LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 10 DE SEPTIEMBRE. PROVERBIOS 17,18,
17
1 Mejor es un bocado seco, y en paz,
Que casa de contiendas llena de provisiones.
2 El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra,
Y con los hermanos compartirá la herencia.
3 El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero Jehová prueba los corazones.
4 El malo está atento al labio inicuo;
Y el mentiroso escucha la lengua detractora.
5 El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;
Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.
6 Corona de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.
7 No conviene al necio la altilocuencia;
¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
8 Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica;
Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.
9 El que cubre la falta busca amistad;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.
10 La reprensión aprovecha al entendido,
Más que cien azotes al necio.
11 El rebelde no busca sino el mal,
Y mensajero cruel será enviado contra él.
12 Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros,
Que con un fatuo en su necedad.
13 El que da mal por bien,
No se apartará el mal de su casa.
14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.
15 El que justifica al impío, y el que condena al justo,
Ambos son igualmente abominación a Jehová.
16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?
17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas,
Y sale por fiador en presencia de su amigo.
19 El que ama la disputa, ama la transgresión;
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.
20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.
21 El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.
22 El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.
23 El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.
24 En el rostro del entendido aparece la sabiduría;
Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.
25 El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.
26 Ciertamente no es bueno condenar al justo,
Ni herir a los nobles que hacen lo recto.
27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido.
28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.
18
1 Su deseo busca el que se desvía,
Y se entremete en todo negocio.
2 No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra.
3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio,
Y con el deshonrador la afrenta.
4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
5 Tener respeto a la persona del impío,
Para pervertir el derecho del justo, no es bueno.
6 Los labios del necio traen contienda;
Y su boca los azotes llama.
7 La boca del necio es quebrantamiento para sí,
Y sus labios son lazos para su alma.
8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.
9 También el que es negligente en su trabajo
Es hermano del hombre disipador.
10 Torre fuerte es el nombre de Jehová;
A él correrá el justo, y será levantado.
11 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
Y como un muro alto en su imaginación.
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre,
Y antes de la honra es el abatimiento.
13 Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio.
14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?
15 El corazón del entendido adquiere sabiduría;
Y el oído de los sabios busca la ciencia.
16 La dádiva del hombre le ensancha el camino
Y le lleva delante de los grandes.
17 Justo parece el primero que aboga por su causa;
Pero viene su adversario, y le descubre.
18 La suerte pone fin a los pleitos,
Y decide entre los poderosos.
19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;
Se saciará del producto de sus labios.
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.
22 El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová.
23 El pobre habla con ruegos,
Mas el rico responde durezas.
24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano. Amen.
LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY10 DE SEPTIEMBRE.2°Corintios 2.
2
1Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza. 2Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegre, sino aquel a quien yo contristé? 3Y esto mismo os escribí, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros. 4Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.
Pablo perdona al ofensor
5Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. 6Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; 7así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. 8Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él. 9Porque también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. 10Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, 11para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
Ansiedad de Pablo en Troas
12Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, 13no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
Triunfantes en Cristo
14Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 15Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? 17Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. Amen. Rv.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 10 DE SEPTIEMBRE. PROVERBIOS 17,18,
Capítulo 17
17.3 Se requiere de un intenso calor para purificar el oro y la plata. De manera similar, a menudo se requiere del calor de las pruebas para que los cristianos sean purificados. A través de las pruebas, Dios nos muestra lo que hay en nosotros y quita cualquier cosa que se atreviese para que podamos confiar completamente en Él. Pedro dice: «Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo» (1 Pedro 1.7). Así que cuando surjan tiempos difíciles en su camino, dése cuenta de que Dios desea utilizarlos para refinar su fe y purificar su corazón.
17.5 Pocos actos son tan crueles como burlarse de los menos afortunados, pero muchos lo practican porque les hace sentirse bien ser mejores o tener más éxito que otros. Escarnecer al pobre es burlarse del Dios que los creó. También nos burlamos de Dios cuando ridiculizamos al débil o a los que son diferentes o a cualquiera. Cuando note que menosprecia a los demás solo por diversión, deténgase y piense en el que los creó.
17.8 Salomón no disculpa el soborno (véase 17.15, 23), sino que hace una observación acerca de cómo las cosas actúan en el mundo. El soborno puede hacer que la gente obtenga lo que quiere, pero la Biblia lo condena claramente (Éxodo 23.8; Proverbios 17.23; Mateo 28.11–15).
17.9 Este proverbio menciona que deberíamos perdonar de buena voluntad a los que han pecado contra nosotros. Olvidar las ofensas es necesario en cualquier relación. Es tentador, sobre todo en una discusión, sacar a la luz todos los errores que la otra persona cometió. Amar, sin embargo, mantiene la boca cerrada, aunque esto sea difícil. Nunca trate de sacar a relucir algo en una discusión que no esté relacionado con el tema a discutir. Conforme crezcamos para llegar a ser iguales a Cristo, adquiriremos la capacidad de Dios para olvidar los errores confesados del pasado.
17.17 ¿Qué clase de amigo es usted? Hay una gran diferencia entre conocer bien a alguien y ser un verdadero amigo. La evidencia más grande de una amistad genuina es la lealtad (amar «en todo tiempo») (véase 1 Corintios 13.7), estar listo para ayudar en los momentos de aflicción o de luchas personales. Demasiadas personas son amigos en los buenos tiempos. Permanecen a nuestro alrededor cuando la amistad los ayuda y nos dejan cuando ya no sacan algún provecho de la misma. Piense en sus amigos y analice la lealtad que les ofrece. Sea la clase de amigo fiel que la Biblia describe.
17.22 Estar alegre es estar listo para recibir a otros con una bienvenida, una palabra de aliento, un entusiasmo por la tarea entre manos y una perspectiva positiva hacia el futuro. Tales personas se reciben como medicina que alivia el dolor.
17.24 Si bien hay cosas que decir por tener grandes sueños, este proverbio señala la necedad de perseguir fantasías (tener ojos que «vagan hasta el extremo de la tierra», véase 12.11). ¡Cuánto mejor es alinear sus metas con las de Dios, ser la clase de persona que Él quiere que sea! Quizás tales metas (sabiduría, honestidad, paciencia, amor) no parezcan atractivas, pero determinarán su futuro eterno. Dedique tiempo para pensar en sus sueños y metas, y asegúrese de que abarcan las áreas que en verdad importan de la vida.
17.27, 28 Este proverbio destaca varios beneficios de guardar silencio: (1) es lo mejor si no tiene nada valioso que decir; (2) le da la oportunidad de escuchar y aprender; (3) le da algo en común con los sabios. Asegúrese de utilizar momentos de silencio para pensar y escuchar para que así cuando hable, tenga algo importante que decir.
Capítulo 18
18.8 Es tan difícil negarse a escuchar un chisme como lo es rechazar un postre delicioso. Probar un simple bocado de cualquiera de los dos crea un deseo de obtener más. Usted puede resistirse a los rumores de la misma manera que una persona que está a dieta rechaza el dulce, ni siquiera abra la caja. Si no da la primera mordida al chisme, no dará la segunda ni la tercera.
18.11 Al imaginar que su riqueza es su defensa fuerte, los ricos están lamentablemente equivocados. El dinero no proporcionará seguridad, hay demasiadas formas de perder su poder. El gobierno puede dejar de respaldarlo, pueden robarlo los ladrones, la inflación puede quitar parte de su valor. Sin embargo, Dios nunca pierde su poder. Siempre es confiable. ¿Dónde ha depositado su esperanza para la seguridad, en una riqueza insegura o en Dios el que siempre permanece fiel?
18.13, 15, 17 En estas concisas declaraciones, hay tres principios básicos para tomar grandes decisiones: (1) obtenga todos los hechos antes de decidir; (2) esté abierto a nuevas ideas; (3) asegúrese de escuchar ambos lados de la historia antes de juzgar. Todos los principios se centran en buscar información adicional. Esto es un trabajo difícil pero necesario, de lo contrario la única alternativa que nos queda es el prejuicio: juzgar antes de conocer todos los hechos.
18.22 Este versículo establece que es bueno estar casado. El énfasis que se hace hoy en la libertad individual está mal encaminado. Individuos firmes son importantes, pero también lo son los matrimonios sólidos. Dios creó el matrimonio para que lo disfrutemos, y declaró que era bueno. Este es uno de los tantos pasajes de la Biblia que nos muestra al matrimonio como una creación de Dios positiva y feliz (Génesis 2.21–25; Proverbios 5.15–19; Juan 2.1–11).
18.23 Este versículo no aprueba el insulto al pobre. Simplemente describe un hecho desafortunado de la vida. Es malo que los ricos traten a los menos afortunados con desdén y arrogancia, y Dios juzgará esas acciones con severidad (véase 14.31).
18.24 La soledad está en todas partes. Mucha gente hoy en día se siente aislada o apartada de los demás. Estar en una multitud solo logra que la gente esté más consciente de su aislamiento. Todos necesitamos amigos que estén cerca, que escuchen, que se preocupen y brinden ayuda cuando se requiera, en las buenas y en las malas. Es mejor tener un amigo así que docenas de conocidos superficiales. En vez de desear poder encontrar un verdadero amigo, procure ser uno de ellos. Existen personas necesitadas de su amistad. Pida a Dios que se las revele y luego acepte el reto de ser un verdadero amigo.
COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY HOY10 DE SEPTIEMBRE. 2°Corintios 2.
Capítulo 2
2.1 La frase de Pablo «otra vez a vosotros con tristeza» indica que ya había hecho un viaje dificultoso a Corinto desde que se fundó la iglesia. Fue para enfrentarse a aquellos que en la iglesia estaban poniendo en discusión su autoridad como apóstol de Jesucristo, confundiendo a otros creyentes.
2.3 La carta anterior de Pablo no fue 1 Corintios sino una escrita entre 1 y 2 Corintios, poco tiempo después de su improvisada y penosa visita (2.1). Pablo se refiere a esta carta nuevamente en 7.8.
2.4 Pablo no disfruta reprendiendo a sus amigos y seguidores, sino que está bastante preocupado por ellos, por lo que los confronta con sus acciones equivocadas. Proverbios 27.6 dice: «Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece». Algunas veces nuestros amigos optan por decisiones que sabemos que son erróneas, si las pasamos por alto y dejamos que sigan adelante, no les estamos mostrando amor. El amor implica manifestar sinceramente nuestra preocupación a fin de que sean y hagan lo mejor para Dios. Cuando no brindamos ayuda, mostramos que estamos más preocupados con lo que podría pasarnos que con lo que les podría pasar a ellos.
2.5–11 Pabló explicó que era tiempo de perdonar al hombre castigado por la iglesia y que se había arrepentido. Ahora necesitaba perdón, compañerismo y consuelo. Satanás podía ganar ventaja si separaban permanentemente a este hombre de la congregación en vez de perdonarlo y restaurarlo. Este pudo haber sido aquel que requería acción disciplinaria y que se describe en 1 Corintios 5 ó el principal opositor de Pablo, el que originó la angustia del apóstol descrita en 2.1–11. La triste carta llevada por Tito, finalmente motivó el arrepentimiento de los corintios (7.8–14) y la disciplina del hombre trajo consigo el arrepentimiento. La disciplina de la iglesia siempre debe buscar la restauración. Hay dos errores que se pueden cometer en la disciplina eclesiástica: ser demasiado permisivos con el pecado y no corregir los errores o ser demasiado estrictos y no perdonar. Hay tiempo de confrontar y tiempo de consolar.
2.11 Empleamos la disciplina en la iglesia a fin de mantenerla pura y ayudar a que la gente tome el camino del arrepentimiento. Pero Satanás procura causar daño a la iglesia mediante la tentación que usa la disciplina que no perdona. Esto motiva que aquellos que aplican la disciplina se gloríen de su pureza y origina en el disciplinado odio y hasta un alejamiento definitivo de la iglesia. Debemos recordar que nuestro propósito con la disciplina es restaurar a una persona a la comunión, no destruirla. Debemos cuidar que la ira personal no tome forma de disciplina de la iglesia.
2.13 Tito era un griego convertido, a quien Pablo amaba en forma especial y en quien confiaba (la carta a Tito fue escrita por Pablo para él). Tito era una de las personas responsables de recolectar el dinero para los pobres de la iglesia de Jerusalén (8.6). Pablo envió también con Tito la triste carta. En el trayecto a Macedonia, Pablo esperaba encontrarse con Tito en Troas. Como no fue así, se preocupó por su seguridad y dejó Troas con la esperanza de que tendría alguna noticia en Macedonia. Allí encontró a Tito (7.6) y las buenas noticias que recibió (7.8–16) motivaron su epístola. Pablo enviaría a Tito a Corinto con esta carta (8.16, 17).
2.14ss En medio de la discusión de su viaje imprevisto a Macedonia, Pablo agradeció a Dios por su ministerio, su relación con los creyentes en Corinto y la manera en que Dios lo usó para ayudar a otros dondequiera que fue (2.14–7.4). En el 7.5, Pablo resume la historia de su viaje a Macedonia.
2.14-16 En una procesión victoriosa en Roma, el general podía mostrar sus tesoros y cautivos en medio de una nube de incienso que se quemaba a sus dioses. Para los triunfadores, el olor era agradable, para las personas cautivas, tenía hedor a esclavitud y muerte. Cuando los cristianos predican el evangelio, esto es buenas nuevas para unos y repulsión para otros. Los creyentes reconocen la fragancia de vida de su mensaje. Pero para los incrédulos tiene olor fétido, como a cadáver, el mismo olor que emana de ellos.
2.16, 17 Pablo pregunta: «¿Quién es suficiente» para la tarea de presentar a Cristo? Nuestra suficiencia siempre proviene de Dios (1 Corintios 15.10, 2 Corintios 3.5). Él nos comisionó y envió (véase Mateo 28.18–20). Nos ha dado el Espíritu Santo para hablar con el poder de Cristo. Mantiene sus ojos sobre nosotros, protegiéndonos mientras trabajamos para Él. Por lo tanto, si reconocemos que Dios nos hace competentes y útiles, podemos vencer nuestros sentimientos e insuficiencias. Servirle a Él, sin embargo, requiere que tengamos en mente lo que Él puede hacer por medio nuestro, no lo que no podemos hacer por nosotros mismos.
2.17 Algunos predicadores en los días de Pablo eran «revendedores ambulantes» que predicaban sin entender el mensaje de Dios o sin importarles lo que pudiera sucederles a sus oyentes. No les interesaba expandir el Reino de Dios, sino el dinero. Hoy también existen revendedores religiosos a quienes les interesa sólo el dinero y no la verdad. Aquellos que realmente hablan en nombre de Dios deben caracterizarse por su integridad y no deberían predicar nunca por motivos egoístas (1 Timoteo 6.5–10). Comentarios de la Biblia del Diario Vivir. Rv 1960.
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