Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA EN EL NUEVO Y ANTIGUO TESTAMENTO PARA HOY 29 DE OCTUBRE. JEREMIAS 25, 26.

Setenta años de desolación

25

1Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual era el año primero de Nabucodonosor rey de Babilonia; 2la cual habló el profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los moradores de Jerusalén, diciendo: 3Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años, ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero no oísteis. 4Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar 5cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y moraréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre; 6y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal. 7Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro.

8Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras, 9he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua. 10Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara. 11Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años. 12Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre. 13Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones. 14Porque también ellas serán sojuzgadas por muchas naciones y grandes reyes; y yo les pagaré conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos.

 La copa de ira para las naciones

15Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. 16Y beberán, y temblarán y enloquecerán, a causa de la espada que yo envío entre ellas.

17Y tomé la copa de la mano de Jehová, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me envió Jehová: 18a Jerusalén, a las ciudades de Judá y a sus reyes, y a sus príncipes, para ponerlos en ruinas, en escarnio y en burla y en maldición, como hasta hoy; 19a Faraón rey de Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo; 20y a toda la mezcla de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de Filistea, a Ascalón, a Gaza, a Ecrón y al remanente de Asdod; 21a Edom, a Moab y a los hijos de Amón; 22a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas que están de ese lado del mar; 23a Dedán, a Tema y a Buz, y a todos los que se rapan las sienes; 24a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el desierto; 25a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media; 26a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beberá después de ellos.

27Les dirás, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y vomitad, y caed, y no os levantéis, a causa de la espada que yo envío entre vosotros. 28Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, les dirás tú: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tenéis que beber. 29Porque he aquí que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dice Jehová de los ejércitos.

30Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jehová rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. 31Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehová tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jehová.

32Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. 33Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra. 34Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso. 35Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. 36¡Voz de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! porque Jehová asoló sus pastos. 37Y los pastos delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jehová. 38Dejó cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su saña.

 Jeremías es amenazado de muerte

26

1En el principio del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de Jehová, diciendo: 2Así ha dicho Jehová: Ponte en el atrio de la casa de Jehová, y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen para adorar en la casa de Jehová, todas las palabras que yo te mandé hablarles; no retengas palabra. 3Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras. 4Les dirás, pues: Así ha dicho Jehová: Si no me oyereis para andar en mi ley, la cual puse ante vosotros, 5para atender a las palabras de mis siervos los profetas, que yo os envío desde temprano y sin cesar, a los cuales no habéis oído, 6yo pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra.

7Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías hablar estas palabras en la casa de Jehová. 8Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás. 9¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la casa de Jehová.

10Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová, y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. 11Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos. 12Y habló Jeremías a todos los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: Jehová me envió a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído. 13Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros. 14En lo que a mí toca, he aquí estoy en vuestras manos; haced de mí como mejor y más recto os parezca. 15Mas sabed de cierto que si me matáis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad y sobre sus moradores; porque en verdad Jehová me envió a vosotros para que dijese todas estas palabras en vuestros oídos.

16Y dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehová nuestro Dios nos ha hablado. 17Entonces se levantaron algunos de los ancianos de la tierra y hablaron a toda la reunión del pueblo, diciendo: 18Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque. 19¿Acaso lo mataron Ezequías rey de Judá y todo Judá? ¿No temió a Jehová, y oró en presencia de Jehová, y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos? ¿Haremos, pues, nosotros tan gran mal contra nuestras almas?

20Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová, Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías; 21y oyeron sus palabras el rey Joacim y todos sus grandes, y todos sus príncipes, y el rey procuró matarle; entendiendo lo cual Urías, tuvo temor, y huyó a Egipto. 22Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él, a Egipto; 23los cuales sacaron a Urías de Egipto y lo trajeron al rey Joacim, el cual lo mató a espada, y echó su cuerpo en los sepulcros del vulgo.

24Pero la mano de Ahicam hijo de Safán estaba a favor de Jeremías, para que no lo entregasen en las manos del pueblo para matarlo.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE OCTUBRE 2Timoteo 3

Carácter de los hombres en los postreros días

3

1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

10Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE OCTUBRE. JEREMIAS 25, 26

Capítulo 25

25.1ss Jeremías dio este mensaje en 605 a.C., año en el que Nabucodonosor subió al poder. Desde el versículo 3 aprendemos que el comienzo del ministerio de Jeremías fue en 627 a.C. Predijo los setenta años de cautiverio veinte años antes de que comenzara.

25.2-6 ¡Imagínese predicar el mismo mensaje durante veintitrés años y ser siempre rechazado! Jeremías se enfrentó a esto, pero debido a que entregó su vida a Dios, continuó proclamando el mensaje: «Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestra obras». A pesar de la respuesta del pueblo, Jeremías no se rindió. Dios nunca deja de amarnos, aun cuando lo rechazamos. Podemos agradecer a Dios que no nos ha dejado y, al igual que Jeremías, comprometernos a nunca renunciar a Él. No importa cómo la gente responda cuando le hable de Dios, permanezca fiel a su gran llamado y continúe testificando para Él.

25.12 Este suceso se describe más adelante en Daniel 5. Las tropas de Ciro el Grande entraron a Babilonia en 539 a.C. y mataron a Belsasar, el último gobernante de Babilonia.

25.15-38 Judá no sería la única nación que bebería la copa de la ira de Dios. Jeremías enumeró otras naciones malvadas que lo experimentarían a manos de Babilonia. Finalmente, la misma Babilonia sería destruida por sus pecados.

Capítulo 26

26.1ss Los hechos descritos en este capítulo ocurrieron en 609–608 a.C., antes que los narrados en el capítulo 25. Joacim era un rey materialista y egocéntrico que persiguió y asesinó a gente inocente (36.22–32; 2 Reyes 23.36–24.6). El capítulo 26 describe cómo y por qué iban a juzgar a Jeremías y corría peligro su vida.

26.2 Dios le recordó a Jeremías que quería que se diera su mensaje completo: «No retengas palabra». Jeremías puedo haberse visto tentado a dejar fuera las partes del mensaje que hubieran puesto a la audiencia en su contra, que sonaran demasiado duras o lo hubieran hecho parecer como un traidor. Pero por orden de Dios, no debía borrar ninguna parte del mensaje para acomodarse a él, a su audiencia ni a las circunstancias en las que se encontraba. Al igual que Jeremías, nunca debemos pasar por alto las partes importantes de la Palabra de Dios para complacer a alguien.

26.2–9 Silo era el lugar donde se levantó el tabernáculo después de la conquista de Canaán (Josué 18.1). Los filisteos lo destruyeron en 1050. «Yo pondré esta casa como Silo» significa que Jerusalén y su templo serían destruidos. Cuando Jeremías dijo que Jerusalén, la ciudad de Dios, sería puesta por maldición y el templo sería destruido (26.6), los sacerdotes y los falsos profetas se enfurecieron. El templo era importante para ellos porque la reverencia que el pueblo le rendía le confería poder. Al decir que el templo sería destruido, Jeremías socavó su autoridad. Jesús también se enfureció con los líderes religiosos de su tiempo, al anticipar la destrucción de Jerusalén y el templo (Mateo 24.2).

26.11 A Jeremías lo señalaron como traidor porque profetizó la destrucción de la ciudad y del templo. Pero el «valiente» pueblo abogaba por una alianza para pelear contra Babilonia y mantener su independencia.

26.17–19 Los ancianos recordaron las palabras del profeta Miqueas (Miqueas 3.12), muy similares a las que dijo Jeremías. Cuando Miqueas hizo un llamado para que el pueblo se arrepintiera, no lo mataron sino que echaron a un lado su maldad. Si bien el pueblo no mató a Jeremías debido a esta historia, perdieron de vista el punto principal: la aplicación de la historia era para ellos. Le perdonaron la vida, pero no salvaron las suyas por no arrepentirse de sus pecados. Cuando recuerde una gran historia de la Biblia, pregúntese cómo puede aplicarla a su vida.

26.20-23 Urías era más bien un profeta desconocido que lo ejecutaron por proclamar fielmente la Palabra de Dios. Esto nos muestra que Dios ha tenido otros profetas cuyas palabras no se han incluido en la Biblia.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE OCTUBRE 2Timoteo 3

Capítulo 3

3.1 La alusión de Pablo a los «postreros días» revela su urgencia. Los postreros días empezaron después de la resurrección de Jesús, cuando el Espíritu Santo vino sobre los creyentes en Pentecostés y continuarán hasta su Segunda Venida. Esto significa que estamos en los últimos días. Por esto hagamos lo más que podamos en el tiempo que Dios nos de (Efesios 5.16; Colosenses 4.5).
3.1ss En muchas partes del mundo, hoy no parece difícil ser cristiano. La gente no es apresado por leer la Biblia o ejecutada por predicar a Cristo. Pero la descriptiva lista de conducta en los últimos días que da Pablo describe a nuestra sociedad, e incluso, desafortunadamente, la conducta de muchos cristianos. Compare su vida con la lista de Pablo. No ceda a las presiones de la sociedad. No busque la comodidad sin compromiso. Enfrente la maldad viviendo como Dios quiere que su pueblo lo haga.

3.5 La «apariencia» de piedad incluye ir a la iglesia, conocer la doctrina cristiana, usar imágenes cristianas y seguir las tradiciones cristianas de la comunidad. Dichas prácticas pueden hacer aparecer bien a una persona pero si no hay actitudes internas de creer, amar y adorar, la apariencia externa no tendrá sentido. Pablo nos previene para que no seamos engañados por personas que sólo tienen la apariencia de cristianos. Al principio, puede ser difícil distinguirlos de los verdaderos cristianos, pero sus conductas diarias los denunciarán. Las características descritas en 3.2–4 son inconfundibles.

3.6,7 Debido a su trasfondo cultural, las mujeres en la iglesia de Éfeso no habían tenido un entrenamiento religioso formal. Ellas disfrutaban de su nueva libertad para estudiar las verdades cristianas, pero sus ansias por aprender las convirtió en blanco de los falsos maestros. Pablo advirtió a Timoteo para que estuviera alerta de los hombres que quisieran sacar ventaja de estas mujeres. Los nuevos creyentes necesitan crecer en su conocimiento de la Palabra, porque la ignorancia los puede convertir en vulnerables al engaño.

3.7 Este versículo no se opone al estudio y aprendizaje, sino que nos alerta contra la enseñanza inefectiva. Es posible ser un estudiante perpetuo y nunca graduarse para poner la teoría en práctica. Pero los que escudriñan con honestidad y los verdaderos estudiantes buscan respuestas. Recuerde esto cuando estudie la Palabra de Dios. Busque hasta encontrar la verdad y voluntad de Dios para su vida.

3.8, 9 Según la tradición, Janes y Jambres fueron dos de los magos que imitaron los milagros de Moisés ante Faraón (Éxodo 7.11, 12). Pablo explica que así como Moisés los enfrentó y los derrotó (Éxodo 8.18, 19), Dios derrotaría a los falsos maestros que plagaban la iglesia de Éfeso.

3.9 El pecado trae sus consecuencias y nadie podrá evitarlas. Viva cada día como si lo que hace algún día será conocido por todos. Ahora es el momento para cambiar lo que usted no quisiera que se revelara después.

3.11 En Listra, la ciudad de Timoteo, Pablo fue apedreado y dejado por muerto (Hechos 14.19), y este fue sólo un incidente de varios. En 2 Corintios 11.23–33 él resume su vida de sufrimiento por causa del evangelio. Menciona su sufrimiento aquí para contrastar su experiencia con la de aquellos falsos maestros buscadores de placer.

3.12 Aquí Pablo le dice a Timoteo que quienes obedecen a Dios y viven para Cristo serán perseguidos. No se sorprenda cuando la gente lo malentienda, lo critique y aún trate de causarle daño por su fe y su forma de vida. No se rinda. Viva como usted sabe que debe vivir. Dios es el único a quien usted debe agradar.

3.13 No espere que los falsos maestros y la gente mala se reforme y cambie por sus propios medios. Si los dejamos solos, irán de mal en peor. Si tiene la oportunidad, corríjalos para traerlos a creer en Cristo. Pelee por la verdad, en especial para proteger a los nuevos creyentes.

3.14 Asediado por los falsos maestros y las presiones inevitables de un ministerio en crecimiento, Timoteo pudo fácilmente abandonar su fe o modificar su doctrina. Una vez más Pablo le aconseja que mire su pasado y se aferre a las enseñanzas básicas acerca de Jesús que son verdades eternas. Como Timoteo, nosotros también estamos rodeados por falsas enseñanzas, pero no debemos permitir que nuestra sociedad distorsione o aplaste la verdad eterna de Dios. Cada día dedique tiempo a pensar en los fundamentos de su fe cristiana que se encuentran en la Palabra de Dios, las grandes verdades que edifican su vida.

3.15 Timoteo fue uno de los primeros en la segunda generación de cristianos: llegó a ser cristiano no por medio de la predicación de un evangelista que hubiera predicado un tremendo sermón, sino debido a que su madre y su abuela le enseñaron las Sagradas Escrituras desde que era un niño (1.5). La labor de los padres es de una importancia vital. Tanto en casa como en la iglesia es necesario entender que enseñar a los niños es tanto una oportunidad como una responsabilidad. Jesús quería que los niños vinieran a Él (Mateo 19.13–15). A semejanza de la madre y abuela de Timoteo, Eunice y Loida, haga su parte en guiar a sus hijos a Cristo.
3.16 La Biblia no es una colección de historias, fábulas, mitos o simplemente ideas humanas acerca de Dios. No es un libro humano. Por medio del Espíritu Santo, Dios reveló su persona y su plan a ciertos creyentes que escribieron su mensaje para su pueblo (2 Pedro 1.20, 21). Este proceso es conocido como inspiración. Los escritores escribieron desde su contexto personal, histórico y cultural. Aunque usaron sus propias mentes, talentos, idioma, y estilo, escribieron lo que Dios quería que escribieran. La Escritura es absolutamente confiable porque Dios controló sus escritos. Sus palabras son completamente autoritativas para nuestra fe y vidas. La Biblia es inspirada por Dios. Léala y use su enseñanza para que guíe su conducta.
3.16, 17 Toda la Biblia es la Palabra inspirada de Dios. Porque es inspirada y confiable, debemos leerla y aplicarla a nuestras vidas. La Biblia es la norma para probar todo aquello que pretende ser verdad. Es nuestra protectora de las enseñanzas falsas y nuestra fuente de dirección para saber cómo vivir. Es nuestra única fuente de conocimiento acerca de cómo podemos ser salvos. Dios quiere mostrarle lo que es verdadero y equiparlo para vivir para Él. ¿Cuánto tiempo emplea usted en la Palabra de Dios? Léala regularmente para descubrir la verdad de Dios y llegar a tener seguridad en su vida y en su fe. Desarrolle un plan para leer toda la Biblia y no sólo los pasajes conocidos.

3.17 En nuestro celo por la verdad de las Escrituras, nunca debemos olvidar su propósito: capacitarnos para hacer bien. No deberíamos estudiar la Palabra de Dios sólo para incrementar nuestro conocimiento o prepararnos para ganar argumentos. Deberíamos estudiar la Biblia para saber cómo llevar a cabo la obra de Cristo en el mundo. Nuestro conocimiento de la Palabra de Dios no será útil a menos que fortalezca nuestra fe y nos lleve a hacer bien. Comentarios de la Biblia del diario vivir. Rv 1960.


 LECTURA DE LA PALABRA EN EL NUEVO Y ANTIGUO TESTAMENTO PARA HOY 28 DE OCTUBRE. JEREMIAS 23, 24

Regreso del remanente

23

1¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. 2Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová. 3Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. 4Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.

5He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. 6En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

7Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, 8sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.

 Denunciación de los falsos profetas

9A causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como hombre a quien dominó el vino, delante de Jehová, y delante de sus santas palabras. 10Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta. 11Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. 12Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová. 13En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel. 14Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. 15Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.

16Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. 17Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.

18Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? 19He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. 20No se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente.

21No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban. 22Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.

23¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? 24¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? 25Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. 26¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? 27¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal? 28El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 29¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? 30Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. 31Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. 32He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.

33Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la profecía de Jehová? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová. 34Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa. 35Así diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová? 36Y nunca más os vendrá a la memoria decir: Profecía de Jehová; porque la palabra de cada uno le será por profecía; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro. 37Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová? 38Mas si dijereis: Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así: Porque dijisteis esta palabra, Profecía de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Profecía de Jehová, 39por tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres; 40y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido.

 La señal de los higos buenos y malos

24

1Después de haber transportado Nabucodonosor rey de Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá y los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová. 2Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer. 3Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.

4Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 5Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien. 6Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. 7Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.

8Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto. 9Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje. 10Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 28 DE OCTUBRE 2Timoteo 2

Un buen soldado de Jesucristo

2

1Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

8Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, 9en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 10Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 11Palabra fiel es esta:

Si somos muertos con él, también viviremos con él;

12 Si sufrimos, también reinaremos con él;

Si le negáremos, él también nos negará.

13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel;

El no puede negarse a sí mismo.

 Un obrero aprobado

14Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 19Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

20Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 22Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 23Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 28 DE OCTUBRE. JEREMIAS 23, 24

Capítulo 23

23.1-4 Los líderes que fueron responsables de guiar a Israel en el camino de Dios eran los únicos a los que se debía la actual condición de Israel y, por lo tanto, Dios decretó juicio severo en su contra. Los líderes son responsables por quienes se les ha confiado su cuidado. ¿A quién ha colocado Dios bajo su cuidado? Recuerde que es responsable ante Dios por los que guía.

23.5, 6 Jeremías contrastó a los reyes corruptos presentes y a los sacerdotes con la venida del Mesías, el Rey perfecto que vendría de la descendencia de David para reinar sobre Israel. A este Rey se le llama renuevo justo porque brotará del tronco de la dinastía caída de David (Isaías 11.1). Este nuevo brote tendrá las mismas características de Dios. Al igual que el Creador, será justo.

23.9–14 ¿Cómo se volvió tan corrupta la nación? La falsa profecía fue uno de los factores principales. Los falsos profetas contaban con una audiencia grande y entusiasta, y eran muy populares debido a que hacían que el pueblo creyera que todo andaba bien. En contraste, el mensaje de Dios a través de Jeremías no fue muy agradable debido a que le mostró al pueblo lo mal que estaba.
Hay cuatro señales de advertencia en los falsos profetas, características que necesitamos observar incluso en la actualidad. (1) Quizás parezcan que hablan el mensaje de Dios, pero no viven de acuerdo a sus principios. (2) Diluyen el mensaje de Dios para hacerlo más aceptable. (3) Alientan a sus oyentes, por lo general en forma sutil, para que desobedezcan a Dios. (4) Tienden a ser arrogantes y a satisfacerse a ellos mismos, apelando a los deseos de su audiencia en lugar de ser leales a la Palabra de Dios.

23.14 Sodoma y Gomorra fueron ciudades pecadoras que Dios destruyó (Génesis 19.23, 24). En la Biblia tipifican la degradación máxima, conducta pecaminosa y rebelión contra Dios.

23.20 «En los postreros días lo entenderéis cumplidamente» significa que el pueblo vería la veracidad de esta profecía cuando Jerusalén cayera.

23.28 Los verdaderos y los falsos profetas son tan diferentes como la paja del trigo. La paja no sirve para la alimentación, mientras que el trigo nutre. Anunciar el evangelio es una gran responsabilidad, debido a que la forma de presentarlo y vivirlo alentará a la gente ya sea a aceptarlo o a rechazarlo. Sea que hablemos desde un púlpito, enseñemos en un aula o hablemos a los amigos, se nos ha encomendado la tarea de proclamar y vivir como se debe la Palabra de Dios. Cuando predica la Palabra de Dios a sus amigos y vecinos, mirarán la eficacia de la misma en su vida. A menos que esta lo haya cambiado a usted, ¿por qué deberían permitir que los cambiaran? ¡Si usted la predica, asegúrese de vivirla!

23.33-40 El pueblo se burló de Jeremías al decir con sarcasmo: «¿Cuál es la profecía de Jehová?» El pueblo se burlaba de Jeremías y de Dios porque parecía que el profeta solo traía noticias tristes y condenatorias, pero eran ciertas. Si las aceptaban, tendrían que arrepentirse y volverse a Dios. Como no querían hacerlo, rechazaron el mensaje. ¿Rechazó alguna vez un mensaje o se burló de él porque demandaba cambios en su vida? Antes de despedir a alguien que traiga «noticias tristes», analice con cuidado sus motivos.


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 28 DE OCTUBRE 2Timoteo 2

Capítulo 2

2.1 ¿Cómo puede uno esforzarse en la gracia? Gracia significa favor inmerecido. Así como somos salvos por gracia (Efesios 2.8, 9), debemos vivir por gracia (Colosenses 2.6). Esto significa confiar por completo en Cristo y su poder, y no tratar de vivir en Cristo sólo en nuestras propias fuerzas. Reciba y utilice el poder de Cristo. Él le dará la fortaleza para hacer su obra.

2.2 Si la iglesia siguiera con firmeza este consejo, se expandiría geométricamente en la medida que creyentes bien enseñados enseñen y comisionen a otros los que, a su vez, harán lo mismo con otros. Los discípulos necesitan ser equipados para transmitir su fe. El trabajo no estará hecho sino hasta que nuevos creyentes sean capaces de hacer discípulos de otros (véase Efesios 4.12, 13).

2.3-7 Al predicar y enseñar, Timoteo enfrentaría sufrimiento, pero resistiría. Pablo usó la comparación de soldados, atletas y agricultores, todos los cuales deben disciplinarse a sí mismos y estar dispuestos a sacrificarse para lograr los resultados que quieren. Como los soldados, debemos renunciar a la seguridad mundana y someternos a una disciplina rigurosa. Como los atletas, debemos entrenar duro y someternos a las reglas. Como los agricultores, debemos trabajar arduamente y saber esperar. Nos mantenemos firmes a pesar del sufrimiento porque pensamos en la victoria, la visión del triunfo y la esperanza de la cosecha. Veremos que el sufrimiento vale la pena cuando alcancemos la meta de glorificar a Dios, ganar personas para Cristo y vivir eternamente con Él.

2.8 En Éfeso, los falsos maestros eran un verdadero problema (véase Hechos 20.29, 30; 1 Timoteo 1.3–11). En el corazón de una enseñanza falsa se halla una visión incorrecta de Cristo. En los tiempos de Timoteo muchos afirmaban que Cristo era divino pero no humano, Dios pero no hombre. En nuestros días con frecuencia escuchamos decir que Jesús era humano pero no divino, hombre pero no Dios. Uno u otro punto de vista destruye las buenas nuevas de que Jesucristo ha llevado nuestros pecados sobre sí mismo y nos ha reconciliado con Dios. En este versículo, Pablo establece con firmeza que Jesús es completamente hombre («linaje de David») y totalmente Dios («resucitado de los muertos»). Esta es una doctrina importante para todo cristiano

2.9 Pablo estuvo preso y encadenado por el evangelio que predicaba. La verdad acerca de Jesús no es más popular en nuestros días que lo fue en los días de Pablo, pero sigue alcanzando corazones receptivos. Cuando Pablo dijo que Jesús era Dios, enfureció a los judíos que lo habían condenado por blasfemia; pero muchos judíos llegaron a ser seguidores de Cristo (1 Corintios 1.24). Enfureció a los romanos que adoraban al emperador como si fuera Dios, pero aún algunos de la casa del César se volvieron a Jesús (Filipenses 4.22). Cuando Pablo dijo que Jesús era humano, enfureció a los griegos que pensaban que la divinidad llegaba a mancharse si tenía algún contacto con la humanidad, sin embargo muchos griegos aceptaron la fe (Hechos 11.20, 21). La verdad de que Jesús es una persona con dos naturalezas unidas nunca ha sido entendida fácilmente pero cada día hay más personas que la aceptan. A pesar de la oposición, continúe proclamándola. Algunos escucharán y creerán.

2.10 ¿Está Pablo contradiciendo la gracia cuando dice «obtengan la salvación»? La salvación no es algo que se pueda ganar, como Pablo enseñó en Efesios 2.8, 9. Pablo se está refiriendo a ser fieles hasta el fin, no a una forma de ganar la salvación.

2.11–13 Posiblemente este sea uno de los himnos cristianos primitivos. Dios es fiel con sus hijos y aunque debamos sufrir grandes dificultades aquí, nos promete que algún día viviremos eternamente con Él. ¿Qué significa esto? Significa que los creyentes vivirán en el reino de Cristo y que participaremos en la administración del mismo. Esta verdad confortó a Pablo mientras pasaba por el sufrimiento y la muerte. ¿Está usted enfrentando pruebas? No se aparte de Dios. Él le promete un futuro maravilloso junto a Él. Para mayores detalles en relación con vivir eternamente con Dios, véase Mateo 16.24–27; 19.28–30; Lucas 22.28–30; Romanos 5.17; 6.8; 8.10, 11, 17; 1 Corintios 15.42–58; Colosenses 3.3, 4; 1 Tesalonicenses 4.13–18; Apocalipsis 3.21; 21.1–22.21.

2.14–16 Pablo exhorta a Timoteo a recordar a los creyentes que no discutan sobre detalles sin importancia o que tengan discusiones necias («profanas y vanas palabras») porque tales argumentos son confusos, inútiles y además nocivos. Los falsos maestros amaban las disensiones y divisiones por sus sutilezas sin sentido y por sus detalles sin importancia (véase 1 Timoteo 6.3–5). Para manejar la palabra de verdad correctamente, debemos estudiar lo que la Biblia dice y luego podremos entenderla.

2.17, 18 A Himeneo también se le menciona en 1 Timoteo 1.20. Pablo lo había «entregado a Satanás» porque sus falsas enseñanzas respecto a la resurrección estaba afectando la fe de algunos.

2.19 Los falsos maestros siguen sembrando mentiras. Algunos distorsionan la verdad, otros la diluyen, y otros simplemente la eliminan diciendo que la verdad de Dios ya no se aplica más. Pero no importa cuántos sigan esas mentiras, la sólida verdad de Dios nunca cambia, nunca vacila y nunca se debilita. Cuando seguimos la verdad de Dios, Él nunca nos abandonará.

2.20,21 Aquí Pablo insiste ante Timoteo para que sea la clase de persona que Cristo pueda usar para sus más nobles propósitos. No se conforme con menos que con lo mejor de Dios. Deje que Dios lo use como un instrumento de su voluntad.

2.22 A veces escapar es considerado una cobardía. Pero las personas sabias saben que a menudo alejarse físicamente de la tentación es el acto de valentía más grande. A Timoteo se le advirtió que huyera de cualquiera cosa que produjera malos pensamientos (1 Timoteo 6.11). ¿Tiene tentaciones recurrentes difíciles de resistir? Huya de cualquier situación que estimule sus deseos de pecar. Saber cuándo alejarse es tan importante en la batalla espiritual como saber cuándo y cómo pelear (véase también 1 Timoteo 6.11).

2.23-26 Como maestro, Timoteo ayudaba a aquellos que estaban confundidos acerca de la verdad. La advertencia de Pablo a Timoteo, y a todos los que enseñan la verdad de Dios es ser amable y gentil, paciente y cortés al explicar la verdad. La buena enseñanza nunca provoca contiendas o argumentos necios. Sea que usted enseñe en la Escuela Dominical, guíe un estudio bíblico o predique en la iglesia, recuerde escuchar las preguntas que se le planteen y trátelas en forma respetuosa, evitando discusiones sin sentido. Si lo hace así, la gente que se le opone estará mejor dispuesta a oír lo que usted tenga que decir y tal vez cambien su actitud. Comentarios de la Biblia del diario vivir. Rv 1960.