LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 6 DE SEPTIEMBRE, Proverbios 9,10,
La Sabiduría y la mujer insensata
9
1 La sabiduría edificó su casa,
Labró sus siete columnas.
2 Mató sus víctimas, mezcló su vino,
Y puso su mesa.
3 Envió sus criadas;
Sobre lo más alto de la ciudad clamó.
4 Dice a cualquier simple: Ven acá.
A los faltos de cordura dice:
5 Venid, comed mi pan,
Y bebed del vino que yo he mezclado.
6 Dejad las simplezas, y vivid,
Y andad por el camino de la inteligencia.
7 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta;
El que reprende al impío, se atrae mancha.
8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará.
9 Da al sabio, y será más sabio;
Enseña al justo, y aumentará su saber.
10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
11 Porque por mí se aumentarán tus días,
Y años de vida se te añadirán.
12 Si fueres sabio, para ti lo serás;
Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.
13 La mujer insensata es alborotadora;
Es simple e ignorante.
14 Se sienta en una silla a la puerta de su casa,
En los lugares altos de la ciudad,
15 Para llamar a los que pasan por el camino,
Que van por sus caminos derechos.
16 Dice a cualquier simple: Ven acá.
A los faltos de cordura dijo:
17 Las aguas hurtadas son dulces,
Y el pan comido en oculto es sabroso.
18 Y no saben que allí están los muertos;
Que sus convidados están en lo profundo del Seol.
Contraste entre el justo y el malvado
10
1 Los proverbios de Salomón.
El hijo sabio alegra al padre,
Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
2 Los tesoros de maldad no serán de provecho;
Mas la justicia libra de muerte.
3 Jehová no dejará padecer hambre al justo;
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
4 La mano negligente empobrece;
Mas la mano de los diligentes enriquece.
5 El que recoge en el verano es hombre entendido;
El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
6 Hay bendiciones sobre la cabeza del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
7 La memoria del justo será bendita;
Mas el nombre de los impíos se pudrirá.
8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos;
Mas el necio de labios caerá.
9 El que camina en integridad anda confiado;
Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.
10 El que guiña el ojo acarrea tristeza;
Y el necio de labios será castigado.
11 Manantial de vida es la boca del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
12 El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
13 En los labios del prudente se halla sabiduría;
que ha hecho, se lo volverá a pagar. falto de cordura.
14 Los sabios guardan la sabiduría;
Mas la boca del necio es calamidad cercana.
15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada;
Y el desmayo de los pobres es su pobreza.
16 La obra del justo es para vida;
Mas el fruto del impío es para pecado.
17 Camino a la vida es guardar la instrucción;
Pero quien desecha la reprensión, yerra.
18 El que encubre el odio es de labios mentirosos;
Y el que propaga calumnia es necio.
19 En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente.
20 Plata escogida es la lengua del justo;
Mas el corazón de los impíos es como nada.
21 Los labios del justo apacientan a muchos,
Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
22 La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.
23 El hacer maldad es como una diversión al insensato;
Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
24 Lo que el impío teme, eso le vendrá;
Pero a los justos les será dado lo que desean.
25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece;
Mas el justo permanece para siempre.
26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos,
Así es el perezoso a los que lo envían.
27 El temor de Jehová aumentará los días;
Mas los años de los impíos serán acortados.
28 La esperanza de los justos es alegría;
Mas la esperanza de los impíos perecerá.
29 El camino de Jehová es fortaleza al perfecto;
Pero es destrucción a los que hacen maldad.
30 El justo no será removido jamás;
Pero los impíos no habitarán la tierra.
31 La boca del justo producirá sabiduría;
Mas la lengua perversa será cortada.
32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada;
Mas la boca de los impíos habla perversidades. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 6 DE SEPTIEMBRE, 1corintios
15: 1 – 32.
La resurrección de los muertos
15
1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
12Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. 32Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. Amen. Rv
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 6 DE SEPTIEMBRE, Proverbios 9,10,
Capítulo 9
9.1 Las siete columnas son en sentido figurado. No se refieren a siete principios de la sabiduría. En la Biblia, el número siete representa totalidad y perfección. Este versículo establece poéticamente que la sabiduría no carece de nada: es completa y perfecta.
9.1ss La sabiduría y la insensatez (necedad) se ilustran en este capítulo como unas jóvenes rivales, cada una preparando una fiesta e invitando a las personas. Sin embargo, la sabiduría es una mujer de carácter responsable, mientras que la insensatez es una prostituta que sirve comida robada. La sabiduría apela primero a la mente, la insensatez a los sentidos. Es más fácil estimular los sentidos, pero el gozo de la insensatez es temporal. En contraste, la satisfacción que da la sabiduría dura para siempre.
9.1–5 El banquete descrito en este capítulo presenta algunos paralelos importantes con el banquete que Jesús describió en una de sus parábolas (Lucas 14.15–24). Quizás muchos querían ir, pero nunca lo hicieron porque les desvió algo que en ese momento les pareció importante. No permita que nada se vuelva más importante que su búsqueda de Dios.
9.7–10 ¿Es usted un escarnecedor (burlador) o un sabio? Lo puede decir por la forma en que responde a la crítica. En vez de contestar rápida y agresivamente o devolver con astucia la crítica, escuche lo que se le está diciendo. Aprenda de sus críticos, este es el camino a la sabiduría. La sabiduría comienza cuando conocemos a Dios. Le da un propósito a la vida porque Él la creó. Conocer a Dios no solo es saber datos sobre su persona, sino permanecer en temor reverente y tener comunión con Él. ¿Quiere en verdad ser sabio? Conozca cada vez más a Dios. (Si desea más información sobre cómo llegar a ser sabio,
9.14–17 Hay algo hipnótico y tóxico en la maldad. Un pecado nos lleva a querer más. Una conducta pecaminosa parece ser más apasionante que la vida cristiana. De ahí que muchos echen a un lado todo pensamiento acerca del suntuoso banquete de la sabiduría (9.1–6) para comer la comida robada de la insensatez, la ramera. No se engañe: el pecado es peligroso. Antes de desear el fruto prohibido, eche un buen vistazo a quienes lo comieron y vea lo que les sucedió. (Véase el cuadro en el capítulo 22.)
Capítulo 10
10.2 Algunas personas acarrean infelicidad al elegir tesoros malhabidos. Por ejemplo, el vehemente deseo de satisfacción puede hacer algo que destruye sus oportunidades de alcanzar alguna vez la felicidad. Los principios que Dios establece para una vida recta llevan consigo una felicidad duradera, debido a que nos guían hacia una buena conducta que perdura a pesar de nuestros sentimientos siempre cambiantes.
10.3 Proverbios está lleno de versículos que contrastan los justos con los impíos. Estas frases no tienen el propósito de aplicarse en forma universal a cada persona y a cada situación. Algunas personas, por ejemplo, sufren hambre. Más bien su propósito es el de comunicar la verdad general de que la vida de la persona que busca a Dios, a la larga, es mejor que la del impío (que termina en la ruina). Estas declaraciones no son promesas rigurosas, sino verdades generales. Además, un proverbio como este da por sentado un gobierno justo que se preocupa del pobre y el necesitado, la clase de gobierno que Israel debió tener (véase Deuteronomio 24.17–22). Un gobierno corrupto bloquea a menudo los planes de los justos.
10.4,5 Cada día tiene veinticuatro horas llenas de oportunidades para crecer, servir y ser productivos. Es muy fácil desperdiciar el tiempo, permitiendo así que la vida se nos escape de las manos. En vez de eso, niéguese a ser un perezoso, utilizando las horas dedicadas a un trabajo productivo en dormir o perder el tiempo. Vea el tiempo como un regalo de Dios y aproveche las oportunidades para vivir con diligencia para Él.
10.18 Al odiar a otra persona puede volverse mentiroso o insensato. Si trata de ocultar su odio, terminará mintiendo. Si calumnia a la otra persona y luego se comprueba que estaba equivocado, es un insensato. La única salida es admitir sus sentimientos de odio ante Dios. Pídale que cambie su corazón para que lo ayude a amar en vez de odiar.
10.20 Las palabras de una buena persona son valiosas («plata escogida»). Muchos consejos malos valen menos que pocos consejos buenos. Es fácil obtener opiniones de gente que nos dirá solo lo que piensan que nos agradará, pero tal consejo es inservible. En vez de ello, busquemos a los que hablan con la verdad, aun cuando duela. Piense en las personas a las que les pide consejos. ¿Qué espera escuchar de ellas?
10.22 Dios dota a algunas personas con la capacidad personal y financiera para responder a las necesidades de los demás. Si estas personas se percataran de por qué Dios las bendice y si todas utilizaran sus medios para hacer la voluntad de Dios, el hambre y la pobreza se erradicarían. La riqueza es una bendición únicamente si la utilizamos conforme al propósito de Dios.
10.24 El impío teme a la muerte. Los que no creen en Dios por lo general la temen y con mucha razón. En contraste, los creyentes desean la vida eterna y la salvación de Dios, sus esperanzas serán recompensadas. Este versículo brinda una opción: se vuelven realidad o sus temores o sus deseos. Decide rechazar a Dios y vivir a su manera o acepta a Dios y le sigue.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 6 DE SEPTIEMBRE, 1corintios 15: 1 – 32.
Capítulo 15
15.2 Todas las congregaciones tienen personas que aún no creen. Algunos se mueven en dirección a creer, y otros simplemente lo suponen. Los impostores, sin embargo, no serán removidos (véase Mateo 13.28, 29), esa tarea queda en las manos de Dios. Las buenas nuevas acerca de Jesucristo nos salvan, si las creemos con firmeza y si las seguimos con fidelidad.
15.5–8 Siempre habrán personas que digan que Jesús no resucitó. Pablo nos asegura que muchas personas vieron a Jesús después de su resurrección: Pedro, los discípulos (los doce), más de quinientos creyentes (muchos de los cuales vivían al momento en que Pablo escribió esto, aunque otros murieron); Santiago (el hermano de Jesús), todos los apóstoles y por último Pablo mismo. La resurrección es un hecho histórico. No se desaliente por causa de los incrédulos, los que niegan la resurrección. Llénese de esperanza porque un día usted y ellos verán la prueba viviente, cuando Cristo vuelva.
15.7 Esta persona quizás fue Santiago, el hermano de Jesús, que inicialmente no creyó que este era el Mesías (Juan 7.5). Pero luego de ver al Jesús resucitado, se convirtió en creyente y después en líder de la iglesia en Jerusalén (Hechos 15.13). También escribió el libro de Santiago en el Nuevo Testamento.
15.8, 9 La credencial más importante de Pablo como apóstol era que fue un testigo presencial del Cristo resucitado (véase Hechos 9.3–6). «Abortivo» significa que el suyo fue un caso especial. Los demás apóstoles vieron a Jesús en persona. Pablo era de la generación siguiente de creyentes, aun Cristo se le apareció.
15.9–10 Como fariseo celoso, Pablo llegó a ser enemigo de la iglesia cristiana hasta el punto de capturar y perseguir creyentes (véase Hechos 9.1–3). Esta es la razón por la que se considera indigno de ser llamado apóstol de Cristo. A pesar de ser el más influyente de los apóstoles, Pablo era profundamente humilde. Sabía que había trabajado duro y que había logrado mucho, pero esto debido a que Dios derramó su gracia sobre él. La verdadera humildad no radica en convencerse de que uno no es valioso sino de que Dios obra en nosotros. Es mantener la perspectiva de Dios en quién es usted y reconocer su gracia en el desarrollo de sus habilidades.
15.10 Pablo manifiesta haber trabajado más que los demás apóstoles. Esta no es una declaración petulante, porque sabía que su poder procedía de Dios y que no importaba quién trabajara más que los demás. Debido a su posición prominente como fariseo, la conversión de Pablo lo hizo objeto de una mayor persecución en comparación con los otros apóstoles, siendo esta la razón por la que trabajó más fuerte en la predicación del mismo mensaje.
15.12ss La mayoría de los griegos no creían en la resurrección corporal de las personas. Veían la vida venidera como algo que sólo se relacionaba con el alma. De acuerdo a la filosofía griega, el alma era la persona real, aprisionada en el cuerpo físico, y en la muerte quedaba liberada. No había inmortalidad para el cuerpo sino que el alma entraba en un estado eterno. En las Escrituras, al contrario, el cuerpo y el alma se unificarán después de la resurrección. La iglesia en Corinto se hallaba en el corazón de la cultura griega. Por eso muchos creyentes tuvieron dificultad para creer en la resurrección corporal. Pablo escribió esta parte de su carta para resolver esta confusión acerca de la resurrección.
15.13-18 La resurrección de Cristo es el centro de la fe cristiana. Como Cristo resucitó de la muerte, como prometió, sabemos que dijo la verdad: Él es Dios. Como resucitó, su muerte por nuestras pecados fue válida y somos perdonados. Porque resucitó vive e intercede por nosotros. Porque resucitó y venció la muerte, sabemos que también nosotros resucitaremos.
15.19 ¿Por qué Pablo dice que seríamos los más miserables si sólo el ser cristianos fuera lo de más valor en esta vida? En los días de Pablo, el cristianismo implicaba con frecuencia persecución para toda persona, ostracismo de la familia, y en muchos casos, pobreza. Había muy pocos beneficios tangibles para el cristiano en esa sociedad. Definitivamente no significaba ascender en la escala social o profesional. Sin embargo, había algo mucho más importante, si Jesús no hubiera resucitado de la muerte, los cristianos no habrían podido obtener el perdón de sus pecados y por lo tanto no tendrían esperanza de vida eterna.
15.20 Primicia era la primera parte de las cosechas que los judíos traían al templo como ofrenda (Levítico 23.10ss). Aunque Cristo no fue el primero en resucitar de la muerte (Él resucitó a Lázaro y otros), fue el primero que nunca volvió a morir. Él es el precursor, la prueba de nuestra resurrección a la vida eterna.
15.21 La muerte vino como resultado del pecado de Adán y Eva. En Romanos 5.12–21, Pablo explica por qué el pecado de Adán trajo pecado a todos, cómo la muerte y el pecado se esparcieron entre todos los seres humanos por causa del primer pecado, y el paralelo existente entre la muerte de Adán y la de Cristo.
15.24–28 Esta no es una crónica secuencial de acontecimientos ni se da una fecha específica para ellos. Pablo destaca que el Cristo resucitado conquistará todo lo maligno, incluyendo la muerte. Si desea más información sobre la destrucción final de la muerte, véase Apocalipsis 20.14.
15.25–28 Aunque Dios el Padre y Dios el Hijo son iguales, cada uno tiene funciones especiales y áreas de soberano control (15.28). Cristo no es inferior al Padre, pero su responsabilidad es derrotar al maligno en la tierra. Primero derrotó al pecado y a la muerte en la cruz, y en los días finales derrotará a Satanás y a toda maldad. Los acontecimientos mundiales parece que estuvieran fuera de control y da la impresión de que la justicia fuera rara pero Dios la controla, permitiendo que el maligno permanezca por un tiempo hasta que envíe una vez más a Jesús a la tierra. Luego Jesús presentará a Dios un mundo nuevo y perfecto.
15.29 Algunos creyentes fueron bautizados en nombre de otros que fallecieron sin ser bautizados. No sabemos nada más acerca de esta práctica, pero obviamente afirma una creencia en la resurrección. Pablo no aprobaba necesariamente el bautismo por los muertos, pero lo usaba como ilustración para dar fuerza a su argumento de que la resurrección es una realidad.
15.31,32 «Cada día muero» se refiere a la exposición al peligro. No hay evidencias de que Pablo en ese momento hubiera batallado en Éfeso contra fieras, pero se refería a la oposición salvaje a la cual se enfrentó. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960
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