LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 2 DE SEPTIEMBRE. Proverbios 1,2,
PROVERBIOS
Motivo de los proverbios
1
1Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
2 Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Amonestaciones de la Sabiduría
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;
12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;
13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;
14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.
15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,
16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.
17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;
18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.
20 La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;
21 Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.
24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,
26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,
30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,
31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.
32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Excelencias de la sabiduría
2
1 Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
3 Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
4 Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
5 Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
7 El provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a los que caminan rectamente.
8 Es el que guarda las veredas del juicio,
Y preserva el camino de sus santos.
9 Entonces entenderás justicia, juicio
Y equidad, y todo buen camino.
10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón,
Y la ciencia fuere grata a tu alma,
11 La discreción te guardará;
Te preservará la inteligencia,
12 Para librarte del mal camino,
De los hombres que hablan perversidades,
13 Que dejan los caminos derechos,
Para andar por sendas tenebrosas;
14 Que se alegran haciendo el mal,
Que se huelgan en las perversidades del vicio;
15 Cuyas veredas son torcidas,
Y torcidos sus caminos.
16 Serás librado de la mujer extraña,
De la ajena que halaga con sus palabras,
17 La cual abandona al compañero de su juventud,
Y se olvida del pacto de su Dios.
18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,
Y sus veredas hacia los muertos;
19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán,
Ni seguirán otra vez los senderos de la vida.
20 Así andarás por el camino de los buenos,
Y seguirás las veredas de los justos;
21 Porque los rectos habitarán la tierra,
Y los perfectos permanecerán en ella,
22 Mas los impíos serán cortados de la tierra,
Y los prevaricadores serán de ella desarraigados. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 2 de Septiembre 1 Corintios 12. Dones espirituales
12
1No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
4Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
12Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
14Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? 30¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 31Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente. Amen. Biblia RV 1960.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 2 DE Septiembre. Proverbios 1,2,
Capítulo 1
1.1 Mientras el libro de los Salmos es para una vida devocional, el de Proverbios es para la vida diaria. Proverbios da sugerencias prácticas para una vida eficaz. Este libro no solo es una colección de dichos hogareños, contiene consejos espirituales profundos extraídos de la experiencia. Un proverbio es una frase corta y sabia, fácil de aprender y llama a una persona a actuar. No argumenta sobre criterios espirituales ni morales básicos, supone que ya los tenemos. El libro de Proverbios se enfoca en Dios (carácter, obras y bendiciones) y nos dice cómo vivir en relación íntima con Él.
1.1 Salomón, el tercer rey de Israel, hijo del gran rey David, reinó durante la época de oro de Israel. Cuando Dios le dijo que le concedería cualquier cosa que deseara, pidió un corazón entendido (1 Reyes 3.5–14). A Dios le agradó esta petición y no solo le dio sabiduría, sino también grandes riquezas, poder y una era de paz. Salomón construyó el glorioso templo de Jerusalén (1 Reyes 6) y escribió la mayor parte del libro de Proverbios. Su perfil se encuentra en 1 Reyes 4.
1.6 «Dichos profundos» son los que dejan interrogantes.
1.7 Uno de los tipos de individuos más molestos es el sabelotodo, alguien que tiene una opinión dogmática acerca de todo, cerrado a cualquier novedad, se irrita con la disciplina y se niega a aprender. Salomón llama insensato a esta clase de individuo. No sea un sabelotodo. En cambio, sea receptivo al consejo de otros, sobre todo a los que lo conocen bien y que le pueden dar consejos valiosos. Logre aprender de otros. Recuerde, solo Dios lo sabe todo.
1.7-9 En esta era de información, el conocimiento es abundante, pero hay falta de sabiduría. Sabiduría significa mucho más que simplemente saber mucho. Es una actitud básica que influye en cada aspecto de la vida. El fundamento de la sabiduría es temer a Dios: honrarlo y respetarlo, vivir maravillados por su poder y obedecer su Palabra. La fe en Dios debe ser la base para su comprensión del mundo, sus actitudes y sus acciones. Confíe en Dios y Él lo hará profundamente sabio.
1.8 Nuestras acciones hablan más fuerte que nuestras palabras. Esto es especialmente cierto en casa. Los niños aprenden valores, moral y prioridades al observar todos los días cómo actúan y reaccionan sus padres. Si estos muestran una profunda reverencia y dependencia en Dios, los niños captarán esas actitudes. Permítales que vean su reverencia por Dios. Enséñeles a vivir con rectitud al darle a la adoración un lugar importante en su familia y al leer la Biblia juntos.
1.10-19 El pecado atrae porque ofrece una vía rápida hacia la prosperidad y nos hace sentir como si fuéramos uno de la multitud. Cuando nos dejamos llevar por los demás y nos negamos a escuchar la verdad, nuestros apetitos se vuelven en amos y haremos cualquier cosa para satisfacerlos. Pero el pecado, si bien es atractivo, es mortal. Debemos aprender a elegir, no en base a una apariencia deslumbrante o de un placer a corto plazo, sino de acuerdo a los efectos a largo plazo. A veces esto significa evitar a quienes quieren incitarnos a realizar actividades que sabemos que son malas. No podemos ser amigos del pecado sin esperar que se afecte nuestra vida.
2.6,7 Dios nos da sabiduría y victoria, no por andar por la vida a la deriva ni por actuar irresponsablemente con sus dones y recursos. Si somos fieles y conservamos claro en nuestra mente el propósito en la vida, Él nos guardará del orgullo y la avaricia.
2.9,10 La sabiduría surge de un proceso de crecimiento constante. Primero, debemos confiar y honrar a Dios. Segundo, debemos darnos cuenta de que la Biblia nos revela la sabiduría de Dios. Tercero, debemos tomar una serie de buenas decisiones para toda la vida y evitar peligros morales. Cuarto, al tomar decisiones erróneas o pecaminosas, debemos aprender de nuestros errores y recuperarnos. La gente no desarrolla todos los aspectos de la sabiduría de inmediato. Por ejemplo, muchos tienen más agudeza de ingenio que discreción. Otros tiene más conocimiento que sentido común. Pero podemos orar para obtener todos los aspectos de la sabiduría y lograr desarrollarlos en nuestra vida.
2.11 Discreción es la habilidad para diferenciar el bien del mal. Le permite al creyente detectar motivos malvados en los hombres (2.12) y mujeres (2.16). Cuando lo practicamos, nos ayuda a evaluar el curso de acción y sus consecuencias. Para algunos es un regalo, la mayoría lo desarrolla para hacer decisiones sabias cada día. Hebreos 5.14 enfatiza que podemos autoprepararnos a fin de tener discreción.
2.16,17 Una mujer extraña es una seductora o prostituta. Dos de los pecados más difíciles de resistir son la soberbia y la inmoralidad sexual. Ambos son seductores. La soberbia dice: «Me lo merezco». El deseo sexual dice: «Lo necesito». En combinación, su llamado es mortal. En efecto, dice Salomón, solo confiando en la fortaleza de Dios podemos superarlos. La soberbia apela a una cabeza vacía, la tentación sexual a un corazón vacío. Al mirar a Dios, podemos llenar nuestra mente de su sabiduría y nuestros corazones con su amor. No permita que lo engañen, recuerde lo que Dios dice acerca de lo que usted es y lo que debería ser. Pídale fortaleza para resistir estas tentaciones
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 2 DE Septiembre 1Corintios 12.
Capítulo 12
12.1ss Las habilidades especiales dadas a cada persona por el Espíritu Santo son llamadas dones espirituales. Nos capacitan para ministrar a las necesidades del cuerpo de los creyentes. Este capítulo no es una lista exhaustiva de los dones espirituales (véanse Romanos 12; Efesios 4; 1 Pedro 4.10, 11 para más ejemplos). Hay muchos dones, la gente tiene diferentes dones, y un don no es superior al otro, algunos tienen más que otros. Todos proceden del Espíritu Santo, y su propósito es edificar el cuerpo de Cristo, la Iglesia.
12.1ss En lugar de edificar y unificar la iglesia en Corinto, los dones espirituales la estaban dividiendo. Se estaban convirtiendo en símbolos de poder espiritual, originando rivalidades, porque algunos pensaban que eran más «espirituales» que otros debido a sus dones. Esta era una forma equivocada de usar los dones espirituales, porque su propósito siempre es ayudar para que la iglesia marche mejor, y no que la divida. Podemos ser divisivos si insistimos en usar nuestros dones a nuestra manera, sin ser sensibles a las necesidades de otros. Nunca debemos usarlos para manipular a otros o servir a nuestros propios intereses.
12.3 Cualquiera puede proclamar que habla por Dios, el mundo está lleno de falsos maestros. Pablo nos da un examen para ayudarnos a discernir si un mensajero es de Dios o no lo es: ¿Confiesa que Jesucristo es Señor? No acepte fácilmente las palabras de alguien que anuncia hablar en nombre de Dios, pruebe sus credenciales descubriendo qué es lo que enseña acerca de Cristo.
12.9 Todos los cristianos tienen fe. Algunos, sin embargo, tienen el don espiritual de la fe, que viene a ser una dimensión poco usual de confianza en el poder del Espíritu Santo.
12.10, 11 «Profecía» no es precisamente una predicción del futuro. Puede ser también predicar la Palabra de Dios con poder. «Discernimiento de espíritus» significa la habilidad para distinguir si una persona que afirma hablar por Dios realmente lo hace, o lo hace de parte del diablo. (Pablo aborda el tema de las lenguas y su interpretación con más detalles en el capítulo 14.) No interesa cuál don o dones tenga una persona, todos provienen del Espíritu Santo. El Espíritu Santo decide cuál don tendremos. Tenemos la responsabilidad de usarlos y agudizarlos, pero no podemos pedir crédito por lo que Dios nos ha dado gratuitamente.
12.12 Pablo compara el cuerpo de Cristo a un cuerpo humano. Cada parte tiene una función especial que es necesaria al cuerpo en su totalidad. Las partes son diferentes con un propósito y a pesar de sus diferencias deben laborar juntas. Los cristianos deben evitar dos errores comunes: (1) sentirse demasiado orgullosos de sus habilidades, o (2) pensar que no tienen nada que ofrecer al cuerpo de creyentes. En lugar de compararnos con otros, debemos usar nuestros diferentes dones, juntos, a fin de difundir las buenas nuevas de salvación.
12.13 La iglesia es compuesta por muchas personas con una variedad de trasfondo y una multiplicidad de dones y habilidades. Es muy fácil que esas diferencias dividan a las personas, como fue el caso en Corinto. Pero más allá de las diferencias, todos los creyentes tienen una cosa en común: fe en Cristo. En esta verdad esencial la iglesia halla su unidad. Todos los creyentes son bautizados por un Espíritu Santo, forman parte de un cuerpo de creyentes, la iglesia. No perdemos nuestra identidad personal sino que poseemos una unidad en Cristo a pesar de seguir siendo individuos. Cuando una persona se hace cristiana, el Espíritu Santo hace en ella su residencia y viene a nacer dentro de la familia de Dios. «A todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu» significa que el mismo Espíritu Santo llena completamente nuestro profundo ser. Como miembros de la familia de Dios, podemos tener intereses diversos así como también dones diferentes, sin dejar de tener una misma meta.
12.14–24 Usando la analogía del cuerpo, Pablo enfatiza la importancia de cada miembro de la iglesia. Si alguna parte, considerada sin importancia, es puesta aparte, todo el cuerpo pierde parte de su efectividad. Pensar que su don es más importante que el de otro es orgullo espiritual. No debiéramos menospreciar a aquellos que aparentan ser menos importantes ni ponernos celosos con aquellos que manifiestan dones más impresionantes. Al contrario, debemos usar los dones que se nos ha dado y animar a otros a usar los suyos. Si no lo hacemos, el cuerpo de Cristo perderá mayor efectividad.
12.25, 26 ¿Cómo reacciona usted cuando otra persona es honrada? ¿Cuál es su respuesta cuando una persona está sufriendo? Se nos pide regocijarnos con aquellos que se gozan y llorar con los que lloran (Romanos 12.15). Con frecuencia, desafortunadamente, nos ponemos celosos con los que se gozan y nos apartamos de aquellos que lloran. Los creyentes están en el mismo mundo, no hay tal cosa como cristianismo individual. No podemos estar de acuerdo sólo con nuestra relación con Dios, debemos involucrarnos en las vidas de los demás.
12.30 Pablo enfoca el asunto de hablar en lenguas con mayores detalles en el capítulo 14.
12.31 Los dones más importantes son aquellos que dan mayores beneficios al cuerpo de Cristo. Pablo ya dejó en claro esto, indicando que ningún don es más importante que el otro, al contrario urgió a los creyentes para que descubran cómo pueden servir mejor al cuerpo de Cristo con los dones que Dios les ha dado. Sus dones no son para su propio beneficio. Les han sido dados para servir a Dios y buscar el desarrollo espiritual de los hermanos. Comentarios de la Biblia del Diario Vivir.
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