Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE Septiembre, Isaías 7,8,9

Mensaje de Isaías a Acaz

Capitulo 7

1Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no la pudieron tomar. 2Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.

3Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador, 4y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías. 5Ha acordado maligno consejo contra ti el sirio, con Efraín y con el hijo de Remalías, diciendo: 6Vamos contra Judá y aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel. 7Por tanto, Jehová el Señor dice así: No subsistirá, ni será. 8Porque la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco, Rezín; y dentro de sesenta y cinco años Efraín será quebrantado hasta dejar de ser pueblo. 9Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.

10Habló también Jehová a Acaz, diciendo: 11Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto. 12Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová. 13Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David. ¿Os es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios? 14Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. 15Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. 16Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada. 17Jehová hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, esto es, al rey de Asiria.

18Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; 19y vendrán y acamparán todos en los valles desiertos, y en las cavernas de las piedras, y en todos los zarzales, y en todas las matas.

20En aquel día el Señor raerá con navaja alquilada, con los que habitan al otro lado del río, esto es, con el rey de Asiria, cabeza y pelo de los pies, y aun la barba también quitará. 21Acontecerá en aquel tiempo, que criará un hombre una vaca y dos ovejas; 22y a causa de la abundancia de leche que darán, comerá mantequilla; ciertamente mantequilla y miel comerá el que quede en medio de la tierra.

23Acontecerá también en aquel tiempo, que el lugar donde había mil vides que valían mil siclos de plata, será para espinos y cardos. 24Con saetas y arco irán allá, porque toda la tierra será espinos y cardos. 25Y a todos los montes que se cavaban con azada, no llegarán allá por el temor de los espinos y de los cardos, sino que serán para pasto de bueyes y para ser hollados de los ganados.

 Sea Jehová vuestro temor

Capitulo 8

1Me dijo Jehová: Toma una tabla grande, y escribe en ella con caracteres legibles tocante a Maher-salal-hasbaz. 2Y junté conmigo por testigos fieles al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías. 3Y me llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz. 4Porque antes que el niño sepa decir: Padre mío, y Madre mía, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria. 5Otra vez volvió Jehová a hablarme, diciendo: 6Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías; 7he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas; 8y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel.

9Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados; disponeos, y seréis quebrantados. 10Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros.

11Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: 12No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. 13A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. 14Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. 15Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.

16Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. 17Esperaré, pues, a Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y en él confiaré. 18He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion. 19Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? 20¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. 21Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto. 22Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas.

 Nacimiento y reinado del Mesías

Capitulo 9

1Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. 2El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. 3Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. 4Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. 5Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. 6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

 La ira de Jehová contra Israel

8El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. 9Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: 10Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahigos, pero en su lugar pondremos cedros. 11Pero Jehová levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos; 12del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

13Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba, ni buscó a Jehová de los ejércitos. 14Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día. 15El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. 16Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden. 17Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

18Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. 19Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. 20Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo; 21Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. Amen.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE Septiembre, Gálatas 4

Capitulo 4

1Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. 3Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. 4Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! 7Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

 Exhortación contra el volver a la esclavitud

8Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; 9mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? 10Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. 11Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.

12Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. 13Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; 14y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. 15¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. 16¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? 17Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. 18Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. 19Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, 20quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.

 Alegoría de Sara y Agar

21Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? 22Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. 23Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. 24Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. 25Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. 27Porque está escrito:

Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;

Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;

Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.

 28Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. 29Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. 30Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. 31De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Amen. Rv.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE Septiembre, Isaías 7,8,9

Capítulo 7

7.1 Transcurría el año 734 a.C. y una alianza del reino del norte de Israel y Siria estaba a punto de atacar a Acaz, rey de Judá en Jerusalén. Temía por el posible final de su reinado y porque los ejércitos enemigos fueran a matar a mucha gente o se los llevaran cautivos (2 Crónicas 28.5–21). Sin embargo, como predijo Isaías, el reino de Judá no vio su fin en ese momento. La señal de Emanuel sería de liberación.

7.2 «La casa de David» se refiere a Judá, el reino del sur. «Efraín», la tribu dominante en el norte, es una referencia a Israel, el reino del norte.

7.3 Sear-jasub significa «un remanente volverá». Dios le dijo a Isaías que le diera este nombre a su hijo como recordatorio de su plan de misericordia. Desde el principio de su juicio, Dios planeó restaurar un remanente de su pueblo. Sear-jasub le recordaba al pueblo la fidelidad de Dios para con ellos.

7.3 El «acueducto del estanque de arriba» quizás era el lugar de la fuente de Gihón, localizada al este de Jerusalén. Esta era la fuente principal de agua de la ciudad santa y también la fuente que desembocaba en el famoso túnel de Ezequías (2 Crónicas 32.30). La heredad del Lavador era un paraje bien conocido donde ropa o telas recientemente hiladas se ponían al sol para secar y blanquear.

7.4–8.15 Isaías predijo la disolución de la alianza de Israel con Siria (7.4–9). Debido a esta alianza, destruirían a Israel (8.1–4). Asiria sería el instrumento que Dios utilizaría para hacerlo (7.8–25) y para castigar a Judá. Pero Dios no permitiría que Asiria destruyera a Judá (8.1–15). Los perdonaría debido a que la misericordia del plan de Dios no puede frustrarse.

7.8 Acaz, uno de los peores reyes de Judá, se negó a aceptar la ayuda de Dios y en su lugar trató de comprarla de los asirios, pagándola con el oro y la plata del templo (2 Reyes 16.8). Cuando los asirios llegaron, trajeron más problemas que ayuda. En el año 722 a.C., Samaria, la capital de Efraín (otro nombre para Israel, el reino del norte), cayó ante los ejércitos asirios, terminando así el reino del norte.

7.12 Acaz pareció recto al decir que no probaría a Dios con una señal («No pediré, y no tentaré a Jehová»). En realidad, Dios le dijo que pidiera, sin embargo, Acaz no quería saber lo que Dios tenía que decir. A menudo utilizamos algunas excusas, tales como no querer molestar a Dios, para evitar comunicarnos con Él. No permita que nada le impida seguir escuchando y obedeciendo a Dios.

7.14–16 Virgen se traduce de una palabra hebrea que significa mujer soltera con suficiente edad para estar casada, mujer sexualmente madura (véanse Génesis 24.43; Éxodo 2.8; Salmo 68.25; Proverbios 30.19; Cantar de los cantares 1.3; 6.8). Algunos han comparado a esta joven con la esposa de Isaías y su hijo recién nacido (8.1–4). Pero no podía ser ella, dado que ya tenía un hijo, Sear-jasub, y a su segundo hijo no lo llamaron Emanuel. Algunos creen que quizás la primera esposa de Isaías había muerto y entonces esta es su segunda esposa. Lo más probable es que esta profecía tuviese un doble cumplimiento. (1) Una joven mujer soltera de la casa de Acaz se casaría y tendría un hijo. Antes que pasaran los tres años (un año para el embarazo y dos para que el niño tuviera edad para hablar), serían destruidos los dos reyes invasores. (2) Mateo 1.23 cita Isaías 7.14 para mostrar un cumplimiento posterior de esta profecía en la cual una virgen llamada María concibió y dio a luz un hijo, Emanuel, el Cristo.

7.18 La mosca y la abeja son símbolos del juicio de Dios (véase Éxodo 23.28). Egipto y Asiria en esta ocasión no devastaron Judá. Ezequías sucedió a Acaz como rey y honró a Dios, por lo tanto Él contuvo su mano de juicio. Dos reyes malvados gobernaron antes de Josías, de quien se decía que no había habido otro rey que se convirtiese tan completamente a Dios como él (2 Reyes 23.25). Sin embargo, el destino de Judá estaba marcado por la maldad extrema del padre de Josías, Amón. Durante el reinado de Josías, Egipto marchó en contra de los asirios. Josías entonces le declaró la guerra a Egipto, a pesar de que Dios le había dicho claramente que no lo hiciera. Después de morir (2 Crónicas 35.20–27), solo reyes débiles gobernaron Judá. Después de tres meses, los egipcios se llevaron al hijo de Josías, Joacaz. Nabucodonosor se llevó a Babilonia a Joacim, el siguiente rey. Egipto y Asiria asestaron un golpe mortal a Judá.

7.20 Israel cayó porque contrató a Asiria para que los salvara (2 Reyes 16.7, 8). Símbolo de humillación total: «raerá» con navaja el pelo de Judá. Números 6.9 explica que después de contaminada, una persona que se apartaba para Dios tenía que rasurar su cabeza como parte del proceso de purificación. Rasurar el pelo del cuerpo era una vergüenza, una exposición a la desnudez. Para un hebreo era humillante que se le rasurara la barba (2 Samuel 10.4, 5).

7.21–25 Hollarían los ricos campos de Judá hasta convertirlos en pastizales adecuados solo para apacentar ganados. Ya no sería una tierra de abundancia, una tierra de la «que fluye leche y miel» (Éxodo 3.8), sino una de mantequilla, miel y espinos.


Capítulo 8

8.1–4 Estos versículos predicen la caída de Siria e Israel. Siria cayó ante Asiria en 732 a.C. e Israel la siguió en el año 722 a.C. Isaías colocó su mensaje en una tabla en un lugar público con letras grandes para que todos lo leyeran. Dios quería advertir a todo su pueblo.

8.6-8 «Las aguas de Siloé, que corren mansamente» se refiere al cuidado tierno y constante de Dios. Debido a que Judá rechazó la protección amorosa de Dios al buscar la ayuda de otras naciones, Dios la castigaría. Vemos dos atributos distintos de Dios: amor e ira. Olvidar su amor y dirección trae como resultado el pecado y provoca su ira. Debemos reconocer las consecuencias de nuestras elecciones. Dios quiere protegernos de las malas decisiones, pero nos sigue dando la libertad para tomarlas.

8.7,8 El corazón del Imperio Asirio estaba localizado entre los ríos Tigris y Éufrates. Este desbordamiento del río es una forma poética de describir la fuerza arrolladora del ejército asirio.

8.9 Ser «quebrantados» significa perder valor ante la presión que ejerce el temor repentino.

8.16 «Ata el testimonio» y «sella la ley» significa que las palabras se escribirían y preservarían para futuras generaciones. Debido a que algunas personas trasmitieron fielmente estas palabras de generación en generación, hoy tenemos el libro de Isaías. Cada uno de nosotros necesita asumir la responsabilidad de trasmitir la Palabra de Dios a sus hijos y nietos, animándolos a amar la Biblia, a leerla y aprender de ella. Entonces ellos harán lo mismo, trasmitiendo la palabra fielmente a sus hijos y nietos.

8.17 Isaías decidió esperar en Dios, aunque Él «escondió su rostro de la casa de Jacob». Pasaron setecientos años para que se cumplieran muchas de las profecías que el Señor dio mediante los profetas, otras aún siguen sin cumplirse. ¿Está usted dispuesto a aceptar el tiempo de Dios y no el suyo?

8.19 El pueblo consultaría a los encantadores y adivinos para buscar respuestas de los muertos, en vez de consultar al Dios viviente. Solo Él conoce el futuro y solo Él es eterno. Podemos confiar en su dirección.

8.21 Después que rechazaron el plan de Dios, el pueblo de Judá lo culparía de sus tribulaciones. La gente culpa continuamente a Dios por los problemas que se busca. ¿Cómo responde usted a los resultados desagradables de sus propias decisiones? ¿A quién culpa? En vez de culpar a Dios, busque la manera de crecer a través de sus fracasos.


Capítulo 9

9.1 En nuestro pesimismo y desesperación, tememos que las tristezas y los problemas nunca terminen. Pero nos consuela esta certeza: aunque Dios no nos saque de nuestros problemas, nos guiará a salvo a través de ellos si lo seguimos con todo el corazón.

9.1–7 Este niño que se transformaría en su libertador es el Mesías, Jesús. Mateo cita estos versículos al describir el ministerio de Cristo (Mateo 4.15, 16). Los territorios de Zabulón y Neftalí representan a todo el reino del norte. Estos también eran los territorios en los que Jesús creció y a menudo ministró. Por eso verían una «gran luz».

9.2 El apóstol Juan se refirió también a Jesús como la «luz» (Juan 1.9). Jesús se refirió a sí mismo como «la luz del mundo» (Juan 8.12).

9.2-6 En un momento de gran oscuridad, Dios prometió enviar una Luz que brillaría en cualquier persona que viviera en la sombra de la muerte. Él es «Admirable, Consejero» y «Dios fuerte». Este mensaje de esperanza se cumplió con el nacimiento de Cristo y el establecimiento de su reino eterno. Vino a liberar a todas las personas de la esclavitud del pecado.

9.8-10 El orgullo de Israel le llevó a pensar que se recuperaría y reconstruiría con sus fuerzas. A pesar de que Dios hizo de Israel una nación y le dio una tierra para ocupar, el pueblo depositó su confianza en sí mismo y no en Él. Muy a menudo nos vanagloriamos de nuestros logros, olvidándonos que es Dios el que nos ha dado toda la capacidad que tenemos. Incluso nos vanagloriamos de nuestra posición única como cristianos. A Dios no le complace ningún tipo de vanidad ni de autoconfianza debido a que rompe nuestro contacto con Él.

9.21 Efraín y Manasés eran tribus del reino del norte, descendientes de los dos hijos de José. Sostuvieron una guerra civil debido a su egoísmo y maldad (véase Jueces 12.4).


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 26 DE Septiembre, Gálatas 4


Capítulo 4

4.3-7 «Los rudimentos del mundo» son la etapa elemental de la práctica de la religión, tanto en la judía como en la pagana. Pablo usa la ilustración de la esclavitud para mostrar que antes de que Cristo viniera y muriera por nuestros pecados, la gente vivía esclavos de la ley. Pensando que podían salvarse por medio de ella, se esclavizaban al intentar guardarla y fallar en su cumplimiento. Pero los que una vez fuimos esclavos, ahora somos hijos de Dios y tenemos una relación íntima con Él. Gracias a Cristo, no hay razón para tenerle miedo a Dios. Podemos acercarnos confiadamente a su presencia, sabiendo que nos recibirá como miembros de su familia.

4.4 «Cuando vino el cumplimiento del tiempo», Dios envió a Jesús a la tierra para morir por nuestros pecados. Por siglos los judíos se preguntaban cuándo vendría el Mesías, pero el tiempo de Dios fue perfecto. Algunas veces podremos preguntarnos si Dios responderá muestras oraciones. Sin embargo, nunca debemos dejar de confiar en Él o desesperar. A su tiempo responderá. ¿Está usted esperando el tiempo de Dios? Confíe en su juicio y verdad ya que Él tiene para usted la mejor de las intenciones.

4.4,5 Jesús nació de una mujer, fue un ser humano. Nació como un judío, estaba sujeto a la ley de Dios, y la cumplió en plenitud. De esta manera Jesús fue el sacrificio perfecto, porque a pesar de que fue totalmente humano, nunca pecó. Su muerte compró libertad para los que éramos esclavos del pecado y que pudiéramos ser adoptados como miembros de la familia de Dios.

4.5–7 Bajo la ley romana, un hijo adoptivo disfrutaba de todos los derechos legales relacionados con las propiedades de su padre, incluso si anteriormente fue un esclavo. No era un hijo de segunda clase, era igual a cualquier otro hijo, biológico o adoptivo, en la familia de su padre. Abba es una palabra aramea que significa padre. Jesús empleó este término para referirse al Padre en Marcos 14.36. Como hijos adoptados de Dios, tenemos los mismos derechos de Jesús para con los recursos de Dios; de manera que podemos reclamar lo que ha provisto para nosotros: nuestra identidad total como sus hijos (véase Romanos 8.15–17).

4.13, 14 La enfermedad de Pablo era una prueba que él sobrellevaba mientras visitaba las iglesias en Galacia. El mundo es con frecuencia insensible al dolor y a la miseria humana. Pablo ensalzó a los gálatas por no haberlo rechazado, a pesar de que su condición era una prueba para ellos (no explica qué es lo que tenía). Este tipo de cuidado es lo que Jesús tuvo en mente cuando nos llamó para servirle entre los desamparados, los que tienen hambre, enfermedad y los que están en prisión como si fueran Jesús mismo (Mateo 25.34–40). ¿Ignora usted a los que enfrentan dolor y dificultades o busca cuidar de ellos como si fuera Jesús mismo?

4.15 ¿Ha perdido usted su gozo? Pablo temía que los gálatas hubieran perdido el gozo de su salvación por causa del legalismo. El legalismo anula el gozo porque: (1) hace que la gente se sienta culpable antes que amada; (2) produce aborrecimiento a uno mismo antes que humildad; (3) enfatiza logros antes que relaciones; (4) señala lo grande del fracaso antes que mostrar la distancia recorrida por medio de lo que Cristo hizo por nosotros. Si se siente culpable e inquieto, revise su enfoque. ¿Está viviendo por la fe en Cristo o trata de cumplir las demandas y expectativas de otros?

4.16 Pablo no ganó popularidad cuando regañó a los gálatas por haberse apartado de su primera fe en Cristo. La naturaleza humana no ha cambiado mucho, nosotros todavía nos molestamos cuando se nos reprende. No margine a quien lo desafía. Puede haber mucho de verdad en lo que dice. Reciba toda palabra con humildad y medite cuidadosamente en ella. Si descubre que necesita cambiar una actitud o acción, dé los pasos que convengan para hacerlo.

4.17 Estos falsos maestros reclamaban ser autoridades religiosas, expertos en judaísmo y cristianismo. Apelando a los deseos de los creyentes para hacer lo que es correcto, los persuadieron a seguir. Pablo dice, sin embargo, que estaban equivocados y que sus intenciones eran egoístas. Los falsos maestros, con frecuencia, son respetables y persuasivos. Esa es la razón por la que todas las enseñanzas necesitan ser analizadas a la luz de la Biblia.

4.19 Pablo guió a muchas personas a Cristo y las ayudó madurar espiritualmente. Quizá una razón de su éxito como padre espiritual fue el interés profundo que sintió por sus hijos espirituales; comparó su dolor por la infidelidad de ellos al dolor del parto. Debiéramos tener el mismo interés por aquellos para quienes somos padres espirituales. Cuando usted guía personas a Cristo, recuerde estar a su lado para ayudarlas en su crecimiento.

4.21ss La gente se salva por su fe en Cristo, no por lo que haga. Pablo hace un contraste entre aquellos que son esclavos de la ley (representada por Agar, la mujer esclava) y aquellos que son libres de la ley (representados por Sara, la mujer libre). Agar abusó de Sara (Génesis 16.4) actitud que se asemejó a la persecución de los cristianos judíos por los judaizantes, que insistían en el cumplimiento de la ley a fin de ser salvos. Al final Sara triunfó porque Dios cumplió su promesa de darle un hijo, así como aquellos que adoran a Cristo en fe, también triunfarán.

4.24 Pablo explicó que lo que sucedió con Sara y Agar es una alegoría o un cuadro de la relación entre Dios y la humanidad. Pablo usó una clase de argumento que era común en esos días y que tal vez fue usado por sus oponentes en contra de él mismo. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.


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