LECTURA DE LA PALABRA A.T. PARA HOY 25 DE DICIEMBRE. Hageo
HAGEO
Exhortación a edificar el templo
1
1En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: 2Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. 3Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 4¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? 5Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.
7Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. 9Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
12Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. 13Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, 15en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío.
La gloria del nuevo templo
2
1En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 2Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: 3¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? 4Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. 5Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. 6Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; 7y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. 8Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. 9La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
La infidelidad del pueblo es reprendida
10A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 11Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: 12Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. 13Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. 14Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. 15Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. 16Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. 17Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. 18Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. 19¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré.
Promesa de Jehová a Zorobabel
20Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: 21Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; 22y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. 23En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA N.T. PARA HOY 25 DE DICIEMBRE Apocalipsis 16
Las copas de ira
16
1Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
2Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.
3El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar.
4El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. 5Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. 6Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. 7También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
8El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. 9Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
10El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, 11y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
12El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. 13Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; 14pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. 15He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. 16Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
17El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. 18Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. 19Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. 20Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. 21Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande. Amen. Rv
COMENTARIO DE LA PALABRA A.T. PARA HOY 25 DE DICIEMBRE. Hageo.
HAGEO
Capítulo 1
1.1 Zorobabel, gobernador de Judá y Josué, el sumo sacerdote, eran los principales líderes en la reconstrucción del templo. Ya habían vuelto a levantar el altar, pero la obra se había retrasado. Hageo envió una carta de aliento a estos líderes sobresalientes.
1.2ss Hageo quería alentar al pueblo para que terminara la reconstrucción del templo. La oposición de los vecinos hostiles provocaron que el pueblo se sintiera desalentado, que se olvidara del templo y que se olvidara de Dios. Sin embargo, el mensaje de Hageo los tocó y los motivó para que volvieran a tomar sus herramientas y continuaran la obra que habían comenzado.
1.3-6 Dios preguntó a su pueblo, «¿Cómo pueden vivir en el lujo cuando mi casa está en ruinas?» El templo era un símbolo de la relación de Judá con Dios, sin embargo todavía permanecía sin terminar. Mientras más arduamente el pueblo trabajaba para sí mismo, menos tenía, porque ignoraba su vida espiritual. Lo mismo nos ocurre a nosotros. Si colocamos a Dios en el primer lugar, Él suplirá nuestras necesidades más profundas. Si lo colocamos en cualquier otro lugar, todos nuestros esfuerzos serán fútiles. Si usted se preocupa sólo por sus necesidades físicas mientras que ignora su relación con Dios lo llevará a la ruina.
1.6 Debido a que el pueblo no había puesto a Dios en el primer lugar de su vida y sus posesiones materiales no lo satisfacían. Se concentraron en construir y embellecer sus propias casas, pero la bendición de Dios fue aplazada ya que Él no estaba en el primer lugar de su vida. Moisés predijo que este sería el resultado si el pueblo se olvidaba de Dios (Deuteronomio 28.38–40).
1.9 El problema de Judá era que tenía confundidas sus prioridades. Como Judá, nuestras prioridades relacionadas con el trabajo, la familia y la obra de Dios están a menudo confundidas. Los trabajos, las casas, las vacaciones y las actividades de recreación pueden tener un lugar importante en nuestra lista y no Dios. ¿Qué es lo más importante para usted? ¿En qué lugar está Dios en su lista?
1.11 Grano, uvas y olivos eran la principal cosecha de Israel en este tiempo.
1.14, 15 El pueblo comenzó la reconstrucción del templo tan sólo 23 días después del primer mensaje de Hageo. Era muy raro que el mensaje de un profeta produjera una respuesta tan rápida. Cuán a menudo escuchamos un sermón y respondemos, «Ese es un punto excelente, debemos hacer eso», sólo para salir de la iglesia y olvidar que debemos actuar. Estas personas pusieron sus palabras en acción. Cuando usted escuche un buen sermón o una lección, pregunte qué es lo que debe hacer al respecto, y luego haga planes para ponerlo en práctica.
Capítulo 2
2.1–9 Este es el segundo mensaje de Hageo, pronunciado durante la Fiesta de los Tabernáculos, en octubre de 520 a.C. Los ancianos podían recordar la increíble belleza del templo de Salomón, destruido 66 años antes. Muchos se desalentaron debido a que la reconstrucción era inferior a la de Salomón. Pero Hageo los alentó con un mensaje de Dios que revelaba que el esplendor de su templo sobrepasaría el del anterior. La parte más importante del templo era la presencia de Dios. Quinientos años más tarde, Jesús caminaría en los atrios del templo.
2.4 «Esfuércense y trabajen». Judá ya había regresado a la adoración de Dios y Él había prometido bendecir sus esfuerzos. Ahora, era el tiempo en que ellos debían trabajar. Debemos ser personas de oración, estudiar la Biblia y rendir culto a Dios; pero a la larga debemos hacer lo que Dios tiene en mente para nosotros. Él quiere cambiar al mundo por medio de nosotros. Dios le ha dado a usted una tarea para realizarla en la iglesia, en su trabajo y en su casa. Ha llegado el tiempo en el que ¡debe esforzarse y trabajar!
2.5 Los israelitas habían sido llevados del cautiverio en Egipto a su Tierra Prometida. Eran el pueblo escogido de Dios, a quienes Él cuidaba y guiaba. Nunca los abandonó, a pesar de sus pecados (Éxodos 29.45, 46).
2.6 Cuando Dios prometió estremecer a todas las naciones con su juicio, estaba hablando tanto del juicio presente sobre las naciones malvadas como del juicio futuro de los últimos días.
2.6–9 El énfasis cambia de la reconstrucción del templo en Jerusalén al reino mundial del Mesías sobre la tierra. Las palabras «de aquí a poco» no están limitadas al contexto histórico inmediato; se refieren al control de Dios sobre la historia: Él puede actuar en cualquier momento que Él escoja. Dios actuará en su tiempo (Hebreos 12.26, 27).
2.7–9 El Deseado de todas las naciones (literalmente, «los Tesoros» o «aquel que es escogido») tiene dos significados posibles: (1) Se refiere al Mesías, Jesús, quien, 500 años más tarde, entraría en el templo y lo llenaría con su esplendor y su paz. (2) También puede referirse a la riquezas que fluirían en el templo, dadas como bendiciones para el pueblo de Dios.
2.8,9 Dios quería que el templo fuera reconstruido y Él contaba con los recursos para hacerlo, pero necesitaba manos dispuestas. Dios ha decidido llevar a cabo su obra por medio de las personas. Él proporciona los recursos, pero manos dispuestas deben realizar la obra. ¿Están sus manos a la disposición de la obra de Dios en el mundo?
2.10–19 El ejemplo dado en este mensaje (dado en diciembre de 520 a.C.) aclara que la santidad no afecta a otros, pero la contaminación sí. Ahora que el pueblo estaba comenzando a obedecer a Dios, Él prometió que los bendeciría. Pero necesitaban comprender que las actividades en el templo no limpiarían su pecado; sólo el arrepentimiento y la obediencia podían limpiarlo. Si insistimos en albergar malas actitudes y pecados o si mantenemos relaciones estrechas con gente pecadora, nos contaminaremos. La vida santa vendrá únicamente cuando seamos facultados por el Espíritu Santo de Dios.
2.14 Cuando un niño come salsa de espagueti, no pasa mucho tiempo para que la cara, las manos y la ropa estén rojas. El pecado y las actitudes egoístas producen el mismo resultado: manchan todo lo que tocan. Incluso las buenas obras que hacemos para Dios pueden mancharse por actitudes pecaminosas. El único remedio es la purificación de parte de Dios.
2.18,19 El pueblo construyó los cimientos del templo e inmediatamente Dios los bendijo. No esperó hasta que el proyecto fuera terminado. A menudo, Dios envía su bendición cuando damos nuestros primero pasos. ¡Él está listo para bendecirnos!
2.20-23 El mensaje final de Hageo reconoce que Hageo es solamente un mensajero que lleva la palabra del Señor. Está dirigido a Zorobabel, el gobernador de Judá.
2.23 Se usaba un anillo con sello para garantizar la autoridad y la autenticidad de una carta. Servía como firma cuando era estampado en cera suave en un documento escrito. Dios estaba reafirmando y garantizando su promesa de un Mesías que vendría de la línea de David (Mateo 1.17).
2.23 Dios cierra su mensaje para Zorobabel con esta afirmación tremenda: «¡Porque yo te escogí!» tal proclamación es también para nosotros, cada uno de nosotros hemos sido escogidos por Dios (Efesios 1.4). Esta verdad debe hacernos ver nuestro valor a los ojos de Dios y nos debe motivar para que trabajemos para Él. Cuando se sienta deprimido, recuerde, «¡Dios me ha escogido!»
2.23 El mensaje de Hageo para el pueblo buscaba que reorganizaran sus prioridades, ayudarlos para que dejaran de preocuparse y motivarlos para que construyeran el templo. Al igual que ellos, a menudo colocamos nuestra comodidad personal en una prioridad más alta que la obra de Dios y la verdadera adoración.
COMENTARIO DE LA PALABRA N.T. PARA HOY 25 DE DICIEMBRE Apocalipsis 16
Capítulo 16
16.1ss El juicio de las copas son los juicios finales y absolutos de Dios sobre la tierra. Ha llegado el fin. Hay mucha similitud entre los juicios de las copas y los juicios de las trompetas (8.6–11.19), pero hay tres diferencias principales: (1) estos juicios son totales mientras que los juicios de las trompetas son parciales; (2) los juicios de las trompetas dan a los no creyentes la oportunidad de arrepentirse, pero los juicios de las copas no; (3) la humanidad es afectada indirectamente por varios de los juicios de las trompetas, pero atacadas directamente por todos los juicios de las copas.
16.7 El significado del altar responde por sí mismo a cada uno y cada cosa que alabará a Dios, reconociendo su justicia perfecta y equidad.
16.9–21 Sabemos que las personas reconocían que estos juicios venían de Dios porque blasfemaron su nombre por haberlos enviado. Pero aun se negaron a reconocer la autoridad de Dios y no quisieron arrepentirse de sus pecados. Los cristianos no deben sorprenderse de la hostilidad y dureza del corazón de los incrédulos. Aun cuando se revela por completo el poder de Dios, muchos no desearán arrepentirse. Si usted se da cuenta de que no hace caso a Dios, vuélvase a Él ahora antes que su corazón llegue a endurecerse para arrepentirse
16.12 El río Éufrates era una frontera protectora natural en contra de los imperios del este (Babilonia, Asiria, Persia). Si se secaba, nada impedía el ser invadido por el enemigo. Los ejércitos del este simbolizan juicios sin obstáculos.
16.13, 14 Estos espíritus de demonios que hacen milagros que proceden de la trinidad impía unen a los gobernantes del mundo para la batalla contra Dios. La imagen de los demonios que salen de la boca de los tres gobernantes impíos significa la propaganda y la incitación verbal con la que convencerán a muchas personas ganándolas para su causa impía. Para mayores detalles acerca de los demonios,
16.15 Cristo volverá sorpresivamente (1 Tesalonicenses 5.1–6); por lo tanto, debemos estar preparados para cuando vuelva. Podemos prepararnos manteniéndonos firmes en medio de la tentación y permaneciendo fieles a las normas morales de Dios. ¿De qué forma muestra su vida la preparación o falta de preparación para la venida de Cristo?
16.16 Este campo de batalla se halla cerca de la ciudad de Meguido (en la parte sureste del puerto moderno de Haifa), la que conserva una amplia llanura en la parte norte de Israel. Es un lugar estratégico cerca de una notable carretera internacional que conduce hacia el norte desde Egipto a través de Israel, a lo largo de la costa, y hacia Babilonia. Meguido domina toda la llanura situada al sur rumbo a Galilea y al oeste hacia el monte Gilboa.
16.16 Los pecadores se unirán para pelear contra Dios en una muestra final de rebeldía. Muchos ya están unidos en contra de Cristo y su pueblo, que defiende la verdad, la paz, la justicia y la moralidad. Su lucha personal con el maligno simboliza la gran batalla descrita aquí, en la que Dios hará frente al maligno y lo destruirá de una vez y para siempre. Manténgase firme y anímese mientras lucha contra el pecado y la maldad. Usted pelea en el bando ganador. Biblia del diario vivir.

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