradar a Dios. Los cristianos de hoy somos herederos de esta profecía. Somos capaces de responder a la voluntad de Dios y distinguir entre el bien y el mal. Se nos ha dado el discernimiento entre el bien y el mal debido a que el Espíritu Santo mora dentro de nosotros (Juan 14.26; Filipenses 2.13; Hebreos 5.14).

Capítulo 60

60.1ss A medida que leemos estas promesas, anhelamos su cumplimiento. Pero debemos esperar con paciencia el tiempo de Dios. Él controla la historia y entreteje nuestras vidas en su plan.

60.6,7 Los lugares mencionados pertenecían a tribus poco conocidas del desierto de Arabia, cientos de kilómetros lejos de Israel. Toda la gente vendría a Jerusalén porque Dios viviría allí y su luz los atraerían. No se desaliente cuando mire a su alrededor y vea que muy pocas personas se vuelven a Dios. Un día toda la gente alrededor del mundo lo reconocerá como el único Dios verdadero.

60.19, 20 Véase Apocalipsis 21.23, 24 y 22.5 donde también se promete esta bella realidad.

Capítulo 61

61.1, 2 Jesús citó estas palabras en Lucas 4.18, 19. Cuando leyó para el pueblo en la sinagoga, se detuvo en la mitad de 61.2 después de las palabras «a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová». Cerrando el libro, dijo: «Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros» (Lucas 4.21). El resto de 61.2, «y el día de venganza del Dios nuestro», se cumplirá cuando Jesús vuelva a la tierra otra vez. Ahora estamos bajo el favor de Dios, su ira aún no ha llegado.

61.6 Bajo el antiguo pacto, Dios ordenó a los sacerdotes de Israel que se pararan entre Él y su pueblo. Llevaban la Palabra de Dios al pueblo, y las necesidades y los pecados del pueblo a Dios. Bajo el nuevo pacto, todos los creyentes son sacerdotes ante Dios, leyendo la Palabra de Dios y procurando comprenderla, confesando sus pecados directamente a Dios y ministrando a otros.

61.8 Sufrimos por muchas razones: nuestros errores, las faltas de otros, la injusticia. Cuando sufrimos por nuestros errores, obtenemos lo merecido. Cuando sufrimos a causa de otros o por la injusticia, Dios se enoja. Dios en su misericordia dice que su pueblo ha sufrido bastante. Recompensará a los que sufren por la injusticia. Dios saldará las cuentas.

61.10 La palabra «me» puede referirse al Mesías, la persona ungida por el Espíritu de Jehová (61.1), o a Sion (62.1) que simboliza el pueblo de Dios. El lenguaje figurado del Novio o Esposo se utiliza en la Escritura a menudo para describir al Mesías (véase Mateo 9.15), mientras que el lenguaje figurado de Novia o Esposa se utiliza para describir al pueblo de Dios (véase Apocalipsis 19.6–8). Nosotros también podemos vestirnos con la justicia de Cristo cuando creemos en Él (2 Corintios 5.21).


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 16 DE OCTUBRE. 1Tesalonicenses 4

Capítulo 4

4.1–8 Las actividades y deseos sexuales deben ser puestos bajo el control de Cristo. Dios creó el sexo para la procreación y el placer y como una expresión de amor entre un esposo y su esposa. La experiencia sexual debe limitarse a la relación matrimonial para evitar herirnos a nosotros mismos, dañar nuestra relación con Dios y con otros.

4.11,12 La vida cristiana es más que simplemente amar a otros cristianos. Debemos ser responsables en todas las áreas de la vida. Algunos de los cristianos de Tesalónica habían adoptado una vida de ociosidad, dependiendo de las limosnas de otros. Algunos griegos menospreciaban el trabajo manual. Así que Pablo les dijo a los tesalonicenses que trabajaran duro y llevaran una vida sobria. Usted no puede ser efectivo en compartir su fe con otros si estos no lo respetan. Todo lo que haga, hágalo con fidelidad y sea una fuerza positiva en la sociedad.

4.13ss Los tesalonicenses se preguntaban por qué muchos creyentes dormían (habían muerto) y qué pasaría con ellos cuando Cristo regresara. Pablo quería que los tesalonicenses comprendieran que la muerte no es el final de la historia. Cuando Cristo regrese, todos los creyentes —muertos y vivos— se reunirán, para no volver a sufrir o morir.

4.15–18 Porque Jesucristo resucitó, todos los creyentes también resucitaremos. Todos los cristianos, incluyendo aquellos que estén vivos cuando Cristo regrese, vivirán con Él para siempre. Por lo tanto, no debemos desesperar cuando un ser querido muere o cuando los acontecimientos mundiales siguen un rumbo trágico. Dios convertirá nuestras tragedias en triunfos, nuestra pobreza en riqueza, nuestro dolor en gloria y nuestra derrota en victoria. Todos los creyentes a través de la historia se volverán a unir en la misma presencia de Dios, salva y segura. Como Pablo consoló a los tesalonicenses con la promesa de la resurrección, nosotros también debiéramos consolarnos y tranquilizarnos unos a otros con esta gran esperanza.

4.16 Un arcángel es un ángel de mayor categoría o más santo asignado a una tarea especial. El único arcángel que se menciona en el Nuevo Testamento es Miguel (Judas 9). Biblia del Diario Vivir.


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