Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA EN EL A.T.  PARA HOY 14 DE Julio. Salmo 13,14,15,16

SALMO 13

Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción

Al músico principal. Salmo de David.

1 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?

¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,

Con tristezas en mi corazón cada día?

¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

3 Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;

Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;

4 Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.

Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.

5 Mas yo en tu misericordia he confiado;

Mi corazón se alegrará en tu salvación.

6 Cantaré a Jehová,

Porque me ha hecho bien.

SALMO 14

Necedad y corrupción del hombre

(Sal. 53.1–6)

Al músico principal. Salmo de David.

1 Dice el necio en su corazón:

No hay Dios.

Se han corrompido, hacen obras abominables;

No hay quien haga el bien.

2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,

Para ver si había algún entendido,

Que buscara a Dios.

3 Todos se desviaron, a una se han corrompido;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad,

Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,

Y a Jehová no invocan?

5 Ellos temblaron de espanto;

Porque Dios está con la generación de los justos.

6 Del consejo del pobre se han burlado,

Pero Jehová es su esperanza.

7 ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!

Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,

Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

SALMO 15

Los que habitarán en el monte santo de Dios

Salmo de David.

1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?

¿Quién morará en tu monte santo?

2 El que anda en integridad y hace justicia,

Y habla verdad en su corazón.

3 El que no calumnia con su lengua,

Ni hace mal a su prójimo,

Ni admite reproche alguno contra su vecino.

4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,

Pero honra a los que temen a Jehová.

El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

5 Quien su dinero no dio a usura,

Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

SALMO 16

Una herencia escogida

Mictam de David.

1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:

Tú eres mi Señor;

No hay para mí bien fuera de ti.

3 Para los santos que están en la tierra,

Y para los íntegros, es toda mi complacencia.

4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.

No ofreceré yo sus libaciones de sangre,

Ni en mis labios tomaré sus nombres.

5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;

Tú sustentas mi suerte.

6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,

Y es hermosa la heredad que me ha tocado.

7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;

Aun en las noches me enseña mi conciencia.

8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;

Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;

Mi carne también reposará confiadamente;

10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,

Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11 Me mostrarás la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;

Delicias a tu diestra para siempre.


LECTURA DE LA PALABRA EN EL N.T.  PARA HOY 14 DE Julio. Hechos 18

Pablo en Corinto

18

1Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. 2Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, 3y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas. 4Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo,* y persuadía a judíos y a griegos.

5Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. 6Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles. 7Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. 8Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados. 9Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; 10porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. 11Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.

12Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal, 13diciendo: Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley. 14Y al comenzar Pablo a hablar, Galión dijo a los judíos: Si fuera algún agravio o algún crimen enorme, oh judíos, conforme a derecho yo os toleraría. 15Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas. 16Y los echó del tribunal. 17Entonces todos los griegos, apoderándose de Sóstenes, principal de la sinagoga, le golpeaban delante del tribunal; pero a Galión nada se le daba de ello.

18Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto. 19Y llegó a Efeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, 20los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, 21sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.

 Pablo regresa a Antioquía y comienza su tercer viaje misionero

22Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía. 23Y después de estar allí algún tiempo, salió, recorriendo por orden la región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos.

 Apolos predica en Efeso

24Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. 25Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 26Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. 27Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; 28porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo. Amen. Rv 1960.


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