LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 14 DE OCTUBRE. Isaías 53,54,55.
53
1¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
El amor eterno de Jehová hacia Israel
54
1Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. 2Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
4No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. 5Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. 6Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. 7Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. 8Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
9Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 10Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
11Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. 14Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. 15Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
Misericordia gratuita para todos
55
1A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. 4He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. 5He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
6Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
12Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 14 DE OCTUBRE. 1Tesalonicenses 2
Ministerio de Pablo en Tesalónica
2
1Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; 2pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. 3Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, 4sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. 5Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; 6ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. 7Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. 8Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.
9Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. 10Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; 11así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, 12y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.
13Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 14Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, 15los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.
Ausencia de Pablo de la iglesia
17Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro; 18por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó. 19Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 20Vosotros sois nuestra gloria y gozo. Amen. Rv.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 14 DE OCTUBRE. Isaías 53,54,55.
Capítulo 53
53.1ss Este capítulo sigue hablando del Mesías, Jesús, quien sufriría por el pecado de todos. ¡Una profecía así es sorprendente! ¿Quién creería que Dios decidiría salvar al mundo mediante un Siervo humilde y sufrido en vez de un rey glorioso? La idea es contraria al orgullo humano y a la manera de pensar del mundo. Sin embargo, Dios trabaja a menudo en formas inesperadas. La fortaleza del Mesías se muestra a través de su humildad, sufrimiento y misericordia.
53.2 No había nada en la apariencia física de este Siervo que fuera atractivo. Israel calculó mal la importancia del Siervo, lo considerarían como un hombre común. Pero aun cuando Jesús no atraía por su apariencia física, trajo salvación y sanidad. Mucha gente calcula mal la importancia de la vida y obra de Jesús, y necesitan cristianos para señalar su extraordinaria naturaleza.
53.3 Este varón de dolores lo despreciaron y rechazaron los que estaban a su alrededor y hasta el día de hoy sucede lo mismo. Algunos lo rechazan porque se le oponen. Otros desprecian a Cristo y su gran don de perdón. ¿Usted lo rechaza, lo olvida o lo acepta?
53.4,5 ¿Cómo podía una persona del Antiguo Testamento entender la idea de Cristo muriendo por nuestras culpas (rebeliones y pecados), en realidad cargando con el castigo que merecíamos? Los sacrificios sugerían esta idea, pero una cosa es matar a un cordero y otra muy distinta es pensar en el Siervo escogido de Dios ocupando el lugar del cordero. Pero Dios descorría a un costado la cortina del tiempo para permitir que la gente de la época de Isaías mirara más adelante hacia el sufrimiento del futuro Mesías y el perdón resultante que quedaría al alcance de toda la humanidad.
53.6 Isaías habla acerca de cómo Israel se apartó del camino de Dios y lo compara a una oveja errante. Con todo, Dios enviaría al Mesías para hacerla volver al redil. Nosotros tenemos la oportunidad de mirar al pasado para ver y conocer la identidad del Mesías prometido, quien vino y murió por nuestros pecados. Pero si vemos todo lo que Jesús hizo y lo seguimos rechazando, cometemos un pecado más grande que los israelitas de la antigüedad, quienes no pudieron ver lo que nosotros vemos. ¿Le ha entregado su vida a Jesucristo, el «buen pastor» (Juan 10.11–16) o sigue pareciéndose a la oveja errante?
53.7–12 En el Antiguo Testamento, el pueblo ofrecía animales como sacrificios por sus pecados. Aquí, el Siervo del Señor sin pecado alguno, se ofrece a sí mismo por nuestros pecados. Él es el Cordero (53.7) ofrecido por los pecados de todas las personas (Juan 1.29; Apocalipsis 5.6–14). El Mesías sufrió por nuestro bien, llevando nuestros pecados para hacernos aceptos a Dios. ¿Qué podemos decir ante tanto amor? ¿Cómo le responderemos a Él?
53.11 «Justificará mi siervo justo a muchos» nos habla de la enorme familia de creyentes que serán justos, no por sus obras, sino por la gran obra del Mesías en la cruz. Se tienen como justos porque han clamado a Cristo, el Justo, como su Salvador y Señor (véanse Romanos 5.18; 2 Corintios 5.21). Se despojarán de su vida de pecado y se vestirán con la bondad de Cristo (Efesios 4.22, 23).
Capítulo 54
54.1 En esa época la mujer sin hijos («estéril») era una gran vergüenza, una desgracia. Las familias dependían de los niños para su subsistencia, sobre todo cuando los padres envejecían. Israel (Sion) no dio fruto, al igual que una mujer estéril. Sin embargo, Dios le permitió tener muchos hijos y cambiar su lamento en canto.
54.6-8 Dios dijo que abandonó a Israel por poco tiempo, por lo tanto, es como una joven esposa abandonada por su marido. Pero sigue llamando suyo a Israel. El Dios que servimos es santo y no tolera el pecado. Cuando Israel pecó flagrantemente, Dios en su ira decidió castigarlo. El pecado nos separa de Dios y nos trae dolor y sufrimiento. Pero si confesamos nuestro pecado y nos arrepentimos, Dios nos perdona. ¿Alguna vez ha estado separado de un ser querido y luego se goza cuando esa persona vuelve? Ese gozo es similar al que Dios siente cuando usted se arrepiente y regresa a Él.
54.9–13 Dios hizo una promesa a Noé que siempre guardó (Génesis 9.8–17). Asimismo, Dios prometió a Israel que vendría el tiempo cuando dejaría de reprenderlo, lo restauraría a su riqueza anterior y personalmente les enseñaría a sus hijos.
Capítulo 55
55.1–6 La comida cuesta dinero, dura poco tiempo y solo satisface necesidades físicas. Pero Dios nos ofrece alimento gratuito que nutre nuestra alma. ¿Cómo lo obtenemos? Vamos (55.1), oímos (55.2), buscamos y clamamos a Dios (55.6). La salvación de Dios se ofrece gratuitamente, pero para que nutra nuestras almas debemos recibirla con vehemencia. Moriremos de hambre espiritual sin su alimento, como sin duda moriremos de hambre física sin el pan diario.
55.3 El pacto que hizo Dios con el rey David fue la promesa de una tierra permanente para los israelitas, donde no habría ninguna amenaza de naciones paganas, ni guerra (2 Samuel 7.10, 11). Pero Israel no cumplió con su parte del pacto de obedecer a Dios y permanecer apartados de los ídolos. Aun así, Dios estaba dispuesto a renovar su pacto una vez más. ¡Él es un Dios perdonador!
55.6 Isaías nos dice que clamemos al Señor mientras esté cerca. Dios no planea apartarse de nosotros, pero a menudo somos nosotros los que nos apartamos o construimos una barrera entre ambos. No espere hasta que se haya apartado de Dios para buscarlo. Es probable que más tarde en la vida nos resulte mucho más difícil volvernos a Él. O a lo mejor Dios venga a juzgar la tierra antes de que usted decida volverse a Él. Busque a Dios ahora, mientras pueda, antes de que sea demasiado tarde.
55.8,9 Israel fue muy necio al actuar como si supiera lo que Dios pensaba y planeaba. Su conocimiento y sabiduría son mucho mayores que los del hombre. Somos tontos al querer encajar a Dios en nuestro molde, al querer que sus planes y propósitos se conformen a los nuestros. En vez de ello, debemos esforzarnos para poder encajar en sus planes.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 14 DE OCTUBRE. 1Tesalonicenses 2
Capítulo 2
2.1 «Nuestra visita a nosotros» se refiere a su primera visita a Tesalónica (véase Hechos 17.1–9).
2.2 Los tesalonicenses sabían que Pablo había estado preso en Filipos justo antes de su venida a Tesalónica (véase Hechos 16.11–17.1). El temor a perder la libertad no fue obstáculo para que Pablo siguiera predicando el evangelio. Si Dios quiere que hagamos algo, Él nos dará la fuerza y el valor para hacerlo a pesar de los obstáculos que pudieran existir en el camino.
2.3 Esta declaración pudo haber sido la respuesta a acusaciones de los líderes judíos que habían agitado a las masas (Hechos 17.5). Al predicar el evangelio, Pablo no buscaba dinero, fama o popularidad. Él demostró la sinceridad de sus motivos cuando junto con Silas sufrió por difundir el evangelio en Filipos. La gente se involucra en el ministerio por una variedad de razones, no todas buenas o puras. Cuando quedan al descubierto sus motivos erróneos, toda la obra de Cristo sufre. Cuando usted se involucre en el ministerio, hágalo sólo por amor a Cristo y a los demás.
2.4-8 Al tratar de persuadir a la gente, podemos ser tentados a alterar nuestra posición, apenas lo suficiente como para que nuestro mensaje sea un poco más aceptable o usar la adulación o la lisonja. Pablo nunca cambió su mensaje para hacerlo más aceptable, aunque trató que sus métodos estuvieran acorde con cada audiencia. Aunque nuestra presentación deba ser alterada para hacerla apropiada a cada situación, nunca debe comprometerse la verdad del evangelio.
2.9 Aunque Pablo tenía el derecho de recibir apoyo económico de la gente a la que enseñaba, trabajó como fabricante de tiendas (Hechos 18.3) para sostenerse y no ser carga a los nuevos creyentes en Tesalónica.
2.11 Ningún padre amoroso va a descuidar la seguridad de sus hijos, permitiéndoles que vivan circunstancias que podrían causarles daño permanente o fatal. En la misma forma, debemos poner a los nuevos creyentes debajo de nuestras alas, hasta que estén suficientemente maduros para que puedan permanecer firmes en su fe. Debemos ayudar a los nuevos cristianos a ser lo suficientemente fuertes como para influenciar a otros por el bien del evangelio.
2.13 Por lo general, la Palabra de Dios en el Nuevo Testamento se refiere a la predicación del evangelio, al Antiguo Testamento o a Jesucristo mismo. Hoy, con frecuencia, la aplicamos sólo a la Biblia. Recordemos que Jesucristo mismo es la Palabra (Juan 1.1).
2.14 Así como los judíos cristianos en Jerusalén fueron perseguidos por otros judíos, así los cristianos gentiles en Tesalónica fueron perseguidos por sus coterráneos gentiles. La persecución desalienta, especialmente cuando viene de nuestra misma gente. Pero cuando usted decide estar al lado de Cristo, deberá enfrentar oposición, rechazo y burla de sus vecinos, amigos y aun de los miembros de su familia.
2.15, 16 ¿Por qué los judíos se oponían tanto al cristianismo? (1) A pesar que la religión judía había sido declarada «legal» por las autoridades romanas, la relación con el gobierno seguía siendo débil. En ese tiempo, el cristianismo era visto como una secta del judaísmo. Los judíos temían que las represalias aplicadas contra los cristianos pudieran alcanzar a ellos. (2) Los líderes judíos pensaban que Jesús era un falso profeta, por lo que no querían que sus enseñanzas se difundieran. (3) Temían que si muchos judíos eran convencidos, su posición política se debilitaría. (4) Estaban orgullosos de su condición privilegiada como pueblo escogido de Dios y resentían el hecho de que los gentiles llegaran a ser aceptados como miembros plenos dentro de la iglesia cristiana.
2.18 Satanás es real. Se le llama «el dios de este siglo» (2 Corintios 4.4) y «príncipe de la potestad del aire» (Efesios 2.2). No sabemos exactamente qué impidió el regreso de Pablo a Tesalónica: oposición, enfermedad, complicaciones en el viaje o un ataque directo de Satanás, pero Satanás de alguna manera intentó mantenerlo alejado. Muchas de las dificultades que nos impiden cumplir con la obra de Dios pueden ser atribuidas a Satanás (véase Efesios 6.12).
2.20 La recompensa final para el ministerio de Pablo no era dinero, prestigio o fama, sino nuevos creyentes cuyas vidas fueron cambiadas por Dios por medio de la predicación del evangelio. Este era el motivo por el cual tenía muchas ganas de verlos. No importa qué ministerio le haya dado Dios a usted, su mayor recompensa y su mayor gozo deberían ser aquellos que creen en Cristo y crecen en Él. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario