Jaime Anacona Cuellar

 LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE Septiembre, Isaías 16,17,18

Capitulo 16

1Enviad cordero al señor de la tierra, desde Sela del desierto al monte de la hija de Sion. 2Y cual ave espantada que huye de su nido, así serán las hijas de Moab en los vados de Arnón. 3Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en medio del día como la noche; esconde a los desterrados, no entregues a los que andan errantes. 4Moren contigo mis desterrados, oh Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque el atormentador fenecerá, el devastador tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra. 5Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia.

6Hemos oído la soberbia de Moab; muy grandes son su soberbia, su arrogancia y su altivez; pero sus mentiras no serán firmes. 7Por tanto, aullará Moab, todo él aullará; gemiréis en gran manera abatidos, por las tortas de uvas de Kir-hareset.

8Porque los campos de Hesbón fueron talados, y las vides de Sibma; señores de naciones pisotearon sus generosos sarmientos; habían llegado hasta Jazer, y se habían extendido por el desierto; se extendieron sus plantas, pasaron el mar. 9Por lo cual lamentaré con lloro de Jazer por la viña de Sibma; te regaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale; porque sobre tus cosechas y sobre tu siega caerá el grito de guerra. 10Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán, ni se regocijarán; no pisará vino en los lagares el pisador; he hecho cesar el grito del lagarero. 11Por tanto, mis entrañas vibrarán como arpa por Moab, y mi corazón por Kir-hareset. 12Y cuando apareciere Moab cansado sobre los lugares altos, cuando venga a su santuario a orar, no le valdrá.

13Esta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo; 14pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles.

 Profecía sobre Damasco

Capitulo 17

1Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas. 2Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. 3Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos.

 Juicio sobre Israel

4En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se enflaquecerá la grosura de su carne. 5Y será como cuando el segador recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el que recoge espigas en el valle de Refaim. 6Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová Dios de Israel.

7En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. 8Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol. 9En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, los cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación. 10Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. 11El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado.

12¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. 13Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino. 14Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.

 Profecía sobre Etiopía

Capitulo 18

1¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de Etiopía; 2que envía mensajeros por el mar, y en naves de junco sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a la nación de elevada estatura y tez brillante, al pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos. 3Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.

4Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega. 5Porque antes de la siega, cuando el fruto sea perfecto, y pasada la flor se maduren los frutos, entonces podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las ramas. 6Y serán dejados todos para las aves de los montes y para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.

7En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los ejércitos, del pueblo de elevada estatura y tez brillante, del pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sion. Amen.


LECTURA DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE Septiembre, Efesios 1

LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS

EFESIOS

Salutación

Capitulo 1

1Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: 2Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

 Bendiciones espirituales en Cristo

3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

11En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

 El espíritu de sabiduría y de revelación

15Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23la cuál es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Amen. Rv


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE Septiembre, Isaías 16,17,18

Capítulo 16

16.1ss Atacados por los asirios, los refugiados moabitas huirían a Sela, ubicada en la nación de Edom hacia el sur. Los moabitas en su desesperación enviarían un tributo de corderos a Jerusalén pidiendo la protección de Judá. Jerusalén sería un buen refugio por un tiempo. Isaías aconsejó a Judá que aceptará a estos refugiados como una señal de compasión en el momento devastador de su enemigo.

16.10 Un momento de gran gozo en los viñedos era pisar las uvas (extraer el zumo de las uvas al pisarlas con los pies descalzos) que se realizaba durante la temporada de cosecha. Sin embargo, el gozo de la cosecha pronto terminaría, debido a que olvidaron a Dios y se rebelaron en su contra.

16.12 Cuando el pueblo de Moab experimentó la ira de Dios, buscó a sus propios ídolos y dioses. Nada sucedió, sin embargo, porque no contaron con alguien que los salvara. Buscamos nuestras vías de escape para enfrentar los problemas diarios. El efecto es el mismo: ningún placer, pasatiempo ni religión hecha por hombres vendrá a salvarnos. Nuestra esperanza radica en Dios, el único que puede escucharnos y ayudarnos.

16.13, 14 Tiglat-pileser III invadió Moab en 732 a.C., Senaquerib invadió Moab el mismo año que Judá, 701 a.C. El primer suceso ocurrió tres años después de la profecía de Isaías, marcándolo como un verdadero profeta. En estos sucesos, el pueblo de Israel vio que la profecía se cumplía ante sus propios ojos.

Capítulo 17


17.1ss Israel y Siria se aliaron para pelear contra Asiria. Sin embargo, Tiglat-pileser III capturó Damasco, la capital de Siria, en 732 a.C., y anexó la parte norte de Israel al Imperio Asirio. Entonces Acaz, rey de Judá, pagó tributo a Tiglat-pileser III (2 Reyes 16.1–14).

17.7-11 El mensaje de Dios a Damasco es de destrucción completa. Los sirios se apartaron del Dios que pudo salvarlos, dependiendo en su lugar de sus ídolos y su propia fuerza. No importó cuánto éxito tuvieran, el castigo de Dios fue seguro. A menudo dependemos de las trampas del éxito (automóviles lujosos, pasatiempos, ropa, casas) para sentirnos llenos. Sin embargo, Dios nos dice que cosecharemos dolor y sufrimiento si dependemos de cosas temporales para obtener seguridad eterna. Si no queremos que se nos dé el mismo trato que Damasco recibió, debemos volvernos de esos falsos encantos y confiar en Dios.

17.8 Los símbolos de Asera eran imágenes de esta diosa cananea y consorte femenino de Baal. Quizás la reina Jezabel llevó la adoración de Asera al reino del norte. El culto alentaba prácticas sexuales inmorales y atraía a mucha gente. La Biblia condena la adoración de los símbolos de Asera (Éxodo 354.13; Deuteronomio 12.21) y el rey Manasés fue condenado por colocar una imagen de ella en el templo (2 Reyes 21.7). A diferencia de los dioses paganos, Dios no trata de atraer a grandes multitudes, sino que busca el mayor bienestar para todas las personas.

Capítulo 18

18.1ss Quizás esta profecía data de los días de Ezequías (2 Reyes 19–20). La tierra que «hace sombras con las alas» se refiere a langostas y probablemente ilustra los ejércitos de Etiopía. El rey etíope escuchó que el gran ejército asirio marchaba hacia el sur, es decir hacia ellos. Envió mensajeros a las cabeceras del Nilo para pedir a las naciones circunvecinas que formaran una alianza. A Judá se le pidió lo mismo, pero Isaías dijo al mensajero que regresara a casa porque Judá solo necesitaba la ayuda de Dios para repeler a los asirios. Isaías profetizó que la destrucción de Asiria ocurriría en el tiempo oportuno (37.21–28).

18.3 Esta es una señal de la caída de Etiopía y la victoria de Asiria sobre los etíopes (véase 20.1–6).


COMENTARIO DE LA PALABRA PARA HOY 29 DE Septiembre, Efesios 1

Capítulo 1

1.1 Pablo escribió esta carta a la iglesia de Éfeso y a todos los creyentes, a fin de darles una enseñanza profunda en la manera de nutrir y mantener la unidad de la iglesia. Quiso que circulara esta información importante en forma escrita porque él se hallaba en prisión y no podía visitar las iglesias personalmente. Las palabras «en Éfeso» no aparecen en algunos de los manuscritos más antiguos. Por lo tanto, esto se parece mucho a una carta circular a las iglesias locales de la región. Pablo no hace referencia a algún problema en particular ni a una situación local, tampoco incluye saludos personales.

1.1 Hacía casi treinta años que Pablo era cristiano. Llevó a cabo tres viajes misioneros y estableció iglesias alrededor del mar Mediterráneo. Cuando escribió Efesios, se hallaba bajo arresto domiciliario en Roma (véase Hechos 28.16ss). A pesar de hallarse preso, tenía la libertad de recibir visitas y escribir cartas. Si desea más información de Pablo, véase su perfil en Hechos 9.

1.1 Éfeso fue una de las cinco ciudades mayores del Imperio Romano, junto con Roma, Corinto, Antioquía y Alejandría. Pablo visitó por primera vez Éfeso en su segundo viaje misionero (Hechos 18.19–21) y durante su tercer viaje misionero permaneció allí casi tres años (Hechos 19). Más tarde se reunió con los ancianos de la iglesia de Éfeso en Mileto (Hechos 20.16–38). Éfeso era un centro comercial, político y religioso para toda Asia Menor. El templo a la diosa Artemisa (Diana es su equivalente romano) se hallaba localizado allí.

1.1 «Fieles en Cristo Jesús» ¡Qué reputación más sobresaliente! Tal título sería muy honroso para cualquier creyente. ¿Qué falta para que otros le den ese calificativo? Practique el ayuno, obedezca con fidelidad a Dios aun en los detalles de la vida y, como en el caso de los efesios, será conocido como una persona fiel al Señor.

1.3 «Que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales» significa que en Cristo tenemos todos los beneficios de conocer a Dios: salvación, adopción, perdón, visión, dones del Espíritu, poder para hacer la voluntad de Dios, esperanza de eternidad con Cristo. Por el hecho de vivir en una relación íntima con Cristo, podemos disfrutar de estas bendiciones ahora. Lugares celestiales significa que las bendiciones son eternas, no temporales. Las bendiciones vienen de los lugares celestiales en Cristo, no del reino terrenal de la diosa Diana. Otras referencias a los lugares celestiales en esta carta incluye 1.20; 2.6; 3.10. Estos pasajes muestran a Cristo en su papel victorioso y exaltado como soberano sobre todo.

1.4 Pablo dice: «nos escogió en Él», para enfatizar que la salvación depende por completo de Dios. No somos salvos porque lo merezcamos, sino por la gracia de Dios que se nos da gratuitamente. No influimos en la decisión de Dios para que nos salve, lo hizo de acuerdo a su plan. Por lo tanto, no hay lugar para creer que la salvación dependa de nosotros ni lugar para el orgullo. El misterio de la salvación se originó en la mente eterna de Dios mucho antes de que existiéramos. Es difícil entender cómo Dios pudo aceptarnos, pero gracias a Él somos santos e inocentes ante sus ojos. Dios nos escogió y cuando llegamos a pertenecerle por medio de Jesucristo, nos mira como si nunca hubiéramos pecado. Todo lo que podemos hacer es agradecerle por su maravilloso amor.

1.5 «Predestinado» significa darnos un destino de antemano. Esta es otra manera de decir que la salvación es obra de Dios y no lo que nosotros podamos hacer en su infinito amor. Dios nos ha adoptado como sus hijos. Mediante el sacrificio de Jesús, nos ha hecho parte de su familia y nos ha hecho suyos junto con Jesús (Romanos 8.17). En la ley romana, los hijos adoptivos tenían los mismos derechos y privilegios que los naturales, incluso si fueron esclavos. Pablo usa esta figura para mostrarnos cuán sólida es nuestra relación con Dios. ¿Ha entrado en esta relación amorosa con Dios? Si desea más información acerca del significado de adopción, busque Gálatas 4.5–7.

1.6 «Con la cual nos hizo aceptos en el Amado» significa que Dios nos aceptó por gracia (a pesar de que no lo merecíamos) y ahora pertenecemos a su querido y amoroso Hijo.

1.7 En el primer siglo referirse a la sangre de Jesús era una forma importante de hablar sobre la muerte de Cristo. Su muerte señala dos verdades maravillosas: redención y perdón. Redención era el precio pagado para obtener la libertad de un esclavo (Levítico 25.47–54). A través de su muerte, Jesús pagó el precio para liberarnos de nuestra esclavitud al pecado. El perdón se garantizaba en los tiempos del Antiguo Testamento en base a la sangre vertida de animales (Levítico 17.11). Ahora recibimos perdón en base al derramamiento de la sangre de Jesús, porque murió y fue el sacrificio perfecto y verdadero. (Véanse también Romanos 5.9; Efesios 2.13; Colosenses 1.20; Hebreos 9.22; 1 Pedro 1.19.)

1.7,8 La gracia es el favor voluntario y amoroso que da Dios a los que salva. No lo podemos ganar, no lo merecemos. Ningún esfuerzo moral ni religioso lo puede ganar, viene solo por la misericordia y el amor de Dios. Sin la gracia de Dios, nadie puede salvarse. Para recibirlo debemos reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, que solo Dios puede hacerlo y que solo hay un camino, el amoroso favor es a través de la fe en Cristo.

1.9, 10 Dios no escondía a propósito un secreto («el misterio de su voluntad»), pero su plan para el mundo no se comprendería por completo hasta que Cristo resucitara. El misterio de su propósito para enviar a Cristo fue unir a judíos y a gentiles en un solo cuerpo, teniendo a Cristo como cabeza. Mucha gente aún no entiende el plan de Dios, pero en el momento oportuno («la dispensación del cumplimiento de los tiempos»), permitirá que estemos con Él para siempre y entonces todos lo entenderán. En ese día, todos se inclinarán ante Jesús como Señor, sea porque lo aman o porque temen su poder (véase Filipenses 2.10, 11).

1.11 El propósito de Dios es ofrecer la salvación al mundo, tal como lo planeó mucho tiempo atrás. Dios es soberano, Él tiene el control. Cuando su vida parezca caótica, descanse en esta verdad: Jesucristo es el Señor y Dios tiene el control. Su propósito para salvarlo no puede frustrarse, no importa lo que Satanás pretenda hacer.

1.13,14 El Espíritu Santo es el sello de Dios de que le pertenecemos y su depósito o arras nos garantiza de que Él hará lo prometido. El Espíritu Santo es un anticipo, un depósito, una firma válida en un contrato. Su presencia en nuestras vidas ratifica que tenemos una fe genuina y prueba que somos hijos de Dios. Ahora su poder obra en nosotros la transformación de nuestras vidas y es un adelanto del cambio total que experimentaremos en la eternidad.

1.16,17 Pablo oró para que los efesios conocieran mejor a Cristo. Él es nuestro modelo y cuanto más lo conozcamos, más seremos como Él. Estudie la vida de Jesús en los Evangelios que muestran cómo era cuando estuvo en la tierra hace dos mil años y conózcalo en oración ahora. ¡El conocimiento personal de Cristo cambiará su vida!

1.18 Nuestra esperanza no es un vago sentimiento de que el futuro será positivo, sino una total seguridad de victoria a través de Dios que nos viene por el Espíritu Santo que obra en nosotros. Si desea más información acerca de la esperanza, véanse Romanos 8.23, 24; Efesios 4.4; Colosenses 1.5; 1 Tesalonicenses 1.3 y 1 Pedro 3.15.

1.19,20 El mundo teme el poder del átomo, pero nosotros pertenecemos al Dios del universo, el que no solo creó el poder atómico, sino que también resucitó a Jesucristo de la muerte. El poder incomparable de Dios está a su alcance para ayudarlo. No hay nada demasiado difícil para Él.

1.20–22 Después que resucitó de la muerte, Cristo es ahora la cabeza suprema de la Iglesia, la verdadera autoridad sobre el mundo. Jesús es el Mesías, el Ungido de Dios, el esperado de Israel, el que enderezará al mundo quebrantado. Como cristianos debemos tener la certeza de que Dios ha ganado la victoria final y tiene el control de todo. No necesitamos temer a ningún dictador, nación, muerte ni al mismo Satanás. El contrato está firmado y sellado, nuestra espera para obtener la total libertad será por poco tiempo. Pablo dice en Romanos 8.37–39, que nada puede separarnos de Dios y su amor.

1.22, 23 Plenitud se refiere a Cristo que llena la Iglesia con dones y bendiciones. La Iglesia debe ser la plena expresión de Cristo, quien lo llena todo (véase 3.19). Al leer Efesios, es importante recordar que se escribió a la Iglesia, no a una persona en particular. Cristo es la cabeza y nosotros somos el cuerpo de su Iglesia (Pablo usa esta metáfora en Romanos 12.4, 5; 1 Corintios 12.12–27 y Colosenses 3.15, así como también a través de todo Efesios). La imagen del cuerpo muestra la unidad de la Iglesia. Cada miembro se involucra con los demás a medida que van cumpliendo con la obra de Cristo en la tierra. No debemos intentar trabajar, servir ni adorar simplemente nosotros. Necesitamos todo el Cuerpo. Comentarios de la Biblia del Diario vivir. Rv 1960.


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