LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 11 DE SEPTIEMBRE, PROVERBIOS 19,20,
19
1 Mejor es el pobre que camina en integridad,
Que el de perversos labios y fatuo.
2 El alma sin ciencia no es buena,
Y aquel que se apresura con los pies, peca.
3 La insensatez del hombre tuerce su camino,
Y luego contra Jehová se irrita su corazón.
4 Las riquezas traen muchos amigos;
Mas el pobre es apartado de su amigo.
5 El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras no escapará.
6 Muchos buscan el favor del generoso,
Y cada uno es amigo del hombre que da.
7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen;
¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él!
Buscará la palabra, y no la hallará.
8 El que posee entendimiento ama su alma;
El que guarda la inteligencia hallará el bien.
9 El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras perecerá.
10 No conviene al necio el deleite;
¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
11 La cordura del hombre detiene su furor,
Y su honra es pasar por alto la ofensa.
12 Como rugido de cachorro de león es la ira del rey,
Y su favor como el rocío sobre la hierba.
13 Dolor es para su padre el hijo necio,
Y gotera continua las contiendas de la mujer.
14 La casa y las riquezas son herencia de los padres;
Mas de Jehová la mujer prudente.
15 La pereza hace caer en profundo sueño,
Y el alma negligente padecerá hambre.
16 El que guarda el mandamiento guarda su alma;
Mas el que menosprecia sus caminos morirá.
17 A Jehová presta el que da al pobre,
Y el bien que ha hecho, se lo
Volverá a pagar.
18 Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
19 El de grande ira llevará la pena;
Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.
20 Escucha el consejo, y recibe la corrección,
Para que seas sabio en tu vejez.
21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;
Mas el consejo de Jehová permanecerá.
22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia;
Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
23 El temor de Jehová es para vida,
Y con él vivirá lleno de reposo el hombre;
No será visitado de mal.
24 El perezoso mete su mano en el plato,
Y ni aun a su boca la llevará.
25 Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado;
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
26 El que roba a su padre y ahuyenta a su madre,
Es hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.
27 Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas
Que te hacen divagar de las razones de sabiduría.
28 El testigo perverso se burlará del juicio,
Y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad.
29 Preparados están juicios para los escarnecedores,
Y azotes para las espaldas de los necios.
20
1 El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora,
Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.
2 Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;
El que lo enfurece peca contra sí mismo.
3 Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella.
4 El perezoso no ara a causa del invierno;
Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
5 Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre;
Mas el hombre entendido lo alcanzará.
6 Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,
Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
7 Camina en su integridad el justo;
Sus hijos son dichosos después de él.
8 El rey que se sienta en el trono de juicio,
Con su mirar disipa todo mal.
9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,
Limpio estoy de mi pecado?
10 Pesa falsa y medida falsa,
Ambas cosas son abominación a Jehová.
11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos,
Si su conducta fuere limpia y recta.
12 El oído que oye, y el ojo que ve,
Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.
13 No ames el sueño, para que no te empobrezcas;
Abre tus ojos, y te saciarás de pan.
14 El que compra dice: Malo es, malo es;
Mas cuando se aparta, se alaba.
15 Hay oro y multitud de piedras preciosas;
Mas los labios prudentes son joya preciosa.
16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño,
Y toma prenda del que sale fiador por los extraños.
17 Sabroso es al hombre el pan de mentira;
Pero después su boca será llena de cascajo.
18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;
Y con dirección sabia se hace la guerra.
19 El que anda en chismes descubre el secreto;
No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
20 Al que maldice a su padre o a su madre,
Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.
21 Los bienes que se adquieren de prisa al principio,
No serán al final bendecidos.
22 No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará.
23 Abominación son a Jehová las pesas falsas,
Y la balanza falsa no es buena.
24 De Jehová son los pasos del hombre;
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
25 Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración,
Y después de hacerlo, reflexionar.
26 El rey sabio avienta a los impíos,
Y sobre ellos hace rodar la rueda.
27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,
La cual escudriña lo más profundo del corazón.
28 Misericordia y verdad guardan al rey,
Y con clemencia se sustenta su trono.
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,
Y la hermosura de los ancianos es su vejez.
30 Los azotes que hieren son medicina para el malo,
Y el castigo purifica el corazón. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 11 DE SEPTIEMBRE, 2°Corintios 3.
Ministros del nuevo pacto
3
1¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? 2Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 3siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
4Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
7Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, 8¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 10Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. 11Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.
12Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; 13y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 14Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 11 DE SEPTIEMBRE, PROVERBIOS 19,20,
Capítulo 19
19.1 La integridad es más valiosa que la riqueza, pero la mayoría de las personas no actúan como si lo creyeran. Temen tanto no conseguir todo lo que quieren, que están dispuestas a pagar cualquier precio con tal de incrementar su riqueza: hacer trampa en los impuestos, robar en las tiendas o a los empleadores, retener el diezmo, negándose a dar. Pero cuando conocemos y amamos a Dios, nos damos cuenta que un nivel bajo de vida, o incluso la pobreza, es un pequeño precio que hay que pagar por la integridad personal. ¿Muestran sus acciones que sacrifica su integridad para incrementar su riqueza? ¿Qué cambios necesita hacer para corregir sus prioridades?
19.2 A menudo vamos presurosos a través de la vida, avalanzándonos de cabeza a lo desconocido. Mucha gente se casa sin saber lo que puede esperar de su pareja ni de la vida matrimonial. Otros prueban las relaciones sexuales ilícitas o las drogas sin considerar las consecuencias. Algunos se arrojan a trabajos sin evaluar si tienen la capacidad para realizarlos. No corra hacia lo desconocido. Asegúrese de que comprende las cosas en las que se está metiendo y a dónde quiere ir antes de dar el primer paso. Si aun así parece desconocido, asegúrese de seguir a Dios.
19.8 ¿Es bueno amarse uno mismo? Sí, ¡cuando está en juego su alma! Este proverbio no se refiere a la persona egoísta que ama y protege sus intereses mezquinos y que hará cualquier cosa para servirles. En vez de eso, alienta a los que en verdad se preocupan de ellos mismos al punto de buscar sabiduría.
19.16 Los mandamientos que nos han dicho que debemos cumplir son los que se encuentran en la Palabra de Dios, tanto los Diez Mandamientos (Éxodo 20) como los demás pasajes de instrucción. Obedecer lo que Dios nos enseña en la Biblia es guardarnos. Desobedecer es destruirnos.
19.17 Aquí Dios se identifica con el pobre al igual que Jesús lo hace en Mateo 25.31–46. Como nuestro Creador, Dios nos valora, sin importar si somos ricos o pobres. Cuando ayudamos a los pobres, mostramos honor tanto al Creador como a su creación. Dios acepta nuestra ayuda como si se la hubiéramos ofrecido directamente a Él.
19.23 Aquel que confía en Dios «no será visitado de mal» debido a sus buenos hábitos, estilo de vida y a veces mediante la intervención directa de Dios. Sin embargo, el temor de Jehová no siempre nos protege del peligro de esta vida. Siguen sucediéndoles cosas malas a la gente que ama a Dios. Este versículo no es una promesa universal, sino un principio general. Describe lo que sucedería si en este mundo no hubiera pecado y lo que sucederá en la tierra nueva cuando los creyentes fieles estarán para siempre bajo la protección de Dios.
19.24 «Mete su mano en el plato» se refiere a la costumbre de comer de un mismo plato que se pasaba de persona en persona y donde cada uno estiraba su mano y tomaba su porción. Este proverbio dice que algunas personas son perezosas aun para llevarse la comida a la boca.
19.25 Existe una gran diferencia entre la persona que aprende de la crítica y la que se niega a aceptar la corrección. La forma de responder ante la crítica determina si hemos crecido o no en sabiduría. La próxima vez que alguien lo critique, esmérese por escuchar atento todo lo que le dice. Usted puede aprender algo.
Capítulo 20
20.3 Una persona que tiene confianza plena en su fuerza no necesita alardear. Una persona valiente de verdad no necesita buscar oportunidades para probar su valor. Una mujer llena de recursos descubre cómo salir de una pelea. Un hombre paciente evitará tomar represalias. Es imposible para los hombres insensatos mantenerse alejados de las peleas. Las personas de carácter sí pueden. ¿Qué clase de persona es usted?
20.4 Sin duda, ha escuchado advertencias similares: si no estudias, no pasarás el examen; si no ahorras, no tendrás dinero cuando lo necesites. Dios quiere que nos anticipemos a las necesidades futuras y nos preparemos para ellas. No podemos esperar que Él venga a rescatarnos cuando nos hemos acarreado los problemas por falta de planificación y acción. Él nos abastece, pero además espera que seamos responsables.
20.9 Nadie está exento del pecado. En cuanto confesamos nuestro pecado y nos arrepentimos, las acciones y los pensamientos pecaminosos comienzan a retroceder en nuestra vida. Todos necesitamos una limpieza continua, una vez tras otra. Agradezca a Dios porque Él la ofrece mediante su misericordia cuando la pedimos. Haga de la confesión y del arrepentimiento una parte regular de sus conversaciones con Dios. Dependa de Él en cada momento para la limpieza que necesita.
20.23 «Pesas falsas» se refiere a las balanzas adulteradas que un comerciante puede utilizar a fin de engañar a sus clientes. La deshonestidad es un pecado difícil de evitar. Es muy fácil hacer trampa si pensamos que nadie nos ve. Sin embargo, la falta de honradez afecta el mismo corazón de una persona. Hace que nadie confíe en él y que este no confíe en nadie. A la larga lo hace incapaz de conocerse a sí mismo o de relacionarse con los demás. No tome la deshonestidad a la ligera. Incluso la porción más pequeña contiene suficiente porción de engaño para matar su vida espiritual. Si existe alguna deshonestidad en su vida, dígaselo ahora mismo a Dios y renuncie a ello. Repite cada vez que trates de engañar a alguien o mentir, di siempre, renuncio, renuncio en el nombre de Jesucristo y veraz tu vida transformada.
20.24 A menudo los sucesos de nuestra vida nos confunden. Hay muchas cosas que nunca comprenderemos. Otras se colocarán en su lugar en el futuro cuando miremos y veamos cómo Dios trabajaba. Este proverbio nos aconseja que no nos preocupemos si no comprendemos todo lo que sucede. En vez de eso, confiemos en que Dios sabe lo que hace, incluso si su intención no es clara para nosotros. Véase Salmo 37.23 donde se nos da una promesa que nos asegura que Dios dirige nuestras vidas.Aleluya.
20.25 Voto de consagración significa su intención de dar algo como ofrenda a Dios. Consagración denota apartar algo para uso religioso. Este proverbio puntualiza lo malo que es hacer un voto a la ligera y luego reconsiderarlo. Dios toma los votos con seriedad y demanda que se lleven a cabo (Deuteronomio 23.21–23). A menudo tenemos buenas intenciones cuando hacemos un voto porque queremos mostrar a Dios que estamos determinados a servirlo. Sin embargo, Jesús dice que es mejor no hacer promesas a Dios porque Él sabe lo difícil que son de cumplir (Mateo 5.33–37). Si usted sigue sintiendo que es importante hacer un voto, asegúrese de que ha considerado las consecuencias de quebrantarlo. (En Jueces 11, Jefté hizo una promesa temeraria de sacrificar a cualquiera que saliera para recibirle cuando regresara a casa. Llegado el momento, la primera que le recibió fue su hija.) Es mejor no hacer promesas, que hacerlas y más tarde querer cambiarlas. Incluso, es mejor analizar el costo de antemano y luego cumplirlas. (Si desea más información sobre otras personas en la Biblia que hicieron votos temerarios, véase el cuadro a Jueces 11.)
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 11 DE SEPTIEMBRE, 2°Corintios 3.
Capítulo 3
3.1–3 Algunos falsos maestros llevaban consigo cartas olvidadas de recomendación para incrementar su autoridad. En términos claros, Pablo declara que no necesita ese tipo de cartas. Las vidas de los creyentes, aquellos que él y sus colaboradores habían predicado, eran suficientes como recomendación. Pablo usó cartas de presentación, sin embargo, muchas veces. Por ejemplo, las escribió en favor de Febe (Romanos 16.1, 2) y Timoteo (1 Corintios 16.10, 11). Esas cartas ayudaron a sus amigos y colaboradores confiables a que fueran bien recibidos en varias iglesias.
3.3 Pablo usa metáforas poderosas de pasajes famosos del Antiguo Testamento que predicen el día prometido de nuevos comienzos (véanse Jeremías 31.33; Ezequiel 11.19; 36.26). Este proceso de conversión no debe ser utilizado por ningún ministro para conseguir reputación, ocurre por obra del Espíritu Santo. No llegamos a ser creyentes por seguir las instrucciones de algún manual o por emplear alguna técnica. Nuestra conversión es el resultado de ser sellados por Dios mediante su Espíritu en nuestros corazones, lo que nos da nuevo poder para vivir para Él.
3.4,5 Pablo no está alardeando, da a Dios la honra por todos sus logros. Mientras los falsos maestros se sentían orgullosos de su poder y prestigio, Pablo expresa su humildad delante de Dios. Nadie puede considerarse capaz sin la ayuda de Dios. Nadie es competente para cumplir con sus propias fuerzas la responsabilidad para la que Dios nos ha llamado. Sin la habilitación del Espíritu Santo, el talento natural puede llevarnos al fracaso. Como testigos de Cristo, necesitamos el carácter y la fuerza especial que sólo Dios da.
3.6 «La letra mata, mas el espíritu vivifica» significa que tratar de ser salvos guardando las leyes del Antiguo Testamento nos conducirá a la muerte. Sólo al creer en el Señor Jesucristo una persona puede recibir vida eterna a través del Espíritu Santo. Nadie, con excepción de Jesús, ha logrado cumplir perfectamente la ley, y por eso todo el mundo está condenado a muerte. La ley hace que la gente tome conciencia de su pecado, pero esto no da vida. Bajo el nuevo pacto, el cual significa promesa o acuerdo, la vida eterna viene del Espíritu Santo. El Espíritu da vida nueva a todos los que creen en Cristo. La ley moral (los Diez Mandamientos) sigue siendo de ayuda para mostrar el pecado e indicarnos cómo llevar una vida que agrade a Dios, pero el perdón viene sólo por medio de la gracia y la misericordia de Cristo (véase Romanos 7.10–8.2).
3.7–11 Pablo contrasta la gloria de los Diez Mandamientos con la del ministerio del Espíritu. Si la ley conduce a la muerte, y fue glorioso, ¡cómo no será más glorioso el plan de Dios que nos conduce a la vida! El sacrificio de Jesucristo es mucho más superior que el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento (véase Hebreos 8; 10 para obtener mayor información). Si el cristianismo es superior al judaísmo y al Antiguo Testamento, que fue la más alta expresión de religión en la tierra, sin lugar a dudas es superior a cualquier otra religión que se pueda cruzar en el camino. Ya que comparado con cualquier otro, el plan de Dios es maravilloso, lo debemos aceptar y tomar en serio.
3.9 Pablo manifiesta que si el viejo pacto había sido con gloria (y en verdad lo fue), ahora imagínese lo glorioso que será el nuevo. La ley fue maravillosa porque a pesar de condenarnos nos señalaba a Cristo. Pero en el nuevo pacto la ley y la promesa se cumplen. Cristo vino, por fe podemos ser justificados (hechos perfecto delante de Dios).
3.13–18 Cuando Moisés bajó del Monte Sinaí con los Diez Mandamientos, su rostro resplandecía por haber estado en la misma presencia de Dios (Éxodo 34.29–35). Se puso un velo para evitar que la gente se asustara por el esplendor de su rostro. Pablo agrega que su velo evitó que vieran la gloria que se desvanecía. Moisés y su velo ilustran el desvanecimiento del sistema antiguo así como el velo de la mente y el entendimiento de la gente por su orgullo, dureza de corazón y rechazo a arrepentirse. La herencia de los judíos se asemejaba a un velo de orgullo que les impedía entender las referencias a Cristo en las Escrituras. Cuando una persona llega a ser cristiana, Cristo remueve su velo (3.16) dándole vida eterna y libertad de tratar de salvarse por la ley. Sin el velo podemos ser como un espejo que refleja la gloria de Dios.
3.17 Todos aquellos que tratan de ser salvos guardando las leyes del Antiguo Testamento pronto se enredan con reglas y ceremonias. Pero ahora, a través del Espíritu Santo, Dios nos otorga libertad del pecado y la condenación (Romanos 8.1). Cuando confiamos Cristo nos salva, Él quita nuestra pesada carga de agradarle y nuestro culpa por no lograrlo. Al confiar en Cristo somos amados, aceptados, perdonados y libertados para vivir para Él. «Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad».Hoy abro las puertas de mi ncorazon y te recibo como mi único Señor y salvador de mi Alma, perdona todos mis pecados y escribe mi nombre en el libro de la vida y has de mi la persona que tu Señor quieres que yo sea. AMEN Y AMEN
3.18 La gloria que el Espíritu imparte al creyente es superior, en calidad y duración, a la que Moisés experimentó. Al contemplar la naturaleza de Dios sin el velo en nuestra mentes, nos asemejamos a Cristo. En el evangelio vemos la verdad de Cristo y ella transforma nuestra moral en la medida que la entendemos y la usamos. Cuando aprendemos de la vida de Cristo podemos entender lo maravilloso que es Dios y lo que a Él en realidad le agrada. En la medida que nuestro conocimiento se profundiza, el Espíritu Santo nos ayuda a cambiar. Llegar a ser como Cristo es una experiencia progresiva (véanse Romanos 8.29; Gálatas 4.19; Filipenses 3.21; 1 Juan 3.2). Cuanto más cerca sigamos a Cristo, más nos asemejaremos a Él. Comentarios de le Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.
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