Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 9 DE DICIEMBRE. Oseas 1,2,3,4

OSEAS

 La esposa infiel de Oseas, y sus hijos

1

1Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

2El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová. 3Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

4Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel. 5Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

6Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. 7Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

8Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. 9Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

10Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente. 11Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.

 El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

2

1Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama. 2Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; 3no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. 4Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. 5Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. 6Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. 7Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.

8Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. 9Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez. 10Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. 11Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo,* y todas sus festividades. 12Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. 13Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

14Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. 17Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. 18En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. 19Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. 20Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.

21En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. 22Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. 23Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

 Oseas y la adúltera

3

1Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. 2La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. 3Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo. 4Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. 5Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

 Controversia de Jehová con Israel

4

1Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. 2Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. 3Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.

4Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. 5Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré. 6Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

7Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. 8Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. 9Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. 10Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová.

11Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. 12Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar. 13Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras. 14No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.

15Si fornicas tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: Vive Jehová. 16Porque como novilla indómita se apartó Israel; ¿los apacentará ahora Jehová como a corderos en lugar espacioso?

17Efraín es dado a ídolos; déjalo. 18Su bebida se corrompió; fornicaron sin cesar; sus príncipes amaron lo que avergüenza. 19El viento los ató en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados. Amen.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 9 DE DICIEMBRE Judas

LA EPÍSTOLA UNIVERSAL DE SAN JUDAS APÓSTOL

 Salutación

1

1Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo: 2Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.

 Falsas doctrinas y falsos maestros

3Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

5Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 6Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

8No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. 9Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. 10Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. 11¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré. 12Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 13fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.

14De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. 16Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.

 Amonestaciones y exhortaciones

17Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. 20Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 22A algunos que dudan, convencedlos. 23A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

 Doxología

24Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. Rv


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 9 DE Diciembre. Oseas 1,2,3,4

OSEAS

Capítulo 1

1.1 Oseas fue profeta en el reino del norte (Israel). Sirvió desde 753 hasta 715 a.C. Bajo Jeroboam II, el reino del norte prosperó materialmente, pero decayó espiritualmente. El pueblo era ambicioso y adoptó la conducta moral y la religión idólatra de sus vecinos cananeos.
El papel de Oseas era mostrar que el reino del norte era infiel a Dios, su «esposo» y proveedor, y se casó con Baal y los dioses de Canaán. Les advirtió que a menos que se arrepintieran de su pecado y se volvieran a Dios, irían a parar a la destrucción. Oseas habló de las características de Dios (su inmenso amor poderoso y su fiera justicia) y cómo esto afectaría sus vidas y los haría regresar a Él. Es lamentable, pero el pueblo violó su pacto con Dios y recibirían el castigo que Él prometió (Deuteronomio 27; 28).

1.2, 3 ¿Realmente le ordenó Dios a este profeta que se casara con una prostituta? Algunos a los que se les hace difícil creer que Dios pudiera hacer una petición como ésta ven la historia como una ilustración, no como un hecho histórico. Sin embargo, muchos piensan que sucedió y dan una de estas explicaciones: (1) De acuerdo con la ley de Dios, un sacerdote no podía casarse con una prostituta (Levítico 21.7), pero Oseas no era sacerdote. (2) Es posible que Gomer no fuera prostituta cuando Oseas se sacó con ella, y que Dios estaba permitiendo que Oseas supiera que Gomer más tarde se inclinaría hacia el adulterio y la prostitución. En cualquier caso, Oseas sabía de antemano que su esposa le sería infiel y que su vida matrimonial sería una lección objetiva para el adúltero reino del norte a quien él profetizaba.


1.2,3 Es difícil imaginar los sentimientos de Oseas cuando Dios le dijo que se casara con una mujer que le sería infiel. Probablemente no quería hacerlo. Pero obedeció. A menudo Dios pide una obediencia extraordinaria de sus profetas que estaban enfrentando tiempos extraordinarios. Quizás Él un día le pida algo difícil o extraordinario. ¿Cómo respondería? ¿Lo obedecería confiando en que Él, que lo sabe todo, tiene un propósito especial al pedírselo? ¿Quedaría satisfecho al saber que el dolor que resulte de la obediencia puede beneficiar a las personas que sirve y no a usted mismo?

1.4, 5 Elías había predicho que la familia de Acab sería destruida debido a su maldad (1 Reyes 21.20–22). Sin embargo, Jehú fue demasiado lejos al cumplir la orden de Dios (2 Reyes 10.1–11). Por lo tanto, la dinastía de Jehú también sería castigada en Jezreel, el mismo lugar donde llevó a cabo la masacre de la familia de Acab. La promesa de Dios de poner fin a Israel como reino independiente se cumplió veinticinco años más tarde cuando los asirios conquistaron el reino del norte y se llevaron cautivo al pueblo.

1.6–8 En 1.3, leemos que Gomer le dio a Oseas un hijo. En los versículos 1.6 y 1.8 vemos que dio a luz a dos hijos más, pero no indican que Oseas fuera su padre natural y algunas traducciones implican que no lo era. Ya fueran suyos o no, la clave de esta parte de la historia se encuentra en los nombres que Dios les puso para mostrar su reacción ante la infidelidad de Israel. Su reacción hacia la infidelidad no es diferente en la actualidad.

1.7 Dios dijo que personalmente rescataría al pueblo de Judá de sus enemigos sin ejércitos ni armas. A pesar de que Dios nos pide que hagamos nuestra parte, debemos recordar que Él no depende de nuestra ayuda. Muchas veces obra por medio de la gente, pero solo porque es bueno para ellos. Él puede llevar a cabo todos sus propósitos sin nuestra ayuda si así lo desea. Usted es muy importante para Dios, pero por su cuenta no tiene ni la capacidad de cumplir ni el poder de interrumpir los planes de Dios.

1.9 Aquí Dios en esencia estaba disolviendo el pacto. El nombre del tercer hijo expresa determinación en cuanto al castigo. La advertencia de Dios que se registra en Deuteronomio 28.15–68 estaba empezando a cumplirse. Israel estaba abandonando a Dios, y este a su vez estaba abandonándo a Israel y dejándolo sin sus bendiciones.

1.10 Los libros proféticos del Antiguo Testamento en ocasiones utilizan la palabra «Israel» para referirse al reino unido (norte y sur) y en ocasiones solo para referirse al reino del norte. Al hablar acerca de los hechos pasados, Oseas por lo general pensaba en Israel como el reino del norte con Samaria como capital. Sin embargo, cuando Oseas hablaba acerca de acontecimientos futuros que se relacionaban con las promesas de Dios de restauración, es difícil comprender sus palabras aplicándolas exclusivamente al reino del norte debido a que los cautivos del norte se mezclaron para siempre con sus conquistadores. Por todo esto, las promesas del regreso muchos las ven como: (1) condicionales, ya que los israelitas decidieron no volver a Dios y por lo tanto no tenían derecho a las bendiciones incluidas en las promesas de restauración, o (2) incondicionales, porque las promesas de restauración de Dios se cumplen en Jesucristo y por lo tanto la Iglesia (la nueva Israel) recibe sus bendiciones (Romanos 9.25, 26; 1 Pedro 2.10).

1.10, 11 A pesar de que Israel fue infiel, el compromiso de Dios permaneció inalterable. Esta promesa de una reunificación futura reitera el pacto hecho con Moisés (Deuteronomio 18.15–18) y anuncia las profecías de Jeremías (Jeremías 29.11–14; 31.31–40) y de Ezequiel (11.16–21). Es una predicción del día cuando todo el pueblo de Dios se reunirá bajo el reinado de Cristo. En la actualidad los creyentes de todas partes del mundo son el pueblo escogido de Dios, una nación de sacerdotes (véase 1 Pedro 2.9).

Capítulo 2

2.2ss Los temas de este capítulo son el castigo y la restauración de Israel. Como en un caso de la corte, la adúltera es llevada a juicio y encontrada culpable. Sin embargo, después de su castigo, con gozo y con ternura vuelve a Dios.

2.3 Oseas había provisto a su esposa de ropa, y Dios había provisto a Israel de abundantes lluvias para sus cosechas. Ya sea que la ilustración sea de Oseas y Gomer o de Dios e Israel, nos advierte del castigo de la infidelidad. De la misma forma en que un esposo puede no querer brindarle sustento a su esposa infiel, Dios no tolerará la infidelidad de Israel. Destrozará la tierra y como consecuencia llegará la hambruna.

2.5-7 Los israelitas estaban agradeciendo a los dioses falsos (específicamente a Baal) la comida, el refugio y la ropa, en vez de agradecer al único Dios que les dio esas bendiciones. Por lo tanto, Dios rodería de espinos su camino, al hacer que la recompensa por su idolatría fuera tan desilusionante que se convencerían de volverse a Dios. A pesar de la infidelidad de Israel, Dios sigue siendo fiel y misericordioso. Continuaría buscando a su pueblo, incluso hasta el grado de colocar obstáculos en su camino de desobediencia para que regresaran a Él.

2.7 De la misma forma en que Gomer regresaría a su esposo al pensar que estaría mejor con él, la gente a menudo regresa a Dios cuando descubre que las luchas de la vida son demasiado difíciles. El regresar a Dios a causa de la desesperación es mejor que rebelarse contra Él, pero es mucho mejor volverse a Él en gratitud por su protección.

2.8 Las posesiones materiales son símbolos de éxito en la mayoría de las sociedades. Israel era una nación rica en este tiempo, y Gomer había adquirido oro y plata. Sin embargo, Gomer no se dio cuenta de que Oseas le había dado lo que ella poseía, e Israel no reconoció a Dios como el Dador de bendiciones. Tanto Gomer como Israel utilizaron sus posesiones de manera infiel cuando corrieron en pos de otros amantes y otros dioses. ¿Cómo utiliza usted sus posesiones? Utilice lo que Dios le ha dado para honrarlo a Él.

2.12 Los israelitas estaban tan inmersos en la idolatría que realmente creían que los dioses paganos les habían dado sus huertos y sus viñas. Se habían olvidado de que la nación entera era un regalo de Dios (Deuteronomio 32.49). En la actualidad la gente da el mérito a todo menos a Dios por la prosperidad: a la suerte, al trabajo arduo, a la agudeza de ingenio, a las relaciones adecuados. Cuando tiene éxito, ¿quién se lleva la honra?

2.13 Baal era el más importante de los dioses cananeos, pero llegó a darse este nombre a todas las deidades de la tierra ocupada por Israel. Desafortunadamente, Israel no desechó los ídolos ni los centros de adoración pagana como se les había ordenado. En vez de eso, toleraron y con frecuencia se unieron a los adoradores de Baal, a menudo por la influencia de reyes corruptos. Uno de los reyes israelitas que destacó por su adoración a Baal fue Acab. El profeta Elías, en una demostración dramática con los profetas contratados por Acab, demostró que el poder de Dios era muchísimo superior al de Baal (1 Reyes 18).

2.14, 15 Dios estaba prometiendo (1) llevar al pueblo al desierto, donde no habría distracciones, para poder comunicarse con ellos claramente, y (2) cambiar lo que había sido un tiempo de dificultades en un día de esperanza. Dios utiliza incluso las experiencias negativas de nuestras vidas para crear oportunidades para que regresemos a Él. Cuando enfrente problemas y pruebas, recuerde que Dios le habla en el desierto, no solo en tiempo de prosperidad.

2.16 No sería sino hasta el destierro de Judá que la nación entera comenzaría a entrar en razón, y renunciaría a sus ídolos y regresaría a Dios; y no será sino hasta que Dios gobierne por medio de Jesús, el Mesías, que será restaurada la relación entre Dios y Su pueblo. En ese día, Dios ya no será como su amo o propietario; será como su esposo (Isaías 54.4–8). La relación será profunda y personal, la clase de relación que podemos conocer, si bien imperfectamente, en el matrimonio.

2.19, 20 El tiempo vendrá cuando la infidelidad sea imposible, porque Dios nos habrá unido a sí en su perfecta rectitud, amor y misericordia. La fiesta de compromiso en los tiempos de Oseas era algo más que un simple compromiso para casarse. Era un compromiso de enlace, un profundo compromiso entre dos familias para una relación permanente y futura. Dios estaba prometiendo un comienzo nuevo y fresco, no solo una reparación de un acuerdo viejo y cansado. (Véanse Jeremías 31.31–34.).

2.19,20 El regalo de bodas de Dios para su pueblo, tanto en los días de Oseas como en los nuestros, es su misericordia. Aunque no tenemos mérito alguno, nos perdona y nos hace aceptos ante Él. No existe para nosotros la posibilidad de que por nuestros esfuerzos podamos alcanzar las altas normas de Dios para la vida moral y espiritual, pero debido a su gracia nos acepta, nos perdona y nos lleva a tener una relación con Él. En esa relación tenemos comunión con Él de manera personal e íntima.

Capítulo 3

3.1 Este corto capítulo describe el cautiverio y el regreso de la nación. Israel experimentaría un tiempo de purificación en una tierra extranjera, pero Dios lo seguiría amando y estaría dispuesto a aceptarlo de regreso. Ordenó a Oseas que mostrara el mismo espíritu de perdón hacia Gomer. Si bien Gomer no tenía ningún mérito y a pesar de que Oseas tenía muchos motivos para divorciarse de ella, Dios le dijo a Oseas que la comprara, la llevara otra vez a su casa y la amara.

3.2 Gomer aparentemente estuvo por su cuenta durante un tiempo. Al necesitar mantenerse, debió haberse vendido como esclava o haberse vuelto la amante de otro hombre. En cualquier caso, Oseas tuvo que comprarla, aunque por una cantidad muy pequeña. Gomer ya no valía mucho para nadie que no fuera Oseas, mas él la amaba igual que Dios amaba a Israel. No importa lo bajo que caigamos, Dios siempre está dispuesto a «comprarnos» (redimirnos) y a levantarnos otra vez.

3.4, 5 El reino del norte se rebeló contra la casa de David bajo el gobierno de Jeroboam (1 Reyes 12; 13). Su rebelión fue tanto política como religiosa. En ese tiempo, volvieron a adorar ídolos. En el tiempo del gobierno del Mesías, toda persona se parará ante Él con humildad y sumisión. Los que no acepten sus bendiciones ahora se enfrentarán a su poder y castigo más tarde. Es mucho mejor amar y seguirlo ahora que enfrentar su ira más tarde.

Capítulo 4

4.1ss En este capítulo, Dios acusa de desobediencia a Israel. Los líderes religiosos no habían hecho que el pueblo regresara a Dios, y el ritual de la prostitución había reemplazado a la verdadera adoración. La nación estaba declinando espiritual y moralmente, y quebrantaba las leyes que Dios les había dado. El pueblo encontraba muy fácil condenar a la esposa de Oseas, pero les costaba trabajo ver que ellos eran infieles a Dios.

4.1-3 Dios explica los motivos del sufrimiento de Israel. El quebrantamiento de la Ley había traído consigo los dos castigos de incremento de violencia y de crisis ecológica. No siempre hay una relación directa de causa y efecto entre nuestras acciones y los problemas que enfrentamos. Sin embargo, cuando nos vemos rodeados de dificultades, debemos preguntar con seriedad: «¿He cometido algún pecado o he hecho algo irresponsable que pueda haber ocasionado mi sufrimiento?» Si descubrimos que tenemos una falta, incluso en forma parcial, podemos cambiar nuestro comportamiento ante Dios.

4.2 Este versículo puede hacer alusión a los asesinatos de los reyes durante la vida de Oseas. Salum mató a Zacarías (el rey, no el profeta) y se apoderó del trono. Luego Manahem mató a Salum y destruyó una ciudad entera debido a que no quisieron aceptarlo como rey (2 Reyes 15.8–16). Dios señaló que incluso el asesinato estaba siendo tomado a la ligera en Israel.

4.4–9 Oseas presentó sus cargos contra los líderes religiosos. ¿Quiénes eran estos líderes religiosos? Cuando Jeroboam I se rebeló en contra de Roboam y estableció un reino rival en el norte, también estableció su propio sistema religioso (véase 1 Reyes 12.25–33). En violación a las leyes de Dios, hizo dos becerros de oro y le dijo al pueblo que los adorara. Además también designó sacerdotes que no eran descendientes de Aarón. Al principio los residentes del reino del norte continuaron adorando a Dios, aun cuando lo hacían en forma equivocada; pero muy poco tiempo después también comenzaron a adorar a los dioses cananeos. Muy pronto cambiaron a Dios por Baal, y dejaron de adorar a Dios completamente. No en balde los falsos sacerdotes de Jeroboam fueron incapaces de preservar la verdadera adoración de Dios.

4.6-9 Dios acusó a los líderes religiosos de no dejar que el pueblo lo conociera. Se esperaba que fueran líderes espirituales, pero se volvieron líderes de las malas acciones. El pueblo pudo haber dicho: «No debe ser malo si los sacerdotes lo hacen». El liderazgo espiritual es una responsabilidad muy grande. Ya sea que usted enseñe en la Escuela Dominical, trabaje en la oficina de la iglesia, o guíe un estudio bíblico, no tome a la ligera sus responsabilidades. Sea un líder que guíe siempre hacia Dios.

4.8 Los sacerdotes se regocijaban con los pecados del pueblo. Cada vez que alguien llevaba una ofrenda por el pecado, los sacerdotes recibían una porción. Mientras más pecara el pueblo, más recibían los sacerdotes. Ya que no se lo podían comer todo, vendían alguna parte y otra la daban a sus parientes. Los sacerdotes sacaban provecho de que el pueblo continuara pecando; les daba poder y posición en la comunidad. Así que en vez de tratar de sacar al pueblo de su pecado, lo alentaban para mejorar sus ganancias.

4.10-12 Los principales dioses cananeos, Baal y Astoret, representaban el poder de la fertilidad y la reproducción sexual. No es de sorprenderse que en su adoración incluyeran prácticas sexuales viles. Los adoradores varones tenían relaciones sexuales con las prostitutas del templo, o sacerdotisas, y las mujeres que querían tener hijos tenían relaciones sexuales con los sacerdotes. Pero Dios les dijo que sus esfuerzos por aumentar la fertilidad eran en vano.

4.15 Dios envió una advertencia a Judá para que sus sacerdotes no se volvieran como los de Israel. Los sacerdotes de Israel que permanecieron en el norte se habían olvidado de su herencia espiritual y se habían vendido a Baal. Entre otras cosas promovían la idolatría y la prostitución ritual. Israel no escaparía al castigo, pero Judá podía escapar si no seguía el ejemplo de Israel.

4.17 A Israel se le llama Efraín porque Efraían era la más poderosa de las diez tribus del norte. Al reino del sur se le llamaba Judá, que era también la tribu más poderosa.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 9 DE DICIEMBRE. Judas

Capítulo 1

1 La carta de Judas trata el tema de la apostasía, cuando la gente se aparta de la verdad de Dios y abraza enseñanzas falsas. Judas les hace recordar a sus lectores el juicio que Dios decretó contra quienes apostataron en el pasado. Esta carta es una advertencia en contra de los falsos maestros, y en este caso probablemente maestros agnósticos (véase la nota sobre Colosenses 2.4ss, para una descripción de la herejía agnóstica). Los agnósticos se opusieron a dos de las verdades fundamentales del cristianismo: la encarnación de Cristo y el llamado a la ética cristiana. Judas escribió para combatir esas falsas enseñanzas y para estimular la verdadera doctrina y la conducta correcta.

1 Judas era hermano de Santiago, uno de los líderes de la Iglesia primitiva. Ambos eran medio hermanos de Jesús. María fue su madre y José el padre de Santiago y Judas. Aunque María fue la verdadera madre de Jesús, Dios fue el verdadero Padre.

3 Judas pone de relieve la relación importante entre la doctrina correcta y la fe verdadera. No debe comprometerse la verdad de la Biblia, ya que ésta nos da datos verídicos acerca de Jesús y la salvación. La Biblia es inspirada por Dios y nunca se le debe tergiversar ni cambiar. Cuando se le tergiversa, llegamos a confundir lo correcto con lo erróneo y perdemos la visión del único camino que nos conduce a la vida eterna. Antes de escribir acerca de la salvación, por lo tanto, Judas sintió que debía ubicar a sus lectores en el lugar correcto, invitándolos a volver a los rudimentos de la fe. Luego la senda a la salvación sería más clara. Santos se refiere a todos los creyentes.

4 Aun algunas de nuestras iglesias hoy tienen falsos maestros («impíos») que «han entrado encubiertamente» y tuercen las enseñanzas de la Biblia para justificar sus propias opiniones, formas de vida o conducta errónea. Eso puede darles una libertad temporal para que hagan lo que gusten, pero descubrirán que al tergiversar las Escrituras están jugando con fuego. Dios los juzgará por excusar, tolerar y fomentar el pecado.

4 Algunos evitan estudiar la teología porque piensan que es árida y aburrida. Los que se niegan a aprender la doctrina correcta son susceptibles a las falsas enseñanzas porque no están lo bastante arraigados en la Palabra de Dios. Debemos entender las doctrinas fundamentales de nuestra fe a fin de que podamos reconocer las falsas doctrinas que socavan nuestra fe y perjudican a los demás.

4 Muchos falsos maestros del primer siglo enseñaron que los cristianos podían hacer todo lo que quisieran sin temor al castigo de Dios. Tomaron a la ligera la santidad y la justicia de Dios. Pablo rechazó esa clase de enseñanza falsa en Romanos 6.1–23. Aun hoy, algunos cristianos minimizan lo escandaloso del pecado, creyendo que la forma en que viven tiene que ver muy poco con su fe. Pero lo que una persona cree se mostrará en sus actos. Los que de veras tienen fe la mostrarán mediante su profundo respeto a Dios y mediante su deseo sincero de vivir conforme a los principios en su Palabra.

5–7 Judas menciona tres ejemplos de rebelión: (1) los hijos de Israel, los que a pesar de ser liberados de Egipto se negaron a confiar en Dios y a entrar en la tierra prometida (Números 14.26–39); (2) los ángeles, que, aunque fueron una vez puros y santos, y vivieron en la presencia de Dios, cayeron en orgullo y rebeldía en contra de Dios (2 Pedro 2.4); y (3) Sodoma y Gomorra, cuyos habitantes estaban saturados de pecado hasta el punto de que Dios tuvo que borrarlos de la faz de la tierra (Génesis 19.1–29). Si el pueblo elegido, los ángeles y las ciudades impías fueron castigados, ¿cuánto más severo será el castigo para esos falsos maestros?

7 Muchos no quieren creer que Dios sentencia a las personas al «fuego eterno» por rechazarlo, pero esa es una enseñanza clara en las Escrituras. Los pecadores que no buscan el perdón de Dios afrontarán la separación eterna de Él. Judas hace esa advertencia a todos los que se rebelan, menosprecian o rechazan a Dios.

8 Es posible que las «potestades superiores» se refiera a los ángeles. Así como los hombres de Sodoma insultaron a los ángeles (Génesis 19), estos falsos maestros se burlaron de toda autoridad. Para mayores detalles sobre el peligro de insultar a los ángeles caídos, véase la nota en 2 Pedro 2.10–12.

9 Este incidente no se encuentra en ningún otro pasaje bíblico. La muerte de Moisés está registrada en Deuteronomio 34. Tal vez aquí Judas se refiera a un antiguo libro llamado La asunción de Moisés.

10 Los falsos maestros decían que poseían conocimiento secreto que les confería autoridad. Su «conocimiento» de Dios era esotérico, místico e iba más allá de la comprensión humana. En realidad, la naturaleza de Dios va más allá de nuestro entendimiento, pero Dios en su gracia ha optado por revelarse a nosotros: en su Palabra y de manera suprema por medio de Jesucristo. Por lo tanto, conozcamos todo lo que podamos acerca de lo que Él ha revelado, aunque no podamos comprender totalmente a Dios con nuestra mente humana finita. Cuídese de quienes afirman que tienen todas las respuestas y dan poca importancia a lo que no comprenden.

11 Judas presenta tres ejemplos de hombres que hicieron todo lo que quisieron (v. 10): Caín, que movido por envidia y venganza mató a su hermano (Génesis 4.1–16); Balaam, que profetizó para obtener dinero no por obediencia a los mandatos de Dios (Números 22–24); y Coré, que se rebeló contra los líderes designados por Dios, anhelando el poder para sí mismo (Números 16.1–35). Estas historias ilustran actitudes que son típicas de los falsos maestros: orgullo, egoísmo, desconfianza, avaricia, codicia de poder y menosprecio a la voluntad de Dios.

12 Cuando se celebraba la Santa Cena en la Iglesia primitiva, los creyentes se servían una comida completa antes de tomar parte en la eucaristía con el pan y el vino. A la comida se la llamó «fiesta de amor» y estaba destinada a ser un tiempo sagrado de confraternidad a fin de que cada uno preparara el corazón para la comunión. Sin embargo, en varias de las iglesias esa ocasión se había convertido en un tiempo de glotonería y borrachera. En Corinto, por ejemplo, algunos devoraban la comida mientras otros se quedaban con hambre (1 Corintios 11.20–22). Ninguna función de la iglesia debiera ser ocasión para el egoísmo, la glotonería, la codicia, el desorden u otros pecados que destruyen la unidad o apartan la mente de uno del verdadero propósito del encuentro.

12 Los falsos maestros estaban «dos veces muertos». Eran «árboles» inútiles porque no producían fruto, ya que ni siquiera eran creyentes, y serían desarraigados y quemados.

14 Se menciona a Enoc en forma breve en Génesis 5.21–24. Esta referencia pertenece al libro apócrifo denominado El libro de Enoc.

14 Otros pasajes en que se menciona a Jesús como que viene con ángeles son Mateo 16.27 y 24.31. Daniel 7.10 presenta a Dios juzgando a la humanidad en la presencia de millones de ángeles.

17 Otros apóstoles también advirtieron sobre los falsos maestros: véanse Hechos 20.29; 1 Timoteo 4.1; 2 Timoteo 3.1–5; 2 Pedro 2.1–3; 2 Juan 7.

18 «Postrer tiempo» es una frase común que se refiere al lapso entre la primera y la segunda venidas de Jesucristo. Vivimos en los últimos tiempos.

20 Orar en el Espíritu Santo significa orar en el poder y en la fuerza del Espíritu Santo. Él ora por nosotros (Romanos 8.26, 27), abre nuestra mente a Cristo (Juan 14.26) y nos enseña acerca de Él (Juan 15.26).

21 «Conservaos en el amor de Dios» significa vivir cerca de Él y de su pueblo, sin prestar atención a los falsos maestros que tratarán de apartarlo de Él (Juan 15.9, 10).

22,23 Un testimonio eficaz salva a las personas del juicio de Dios. A algunos testificamos mediante la compasión y la amabilidad; a otros, como si estuviéramos rescatándolos del fuego eterno. Aborrecer «la ropa contaminada por su carne» significa que debemos odiar el pecado, pero tenemos que ser testigos y amar a los pecadores. Los incrédulos, por mucho éxito que parezcan tener en las normas mundanas, están perdidos y necesitan salvación. No debemos dar poca importancia al testimonio. Es cuestión de vida o muerte.

23 Al procurar un punto de coincidencia con quienes tratamos de ganar para Cristo, debemos tener mucho cuidado de no caer en las arenas movedizas de la transigencia. Cuando les hablamos a otros, debemos estar seguros de que nuestro fundamento sea firme y seguro. Cuídese de no parecerse tanto a los incrédulos que nadie pueda decir quién es usted o qué cree. Influya en ellos para que busquen a Cristo. ¡No permita que ellos influyan en usted para hacerle pecar!

24, 25 El ser inmaculados y perfectos («sin caída») será la última condición del creyente cuando al fin vea cara a cara a Cristo. Cuando Cristo se presente y nos dé nuestro cuerpo nuevo, seremos como Cristo (1 Juan 3.2). ¡Ir a la presencia de Cristo será mucho más maravilloso de lo que jamás hubiéramos podido imaginar!

24,25 Así como la epístola empieza, de igual manera termina, con una proclama de seguridad. Dios capacita al creyente para evitar que sea presa de los falsos maestros. Aunque los falsos maestros están esparcidos por todas partes y son peligrosos, no debemos temerles si confiamos en Dios y estamos arraigados y establecidos en Él.

24,25 Los lectores a quienes Judas escribió eran susceptibles a las herejías y a la tentación de vivir de forma inmoral. Judas anima a los creyentes a permanecer firmes en su fe y a confiar en las promesas de Dios para su futuro. Eso era lo más importante porque ellos estaban viviendo en una época de apostasía creciente. Nosotros también vivimos en los últimos días, mucho más cerca del fin de lo que estuvieron los lectores originales de esta carta. También somos susceptibles al error doctrinal. También somos tentados a caer en pecado. Aunque hay muchas enseñanzas falsas a nuestro alrededor, no debemos temer ni caer en desesperación. Dios puede guardarnos para que no caigamos y, si permanecemos fieles, Él nos garantiza que nos llevará a su presencia y nos dará gozo eterno. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.


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